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Manuel José de Arce y Fagoaga

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Manuel José de Arce y Fagoaga


1.º Presidente de la República Federal de Centro América
1825-1829
Predecesor Segundo Triunvirato de Centroamérica
Sucesor Mariano Beltranena y Llano

Intendente y Jefe Político Superior, Pacificador del Estado de Nicaragua.
9 de enero de 1825-22 de enero de 1825
Predecesor Manuel Arzú
Sucesor Manuel Antonio de la Cerda

Información personal
Nacimiento 1 de enero de 1787
San Salvador, Intendencia de San Salvador, Capitanía General de Guatemala, Virreinato de Nueva España, Imperio Español
Fallecimiento 14 de diciembre de 1847 (60 años)
San Salvador (El Salvador) Ver y modificar los datos en Wikidata
Residencia San Salvador, Acapulco de Juárez, San Cristóbal de las Casas, San Juan del Río y San Salvador Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Centroamericana (1824-1840) y salvadoreña
Religión Catolicismo Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Bernardo José de Arce y León Ver y modificar los datos en Wikidata
Dominga Antonia Fagoaga y Aguilar Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge María Felipa de Aranzamendi y Palomo (desde 1808) Ver y modificar los datos en Wikidata
Hijos 6 Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educado en Universidad de San Carlos de Guatemala Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación político y militar
Rango militar General Ver y modificar los datos en Wikidata

Manuel José de Arce y Fagoaga (San Salvador, 1 de enero de 1787-ibíd., 14 de diciembre de 1847)[1]​ fue un general y político salvadoreño, primer Presidente de la República Federal de Centroamérica y prócer de la Independencia de El Salvador.

Biografía

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Fue hijo de Bernardo José de Arce y Antonia Fagoaga. Se casó con María Felipa de Aranzamendi y Palomo. Era descendiente de Sancho de Barahona. Se graduó de Bachiller en Filosofía en San Salvador. Una variedad de consideraciones hicieron que los plantadores de índigo salvadoreños asimaran un papel de liderazgo en la agitación por la independencia centroamericana. Estos incluyeron los tiempos difíciles causados por una fuerte disminución en la producción de índigo durante la primera década del siglo XIX, una larga hostilidad hacia los comerciantes guatemaltecos que controlaban gran parte de la economía de San Salvador, y la convicción de que la provincia debería organizarse como un obispado para que ya no tenga que depender del arzobispo de Guatemala para los servicios pastorales.

Movimientos independentistas de 1811 y 1814

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Manuel José Arce; se constituyó el brazo armado de Primer movimiento independentista en San Salvador de 1811; debido a su participación en el primer grito de independencia de Centroamérica, sufrió cárcel y exilio.

Participó desde fecha temprana en las actividades independentistas, entre ellas el primer Grito de Independencia dado en su ciudad natal el 5 de noviembre de 1811. a inicios del siglo XIX, motivó a los pobladores de la ciudad de San Salvador para lograr un gobierno autónomo. El 5 de noviembre de 1811 los salvadoreños fueron liderados por un grupo de criollos encabezados por Manuel José Arce, y los sacerdotes José Matías Delgado junto a los hermanos Aguilar. En la mañana del 5 de noviembre, debido a la inquietud que había en la ciudad por el encarcelamiento del presbítero Manuel Aguilar, del llamado para dirigirse a Guatemala del sacerdotes Nicolás Aguilar y las sospechas de un intento de asesinato contra el cura y vicario de la ciudad José Matías Delgado; ordenaría que todos los europeos (incluido el intendente Antonio Gutiérrez y Ulloa) fueron arrestados, desarmados y guardasen prisión en la cárcel del cabildo, para tal efecto nombraría a Miguel Delgado y León como juez de policía; iniciando de esa forma el primer movimiento independentista de San Salvador. Más adelante, debido a sugerencia hecha por el abogado Juan Miguel de Bustamante en la casa del presbítero José Matías Delgado, ordenaría que los europeos fuesen recluidos en los conventos en lugar de la cárcel.[2]​ Los alzados lograron deponer a las autoridades coloniales y nombrar a sus propios dirigentes, pero la revuelta no encontró respaldo en los demás poblados de la intendencia, por lo que la ciudad quedó aislada. Las autoridades de la Capitanía General de Guatemala enviaron una misión de índole pacífica para restaurar el orden en la localidad. Este movimiento fue también el primer intento de sublevación en la capitanía, previo a la Independencia de Centroamérica en 1821. [3]​ Al mismo Arce se le adjudica esta proclama:

