Valle del Guadiato

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El río Guadiato, un afluente del Guadalquivir que discurre lento al norte de la provincia de Córdoba. Su caudal ha formado, con el tiempo, un valle frondoso rico en recursos naturales. Durante siglos ha sido zona de paso comercial, un imán de culturas Hoy, su riqueza natural, lo convierte en un destino turístico ideal para la práctica de deportes de aventura y tiempo libre. Los árabes lo llamaron el río lento. El río manso, un lugar al que acercarse sin prisas. La primera parada de la ruta la hacemos en Espiel, lugar de especial interés para el viajero aficionado a los deportes de aventura. El punto de partida para información y orientación es el albergue que aprovecha lo que fue una estación de tren para mercancías. Junto al refugio, en un puente sobre el río Guadiato, atamos las cuerdas para una de las actividades que aquí se pueden disfrutar. El rapel, una técnica en la que se usa una cuerda y un sistema de autoseguro para descender. Poniendo cuidado de la seguridad y acompañados de un instructor, la bajada es aquí hasta el agua. ...Jorge va a iniciar ahora el rapel.. ves como tiene la posición de la mano... la cuerda pasa ahora por el ocho...el mosquetón de seguridad. la posición de las piernas...abiertas siempre.. y perpendicular.. al cuerpo. Una vez abajo, una piragua nos lleva de vuelta a la orilla. Es conocido Espiel por la escalada deportiva, una práctica en auge, segura y disfrutona. Siempre que se tomen las medidas adecuadas. En esta zona el río ha creado un frondoso valle poblado y en uno de sus laterales mirando hacia el suroeste se levanta una de las escuelas de escalada más conocidas de Andalucía. Equipado con cientos de vías con grados de dificultad que abarcan desde lo más sencillo hasta lo más complicado y con un gran número de ellas de nivel medio es un lugar idóneo para iniciarse en esta disciplina deportiva. La recompensa no es sólo llegar arriba, también, el disfrute de un lindo paisaje visto desde lo alto. Continuando por el valle, llegamos a Belmez, pueblo presidido por un castillo elevado sobre un sobredimensionado pedestal de roca a modo de guardián del alto Guadiato. En su historia, que se origina el siglo XIII, destaca la importancia que tuvo como bastión en la reconquista como puesto de control. Paseando por sus calles el Ayuntamiento del siglo XIX, y las casas señoriales merecen una visita. El valle del Guadiato está salpicado de cabrías, estructuras de madera e hierro para levantar peso. Se recortan contra el horizonte evocando de alguna manera el lejano oeste Eran usadas en las minas de carbón, tan habituales en la zona, hasta que entraron en declive hace pocas décadas. Para aprender más de la importancia de esta industria en la comarca, visitamos el museo minero. En él se pueden encontrar objetos de un pasado no muy lejano en el que la minería era el motor económico. Hoy, es un gran atractivo para visitantes. Peñarroya-Pueblonuevo, es el fruto de la unión de dos pueblos preexistentes cuyos nombres perduran como uno solo. Aunque localmente, siempre con una sonrisa, los vecinos aún marcan una diferencia. Este puente separa ambas partes. El pueblo, al igual que todos los de la zona, tiene una fuerte herencia de la minería del carbón, que dejó algunos elementos arquitectónicos industriales reseñables, como la nave construida por Gustave Eiffell. El pueblo, recibió mucha inversión francesa por parte de la compañía Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya cuyos directivos vivian en el barrio conocido como Casas Francesas. Quedan en pie y uso gran parte de ellas con su jardín frontal, y su peculiar estilo. El edificio más antiguo de la ciudad es la Real Iglesia Matriz de Nuestra Señora del Rocío. del siglo XVI dedicado a la patrona de la localidad. En el pueblo, para probar la gastronomía local pero con una preparación y una presentación más actual, este restaurante es una buena opción. ...Nosotros en nuestra cocina siempre tratamos lo tradicional, y simplemente, le damos un toquecito más actual. Vamos a hacer un gazpacho al modo tradicional y le vamos a incluir la fresa.. por darle un toque un poco más de vanguardia. El bacalao se utiliza aquí siempre. Tradicionalmente.. .desde hace ya muchos años, nosotros le damos un toquecito y le damos un toquecito...un poquito más actual... Su chef y propietario se formó para la alta cocina y regresó a su patria chica para sorprender el paladar de sus paisanos. Hay un camino hacia Fuente Obejuna, nuestro siguiente destino en la ruta que va hacia el sur, hacia la dehesa, que no es el más rápido ni el más directo pero permite conocer las aldeas que pertenecen a este término municipal. Es la ruta de las aldeas. En una de ellas, en Ojuelos Altos, este bar conserva la esencia tradicional, donde el cliente se puede sentir como en casa. La especialidad, el lomo de orza, pero no esperemos carta o menú. Lo mejor es dejarnos sorprender por lo que Loli, la dueña, tenga a bien ofrecernos. Al llegar a Fuente Obejuna, la primera parada la hacemos en el Palacio Casa Cardona. Edificación modernista emblema de la ciudad y hoy, centro cultural y de información turística. ...Como podeis contemplar toda la casa está llena de girasoles... y creemos que un referente de la casa de Comillas... la casa de Comillas en Cantabria.El capricho de Gaudí, está toda rodeada de girasoles.. igual que esta. La casa de Comillas es anterior a la construcción de este palacete ... puede ser un referente, la casa de Comillas, para hacer esta este tipo de decoración. El palacio fue construido y decorado por amor, a principios del siglo pasado, por un comerciante profundamente enamorado de su esposa. Cuenta además con un Museo Arqueológico que presume ante el visitante de la larga y rica historia del lugar. El nombre de Fuenteovejuna lo hizo famoso Lope de Vega, a quien los agradecidos vecinos han dedicado la plaza junto al Ayuntamiento y junto a la Iglesia de Nuestra Señora del Castillo. Esta iglesia que conserva en su interior un tesoro que se puede contemplar, una Custodia del Corpus de 1540, es una curiosa prueba, con su mezcolanza de estilos arquitectónicos, del rico pasado comercial de la localidad. Lo es, porque se fue construyendo según alguna familia rica pagaba alguna nueva parte del edificio. Otra prueba son las casas solariegas distribuidas por el centro del pueblo que mantienen en su fachada los escudos de armas de las familias. El valle del Guadiato, el río manso, muestra al viajero que lo recorre su compleja y rica historia fronteriza, industrial, natural, siempre sin prisas demorándose en el detalle. Invitando a contemplar su inusual belleza.