Las reclamaciones medioambientales generales están prohibidas en todos los casos en que el comerciante no pueda demostrar la excelencia medioambiental reconocida a la que se refiere la reclamación.
La directiva EmpCo entró en vigor el 26 de marzo de 2024. Tras su transposición a la legislación nacional, se aplicará a las empresas a partir del 27 de septiembre de 2026 y contiene, entre otras cosas, la prohibición de alegaciones medioambientales generales para las que no se puedan aportar pruebas.
Miriam Thiemann, responsable de Consumo Sostenible de la Organización Europea de Consumidores (BEUC), explica por qué etiquetas como "neutro para el clima" o "positivo para el clima", que se basan en la compensación, desaparecerán pronto de los supermercados, con vistas a una nueva normativa de la UE, destinada a apoyar a los consumidores en la transición ecológica:
"En estos momentos casi se puede tener la impresión de que se puede consumir y comprar lo que se quiera sin perjudicar el clima. Se pueden encontrar quesos, vuelos, cuentas bancarias que dicen 'oh, esto es neutro para el clima'."
"La empresa paga a otro proveedor por los llamados créditos de carbono. Esto significa que otro proyecto en algún lugar está haciendo algo para supuestamente reducir o eliminar emisiones. En primer lugar, desde el punto de vista científico. No funciona así: se puede emitir mucho aquí desde un avión y en otro lugar eliminar algo y afirmar que, en general, eso no tiene ningún impacto. También hay muchas dudas sobre los proveedores de compensaciones de carbono", dice Miriam.
"A menudo, el problema es que las empresas se limitan a decir 'oh, bien, si puedo pagar dinero por ello y salirme con la mía, entonces no tengo que hacer tantos esfuerzos para reducir las emisiones en mis propias operaciones'."
"Podría incluso ralentizar la reducción de emisiones porque las empresas pueden limitarse a pagar en lugar de tomar medidas reales. Así que en realidad desbarata el objetivo general de neutralidad del carbono como sociedad."