No hay Rey, ni Intendente, ni Capitán General, sólo debemos obedecer a nuestros alcaldes.[4]
Muy influenciado por el doctor Pedro Molina y el padre José Matías Delgado, Arce participó en las insurrecciones salvadoreñas del 5 de noviembre de 1811 y del 24 de enero de 1814

El cura Delgado solicitó al teniente coronel José Rosi que entregase el bastón de mando, pero este le replicó: «le respondí con una desvergüenza que aquel bastón me lo había dado el Rey, (y que) no lo largaría, solo que me quitasen el brazo y (así) me dejó».[5]​ Pero al final, tanto él como él sargento mayor Millán Bustos (segundo al mando de las milicias) fueron despojados de su puestos, y se nombró como comandantes de las armas al capitán José Rafael de Aguilar.[6]​ prisión por motivos políticos de 1815 a 1818. Los rebeldes mantuvieron el gobierno durante casi un mes antes de que el capitán general de Guatemala restableciera la autoridad de España, cuyas medidas parecían más conciliadoras que represivas. Un segundo levantamiento más corto en 1814 tuvo un apoyo popular más amplio, y provocó una respuesta más severa del capitán general, Este movimiento estaría liderado por el ayuntamiento de San Salvador (donde se encontraban como alcaldes ordinarios Juan Manuel Rodríguez y Pedro Pablo Castillo, y como síndico Santiago José Celis), junto con Manuel José Arce y los presbíteros hermanos Aguilar. Desde el último cuarto del siglo XX, en El Salvador que le costó a Arce más de cuatro años de prisión. El 4 de mayo el rey Fernando VII derogaría la constitución de Cádiz y retornaría al absolutismo.[7]​ Los procesos contra los líderes y participantes del movimiento independentista continuarían; durante el cual es de destacar el papel de las esposas y hermanas de los líderes del movimiento, quienes buscaron defender tanto a sus esposos y hermanos como a los bienes materiales que les pertenecían y le correspondían en heredad a sus hijos, así es el caso de María Felipa Aranzamendi (esposa de Manuel José Arce y hermana de Juan Aranzamendi), Manuela Antonia Arce (esposa de Domingo Antonio de Lara y hermana de Manuel José Arce) y Ana Andrade Cañas (esposa y viuda de Santiago José Celis).[8]

El 6 de abril de 1816, varios de los capturados le suplicarían al monarca que los liberase, ya que las autoridades se habían equivocado al considerar sus actos en una reunión como una insurrección, aunque aún continuaba el proceso para la aclaración de los hechos;[9]​ sin embargo, entre ese año de 1816 y 1817 todos los capturados serían sentenciados a guardar prisión por varios años; así en el caso de Manuel José Arce, Miguel Delgado y Domingo Antonio de Lara, se les condenaría a 8 años de prisión y se les prohibiría que (después de ese tiempo) pudiesen ejercer algún cargo público.[7][10][11]

El 27 de noviembre de 1817 el rey decretó un indulto para todos aquellos que habían sido detenidos por participar en alguna insurrección; sin embargo, tal decreto no se puso en práctica en la capitanía general de Guatemala, por lo que los capturados le escribieron al presidente-gobernador y capitán general Carlos de Urrutia y Montoya (quien había sustituido a José de Bustamante el 28 de marzo de 1818); el cual, el 4 de julio de 1818, ordenaría que se llevase a cabo el indulto, siendo en ese mes liberados los capturados por el movimiento independentista.[7][12]


Los eventos se encuentran plasmados en un documento llamado Relación Histórica, probablemente dictado por Arce.[5]​ En el escrito se convocó a los restantes cabildos de la intendencia con el propósito de formar una Junta Gubernativa, similar a las formadas durante la Guerra de la Independencia Española:

En las sociedades es principio inalterable, qe. mueran unas para qe. renascan otras; y qe. las mismas, qe. renasen, tienen qe. hacer esfuerzos superiores, para vencer la continua desgracias qe. en sus principios, presenta, la felicidad qe. secundariamente esta en manos de los hombres...El día cinco, siendo de cavildo (ordinario) incautamente se tocó aquella campana. cuio sonido reunio no más pocas gentes, como la noche (anterior)...los ánimos indispuestos, el tumulto en movimiento, la potestad dudosa, nadie manda, nadie obedece, y solo el desorden reinaba, la confusión se esculpía en los habitantes de San Salvador. Pero reintegrados un tanto los espíritus de los Españoles Americanos, toman la voz para representar al pueblo qe. el movimiento tumultuario prometía grandes desastres...La predicación de su cura. y Vicario. La confianza de los Españoles Americanos, y la obediencia al alcalde nombrado, fueron los Ángeles tutelares de los Europeos...
Concluyendose este acto solemne y misterioso pr. todos sus respectos, y dejando abierta las discusiones, para las sucesivas Juntas, qe. serán ya con (representación) de los Cabildos restantes de la Provincia aquienes se convocan.- San Salvador ocho de Novre. de mil ochocientos once.-[13]

En octubre de 1823 salió de los Estados Unidos para regresar a El Salvador. Se detuvo en México. Allí trató de levantar una fuerza para liberar a Cuba del dominio español, pero fracasó.

Pos-independencia centroamericana

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José Matías Delgado al momento de firmar el acta de independencia centroamericana, en una representación de la reunión del 15 de septiembre de 1821 del pintor chileno Luis Vergara Ahumada.
Monumento a Manuel José Arce en San Salvador. Uno de sus grandes legados fue fundar la Legión de La Libertad, antecesora de la fuerza armada de El Salvador un 7 de mayo de 1824. en el lugar conocido como Llano del Espino Fue la primera batalla en territorio centroamericano después de la independencia.

Se opuso a la anexión de El Salvador al Primer Imperio Mexicano establecido por Don Agustín de Iturbide. Entre marzo y junio de 1822 las tropas de José Nicolás de Abós y Manuel Arzú y Delgado y Nájera partidarias de la anexión, tomaron Santa Ana, Sonsonate y San Salvador. Pero la resistencia continuó, decidiendo México a finales de año enviar al general Vicente Filísola, para conseguir el sometimiento de la provincia. Dirigió a las fuerzas salvadoreñas que se opusieron a la anexión centroamericana al Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide hasta su derrota en San Salvador por el general Vicente Filísola el 7 de febrero de 1823, cuando se exilió en los Estados Unidos. Cuando las provincias de Centroamérica declararon su unión al Imperio, la Provincia de San Salvador denunció la anexión como ilegítima, se declaraba en rebeldía y bajo la dirección de José Matías Delgado y Manuel José Arce y Fagoaga se preparó para la lucha armada. Las tropas mexicanas y salvadoreñas trabaron combate en la zona de El Guayabal y Guazapa el 14 de enero de 1823. El mismo Filísola mandó una nota al comandante Arce para reconsiderar la anexión al Imperio, pero Arce rechazó la propuesta.[14]

El 7 de febrero, las tropas mexicanas tomaron la población de Mejicanos. Tras las batallas los salvadoreños acabaron debilitados. El remanente de esta milicia abandonó San Salvador con Arce gravemente enfermo.[15]​ Filísola entró a la ciudad el día nueve y declaró anexada a la provincia la siguiente jornada. Sin embargo, ésta anexión no duraría mucho.

En el 25 de febrero, se le comunicó a Filísola de la Revolución del Plan de Casa Mata en México, donde se habían rebelado en contra de Iturbide generales como Antonio López de Santa Anna.[16]​ Abandonó el territorio el 6 de marzo, dejando a Felipe Codallos como intendente y gobernador.[15]​ Considerando la situación de México decidió que la única alternativa para proteger a Guatemala fue convocar a la Diputación Provincial de Guatemala para comunicarles de lo sucedido en México; a la vez, manifestó su resolución para que se convoque un congreso en Guatemala. En el 29 de marzo expidió el decreto de convocatoria para la reunión de un Congreso de las provincias centroamericanas de la manera originalmente acordada en la Acta de Independencia del 15 de septiembre de 1821. Participó en la misión enviada a los Estados Unidos de América para tratar de lograr que El Salvador pasara a formar parte de ese país. El 19 de marzo de 1823 abdicó el emperador Iturbide, separándose las provincias centroamericanas de México. Formó parte de los gobiernos provisionales centroamericanos que rigieron de 1823 a 1825.

Batalla de Llano El Espino

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El día 12 de febrero de 1822, el presidente de la regencia de México, Agustín de Iturbide, en contestación a una carta de Mariano de Aycinena y Piñol, miembro de la facción que deseaba la anexión a México, expresaba:

Por la 2ª grata de U. quedo impuesto de los desagradables sucesos de San Salvador, cuya acta he leído. Convengo con Ud. en que siendo ésta una Ciudad pequeña y situada en el centro de las opulentas que forman el (Imperio) no puede subsistir separada de las instituciones de éste...[17]
Pintura del general Manuel José Arce: prócer de la independencia, primer presidente de la República Federal de Centroamérica, país que existió entre 1824 y 1840 y fundador de la Fuerza Armada de El Salvador.

Asimismo, informaba la partida de Vicente Filísola al mando de las tropas mexicanas para recibir las órdenes pertinentes de las autoridades guatemaltecas. El 18 de febrero Aycinena comunicaba a Filísola:

La ciudad de San Salvador...es la que más perjuicio nos ha causado (porque) esta hora se resiste reconocer el (Gobierno) del Imperio pero se halla atacada por todos los rumbos...[17]

Para el mes de marzo, un contingente de 120 soldados de las fuerzas guatemaltecas al mando del sargento mayor de Abós y Padilla se encontraban en Santa Ana, poblado que junto a Sonsonate y San Miguel se había declarado unida al Imperio de México; precisamente, las autoridades guatemaltecas decidieron incorporar a Santa Ana a la provincia de Sonsonate para salvaguardar su decisión.[18]

Los salvadoreños decidieron enviar un contingente de ochocientos hombres al mando de Manuel José Arce con rumbo a Santa Ana.[13]​ Enterados los guatemaltecos, decidieron replegarse hacia Sonsonate y Ahuachapán, dejando el poblado a manos de los salvadoreños. Ocupada Santa Ana por Arce, fue emitida un acta por la municipalidad en la que decidieron incorporarse a San Salvador.[13]

Posteriormente, Arce tomó rumbo hacia Sonsonate para recuperarla en favor de San Salvador. En el trayecto supo de la marcha de Abós y Padilla para acometerle, por lo que decidió enfrentarlo en el llano "El Espino". El combate se libró en la noche del once de marzo, y la victoria fue para los salvadoreños quienes sufrieron cinco bajas más ocho heridos. Por su parte, los guatemaltecos huyeron en retirada y tuvieron un total de trece muertos.[13]

Aycinena informó de los hechos a Iturbide, además expresaba:

La excesiva contemplación de la pasada Junta Gubernativa respecto al Cura Gobernante de San Salvador (se refiere a José Matías Delgado) y a los conocidos directores de ésta, ha hecho crecer la rebelión que habría sofocado fácilmente en su principio...[13]

También Gabino Gaínza escribió a Iturbide, y le señalaba que los "sediciosos" habían tomado los pueblos de Nejapa, Quezaltepeque, Santa Ana y Chalchuapa, los cuales se habían pronunciado en favor de la anexión. En cuanto a la derrota de Padilla informó que "la superioridad de fuerzas" había obligado "a la dispersión de la tropa", que era conformada por 120 milicianos.[13]​ De igual manera Gaínza decidió conformar una columna al mando del coronel de artillería Manuel Arzú para iniciar una nueva ofensiva.

Para el historiador guatemalteco Alejandro Marure:

Este fue el primer combate que se dio entre las tropas de Guatemala y San Salvador: insignificante y sin ninguna importancia por sí mismo, pero muy remarcable en nuestra historia porque en el campo de El Espinal quedó sembrada la semilla de la guerra civil de que ha sido víctima la nación centroamericana.[19]

Marure se refería al conflicto que estalló en la época de la República Federal de Centro América entre 1827 y 1829.[20]​ Entre el 9 de enero (cuando llegó a León) y el 22 de enero de 1825 actuó con mucha decisión como Comisionado del gobierno centroamericano en la pacificación del Estado de Nicaragua, había salido de El Salvador al mando de 500 hombres bien entrenados. Una vez consolidada la autoridad del Coronel Arzú, envió al exilio al obispo Nicolás García Jerez, monarquista opuesto a la independencia, y al presbítero Policarpo Irigoyen, ambos en rebeldía contra el gobierno federalista de León. Además, ofreció el puesto de inspector general de Armas de Centroamérica al Coronel Cleto Ordóñez, caudillo liberal federalista que era comandante de Armas en Granada.

Primer presidente de la República Federal de Centro América.

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Manuel José Arce fue elegido presidente, la República Federal de Centroamérica.
Busto de Arce, situada en San Francisco de Quito, capital de Ecuador. José Manuel Arce, un supuesto liberal. Quién obtuvo más votos de los conservadores que su colega conservador José Cecilio del Valle, la primera elección de la República Federal de Centroamérica desafió la voluntad popular, el primer presidente de Centroamérica se vio comprometido incluso antes de jurar en la oficina. La República estaba en manos de los diputados y el interés local, la Federación comenzaba a parecer más como una Confederación suelta de pequeñas naciones independiente en lugar de una sola República.
Real Palacio en la Ciudad de Guatemala. Aquí se firmó el Acta de Independencia y gobernó el presidente Manuel José Arce y Fagoaga.

Los partidos entraron en una verdadera campaña electoral. Los liberales trabajaron por la candidatura de Arce, un hombre muy respetado entre los liberales por haber contribuido enormemente a la causa independentista. Los Conservadores al no encontrar un candidato prestigioso para hacerle frente a Arce recurrieron a Valle. "Uno y otro partido, contrariando sus deberes" dice Ramón Rosa, empezaron por" sembrar "el virus de corrupción electoral; trataron de dividir los sufragios de los pueblos para que no resultase elección popular, y correspondiese al congreso el nombramiento de las supremas autoridades." No obstante...tan viciados" manejos "triunfo para honra de Centro América...el buen sentido de los pueblos."[21]

Manuel José Arce, como el primer presidente de la república federal. Litografía ubicada en el antiguo palacio presidencial de San Salvador, El Salvador.

Valle obtuvo cuarenta y un voto, contra treinta cuatro de Arce, y fue elegido Presidente de Centroamérica. El resultado de las elecciones desconcertó a los liberales quienes aspiraban a dominar en el animo del gobernante, y Valle no era para ser dominado"[21]​ ya que era un hombre de vasta instrucción.[22]​ Entonces apelaron a expediente de falsear el computo de la elección. Para esto contaron con la ayuda de los conservadores que no eran leales a Valle. " Ambos entraron en arreglos, formaron una coalición que dio en tierra con la votación popular, y eligieron en el congreso...al General Arce, Presidente de Centro-América."[21]

"Valle fue nombrado vice-presidente de la República. Renunció este cargo, y no le fue aceptada su renuncia: volvió a renunciar, y conocida por el Congreso su absoluta negación, tuvo que admitirle la renuncia, sustituyéndolo, primero, Don José Francisco Barrundia, y después por dimisión de este celebre centroamericano, con Don Mariano Beltranena. Es indudable que Valle quedó profundamente resentido por habérsele arrebatado la Presidencia que tenía derecho a ejercer en virtud de la elección de los pueblos." "Si Valle hubiera aceptado la Vice-Presidencia, habría reconocido implícitamente, como válidos, procedimientos que juzgaba nulos".[21]

El 29 de abril de 1825, Arce tomó posesión de la Presidencia de Centro-América. Valle, aunque resentido por el triunfo de su rival, y aunque poseedor de grandes medios de acción, no quiso convertirse en opositor sistemático y negativo, y mucho menos, en opositor faccioso. Optó por una política de retraimiento, y se entregó a sus acciones domésticas y a sus estudios.[21]

Para las elecciones presidenciales centroamericanas de 1825 contó con el voto de todos los electores de Nicaragua, aunque la mayoría numérica correspondió al conservador hondureño José Cecilio del Valle, la fracción liberal del Congreso federal decidió que no había habido mayoría absoluta y le escogió como Presidente para el período 1825-1829. Esto hizo que su administración fuese polémica desde el principio. El mismo José Cecilio del Valle, no aceptó la Vicepresidencia que le correspondía y en su defecto fue elegido el ciudadano José Francisco Barrundia quien tampoco la aceptó.[23]

A pesar de ser liberal y haber sido apoyado por los liberales, pronto se distanciaron de él y desde 1826 ni el Congreso ni el Senado federal volvieron a sesionar. Arce obtuvo entonces apoyo en el clero y en el partido conservador, pero también tuvo dificultades con el gobierno del Estado de Guatemala, y para 1827 gran parte de Centro América estaba en guerra civil.

Guerra civil centroamericana

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fue un conflicto civil, político y militar dentro de la República Federal de Centroamérica que duró desde 1826 hasta 1829. La guerra civil se libró entre líneas liberales y conservadoras, con Francisco Morazán a la cabeza de los liberales y Manuel José Arce, un antiguo liberal, a la cabeza de los conservadores. En 1827, envió al Coronel José Justo Milla ex vicejefe de Estado de Honduras bajo la comandancia del Segundo Batallón Federal a Santa Rosa de “Los llanos” hoy Santa Rosa de Copán, con la misión de custodiar la Factoría de Tabacos; pero en realidad, el propósito era el de colocar un ejército fiable para derrocar el Gobierno de Dionisio de Herrera. El pueblo de “Los Llanos”, leales a Honduras, no brindó la cooperación al Coronel Milla y se incorporaron al ejército del General Francisco Morazán.

Manuel José Arce que en ese entonces era el presidente de la República Federal de Centro América, invadió el territorio de El Salvador con la intención de destruir el origen de las contiendas entre los Liberales y Conservadores.[24]​ propiciando así la guerra civil.[25]

Guerra Civil de 1827 en El Salvador

Después de su victoria en 'La Trinidad', Morazán surgió como el líder del movimiento liberal y llegó a ser reconocido por sus habilidades militares en toda América Central. Por estas razones, Morazán recibió llamados de ayuda de los liberales en El Salvador. Al igual que en Honduras, los salvadoreños se opusieron a los nuevos congresistas y otros funcionarios del gobierno elegidos por el decreto emitido el 10 de octubre de 1826.

General hondureño Francisco Morazán, líder y caudillo liberal que resultó el gran beneficiado al terminar la Guerra Civil en 1829, pues fue nombrado presidente de la Federación.

Los salvadoreños exigieron la restitución de los antiguos líderes políticos, pero el presidente Manuel Arce argumentó que esta medida era necesaria para restablecer el orden constitucional.

En marzo de 1827 el gobierno de El Salvador respondió por la fuerza militar. Tropas salvadoreñas marcharon con rumbo a Guatemala con la intención de tomarse la capital de la República y bajar de la silla al presidente.[26]​ Pero el mismo presidente Arce tomó el mando de sus tropas federales y derrotó a los salvadoreños en la madrugada del 23 de marzo en Arrazola. La división salvadoreña se dispersó y los jefes huyeron. El campo quedó sembrado de cadáveres, prisioneros, armas, municiones y equipaje.

Luego de estos sucesos, el presidente Arce ordenó a dos mil tropas federales al mando del general Manuel de Arzú para ocupar El Salvador,[26]​ evento que marcó el inicio de la Guerra Civil. Mientras tanto en Honduras, Francisco Morazán aceptó el desafío propuesto por los salvadoreños; le entregó el mando a Diego Vigil como nuevo jefe de Estado de Honduras y se fue a Texiguat, donde se preparó y organizó sus tropas con miras a la campaña militar salvadoreña.[25]

En abril de 1828, Morazán se dirigió a El Salvador con una fuerza de mil cuatrocientos hombres. Este grupo de militantes, conocidos como el "Ejército Protector de la Ley", se componía de pequeños grupos de hondureños, nicaragüenses y salvadoreños que aportaron sus propias herramientas de guerra, otros con el apoyo de los indios que servían como infantería. Algunos voluntarios seguían sus convicciones liberales, otros trabajaban para un líder político, otros simplemente esperaban obtener algo en retorno por sus esfuerzos después de terminada la guerra. Esta fue la combinación de fuerzas que se unieron a Morazán en su lucha contra las tropas federales.[27]

Mientras que el ejército salvadoreño se enfrentaba a las fuerzas federales en San Salvador, Morazán se colocó en la parte oriental del estado. El 6 de julio, Morazán derrotó a las tropas el coronel Vicente Domínguez en la hacienda El Gualcho. En sus memorias, Morazán describe la batalla de la siguiente manera:[26]

A las 12 de la noche emprendí mi marcha con este objeto, pero la lluvia no me permitió doblar la jornada, y me vi obligado a aguardar, en la Hacienda de Gualcho, que mejorase el tiempo… A las tres de la mañana, que el agua cesó, hice colocar dos compañías de cazadores en la altura que domina la hacienda, hacia la izquierda… A las cinco supe la posición que éste (el enemigo) ocupaba.. No podía yo retroceder en estas circunstancias… No era ya posible continuar la marcha, sin grave peligro, por una inmensa llanura y a presencia misma de los contrarios. Menos podía defenderme en la hacienda, colocado bajo una altura de más de 200 pies que en forma de semicírculo domina a tiro de pistola el principal edificio, cortado por el extremo opuesto con un río inaccesible que le sirve de foso. Fue, pues, necesario aceptar la batalla con todas las ventajas que había alcanzado el enemigo… hice avanzar a los cazadores sobre el enemigo para detener su movimiento, porque, conociendo lo critico de mi posición, marchaba sobre estos a paso de ataque. Entretanto subía la fuerza por una senda pendiente y estrecha, se rompió el fuego a medio tiro de fusil, que luego se hizo general. Pero 175 soldados bisoños hicieron impotentes por un cuarto de hora los repetidos ataques de todo el grueso del enemigo… El entusiasmo que produjo en todos los soldados el heroísmo de estos valientes hondureños, excedió al número de los contrarios. Cuando la acción se hizo general por ambas partes, fue obligada a retroceder nuestra ala derecha. Y ocupada la artillería ligera que la apoyaba; pero la reserva, obrando entonces por aquel lado, restableció nuestra línea, recobró la artillería y decidió la acción, arrollando parte del centro y todo el flanco izquierdo, que arrastraron, en su fuga, al resto del enemigo, dispersándose después en la llanura… Los salvadoreños auxiliares, que abreviaron su marcha al ruido de la acción, con el deseo de tomar en ella, llegaron a tiempo de perseguir a los dispersos…

En 1828 llamó temporalmente a ejercer la presidencia al Vicepresidente Mariano Beltranena y Llano, y cuando quiso reasumirla, Beltranena se negó a entregársela. En 1831 conspiro junto al coronel Vicente Domínguez y el coronel Ramón Guzmán para restablecer la monarquía conservadora en Centroamérica, para ello reunieron un ejército que invadió la costa norte de Honduras y se apoderaron de la Fortaleza de San Fernando de Omoa y de la Fortaleza de Santa Bárbara en Trujillo. Dicha invasión, desencadeno una guerra civil en Honduras y en la que intervinieron, tanto guatemaltecos, salvadoreños, garífunas, beliceños, mejicanos, etc. A pesar de ello, cuando en abril de 1829 Francisco Morazán Quesada tomó el poder por la fuerza de las armas y se designó a José Francisco Barrundia y Cepeda como Presidente provisional, Frustrado y desilusionado, entregó el poder a su vicepresidente conservador, Mariano Beltranena, el 14 de febrero de 1828. Cuando Francisco Morazán triunfó en la guerra, El 12 de abril, el jefe de Estado de Guatemala, Mariano de Aycinena y Piñol, capituló y al día siguiente a la Plaza Central fue ocupada por las tropas de Morazán. Inmediatamente después el presidente Arce, Mariano Aycinena, Mariano Beltranena, y todos los funcionarios que habían tenido algún papel en la guerra, fueron enviados a prisión. Después de estos acontecimientos, el general Morazán dirigió Centro América por tres meses hasta el 26 de junio de 1829 hasta que el congreso designó al senador Juan Barrundia como presidente de Centro América desde el 25 de junio de 1829.[28]​ Morazán expulsó a Aycinena y Piñol, aristócrata conservador guatemalteco, y a la mayoría de los miembros del Clan Aycinena que este dirigía, junto con sus aliados, los miembros de las principales órdenes regulares y clero mayor de la Iglesia Católica.[29]​ No contento con la expulsión, les confiscó todos sus bienes los que utilizó en los siguientes años para financiar sus costosas campañas militares.[29]​ Arce se exilió en México, donde escribió sus memorias, una valiosa fuente histórica para la década de 1820. Arce fue perseguido y exiliado. Residió primero en los Estados Unidos y después se estableció en México. Regresó a El Salvador en 1842. . El estado de San Salvador (el nombre actual, El Salvador, no se utilizó hasta 1841) desempeñó un papel importante en los asuntos de la federación centroamericana. No solo fue el lugar de nacimiento del primer presidente de la federación, sino que también fue allí donde se desencadenó una revuelta contra Arce en 1827, comenzando la guerra civil en la que los liberales y conservadores centroamericanos compitieron por el control del nuevo país. Este conflicto, que causó el colapso de la presidencia de Arce, terminó en 1829 con la toma del gobierno federal por Francisco Morazán, comandante del ejército liberal. Después de haber hecho su suerte con Morazán, los salvadoreños se convirtieron en sus aliados más leales y fueron recompensados en 1834 con la transferencia de la capital federal a la ciudad de San Salvador. Los salvadoreños estaban tan apegados a los ideales de la federación que el estado no asumió poderes soberanos hasta 1841, un año después de que los otros cuatro Estados miembros ya hubieran dejado la federación.

Muerte

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En 1832 estuvo en Soconusco, México, donde organizó una expedición militar contra el gobierno federal de Francisco Morazán. Arce fue derrotado el 24 de febrero de 1832.

Finalmente regresó a El Salvador en 1842, pero pronto huyó a Honduras y Guatemala. En abril y mayo de 1844 dirigió algunos intentos armados para derrocar a Francisco Malespín en El Salvador. Regresó de nuevo al país a mediados de 1845. Dejó la política por una vida más privada en 1846, trabajando en su libro "Breves indicaciones para la reorganización de Centroamérica".

Monumento a Los Próceres, ahí se encuentran los restos de Manuel José Arce. Según la leyenda, Arce murió en la pobreza en San Salvador el 14 de diciembre de 1847.
Antiguo billete de diez colones con la imagen de Arce. El 28 de noviembre de 1947, la legislatura elevó la población del Chilamatal a una ciudad, renombrándola como Ciudad Arce

Murió en el 14 de diciembre de 1847 a las tres de la tarde en la casa de la familia del general Fermín Paredes, situada sobre la actual 1.ª calle Oriente en la esquina opuesta a la plaza San José en San Salvador.[30][16]

Se le dedicó una sección de Necrología en la Gaceta del Gobierno Supremo del Estado del Salvador del 17 de diciembre de 1847, donde se describió su vida y su funeral. El funeral se conmemoró en la iglesia de San Francisco y fue sepultado en la iglesia de La Merced, una numerosa concurrencia asistió incluyendo al presidente Eugenio Aguilar, sus ministros y demás empleados públicos y se le hicieron los honores militares que correspondían a su grado.[16]

Referencias

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  1. «Manuel José Arce y Fagoaga». La Prensa Gráfica. 12 de agosto de 2003. Consultado el 5 de enero de 2015. 
  2. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas El Salvador insurgente
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  5. a b Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas chanueve
  6. Ramírez A, 2012, pp. 70-71.
  7. a b c Gritos de Independencia 1810 - 1814, p. 33.
  8. Historia de mujeres protagonistas de la independencia (1811 - 1814), p. 41.
  9. Ortiz de la Tabla Ducasse, 1985, p. 92.
  10. Melgar Brizuela, 2012, p. 214.
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  21. a b c d e Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas José Cecilio del Valle
  22. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas Reseña histórica de Centro América
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Bibliografía

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Véase también

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