ESPACIO,
TIEMPO
Y FORMA 31
AÑO 2018
ISSN 0214-9745
E-ISSN 2340-1362
SERIE III HISTORIA MEDIEVAL
REVISTA DE LA FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
ARTÍCULOS · ARTICLES
ESPACIO, TIEMPO Y FORMA SERIE III hISTORIA MEdIEvAl
31 · 2018 ISSN 0214-9745 · E-ISSN 2340-1362 UNEd
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LA HOSPITALIDAD SANTIAGUISTA
A FINALES DE LA EDAD MEDIA:
EL PROYECTO DE RECONSTRUCCIÓN
DEL HOSPITAL DE ALARCÓN
HOSPITALITY IN THE ORDER OF
SANTIAGO AT THE END OF THE MIDDLE
AGES: THE RECONSTRUCTION PROJECT
OF THE ALARCÓN HOSPITAL
Jaime García Carpintero López de Mota1
Recepción: 2017/12/03 · Comunicación de observaciones de evaluadores: 2018/01/08 ·
Aceptación: 2018/01/11
dOI: http://dx.doi.org/10.5944/etiii.31.2018.20607
Resumen2
Además de su cometido en la defensa de la Cristiandad y control territorial, las
órdenes militares tuvieron otra función intrínseca a su propia naturaleza: la hospitalidad, entendida en la Edad Media como la asistencia a pobres, enfermos y
peregrinos. En la Península Ibérica, destacó en esta faceta la Orden de Santiago,
que añadió la redención de cautivos prisioneros en al-Andalus y el Magreb como
una premisa más dentro de su labor hospitalaria. Para sostener esta actividad la
Orden creó una importante red de hospitales y enfermerías extendidos por todos
sus territorios. Uno de estos centros fue el hospital de Alarcón (Cuenca), fundado
en torno a 1203, y que tras un periodo de decandencia fue mandado reconstruir a
inales del siglo XV en el marco reformador que las órdenes religiosas experimentaron bajo el reinado de los Reyes Católicos. A partir de las descripciones contenidas en los Libros de Visita de la Orden, del estudio arqueológico de los restos
conservados y las nuevas tecnologías, como la reconstrucción virtual, trataremos
de aproximarnos a la realidad del hospital de Alarcón a inales de la Edad Media.
1. Investigador predoctoral de la Universidad de Castilla-La Mancha. C.e.:
[email protected]
2. Este trabajo se ha realizado en el marco de la ayuda del programa de Formación de Profesorado Universitario
concedida por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España (Ref: FPU014/06487).
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JAIME GARCÍA CARPInTERO LóPEz DE MOTA
Palabras clave
Órdenes Militares; Orden de Santiago; Arqueología medieval; hospitalidad
medieval; Arqueología virtual.
Abstract
Along with their role in the defence of Christianity and territorial control, the
Military Orders also carried out another function inherent to their nature, hospitality, which in the Middle Ages meant the assistance of the poor, the sick and
pilgrims. In the Iberian Peninsula, the Order of Santiago stood out in this area
and they included the redemption of captive prisoners in al-Andalus and the
Maghreb as a complementary task to their main objective. To carry out these activities, the Order created an important network of hospitals spread throughout
their own domains. One of those centres was the hospital of Alarcón (Cuenca),
founded arround 1203. After a period of decline it was rebuilt at the end of the
ifteenth century in the context of reform which the religious orders undertook
during the reign of the Catholic Monarchs. With the use of the descriptions in
the Order’s «visitation books», archaeological analysis of its remains, and the use
of new technologies such as virtual reconstruction, we will try to achieve a better
understanding of the hospital at the end of the Middle Ages.
Keywords
Military Orders; Order of Santiago; Medieval Archaeology; Medieval Hospitality;
Virtual Archaeology.
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LA HOSPITALIDAD SAnTIAGUISTA A FInALES DE LA EDAD MEDIA
INTRODUCCIÓN
Además de la defensa de la Cristiandad y sus propios dominios, las órdenes
militares, desde sus orígenes, desempeñaron otras funciones como la hospitalidad.
Este aspecto, entendido en la Edad Media como la asistencia a pobres, enfermos y
peregrinos, estaba estrechamente vinculado con la actividad de las órdenes religiosas, y será sobre el que se fundamenten las primeras órdenes militares surgidas en
Tierra Santa, siendo el caso paradigmático de la Orden del Hospital de San Juan.
Este precepto, junto con otra actividad también vinculada a la labor asistencial:
la redención de cautivos, estuvo también presente en las milicias hispánicas3. En
este último aspecto destacará especialmente la Orden de Santiago, la cual creó una
importante red de hospitales y enfermerías extendidos por todos sus territorios,
destinados a cumplir estas funciones. La mayoría se fundaron entre inales del
siglo XII y principios del XIII, diferenciándose dos grandes modelos de hospitales:
los asistenciales, ubicados mayoritariamente en el contexto del Camino de Santiago; y los de frontera, localizados en la Meseta Sur y cuyas funciones originales
fueron la acogida de los freires y la redención de cautivos4.
Este fue el caso del hospital de Alarcón, fundado en torno a 1200 por iniciativa
de Alfonso VIII y que se constituirá como un hospital fronterizo sustentado por una
rica encomienda. Sin embargo, su situación será de ruina y abandono en las décadas inales del siglo XV. Es en este contexto cuando en 1495, ya con la Orden bajo
la administración de los Reyes Católicos, se proyecte la recontrucción del hospital
con el objetivo de recuperar sus funciones, tanto asistenciales como redentoras5.
Este proceso se insertará en uno más general de restitución de los centros hospitalarios por parte de la Corona, pero contrastará con lo llevado a cabo en otros
centros santiaguistas, como los de Toledo y Cuenca, donde se crearán grandes
hospitales generales siguiendo los nuevos preceptos renacentistas. En el caso de
Alarcón, el proyecto se concretará en un pequeño hospital característico del mundo rural medieval, constituyendo un interesante modelo de transición a caballo
3. Una buena síntesis de la dimensión asistencial de las órdenes militares puede encontrarse en nOvOA PORTElA,
Feliciano, VIllAlbA RUíz de TOlEdO, Francisco Javier: «La labor asistencial de las órdenes militares», en AYAlA, Carlos
de, nOvOA PORTElA, Feliciano, LUTTREll, Anthony (coords.): Las Ordenes Militares en la Europa medieval, Barcelona,
Lunwer, 2005, pp. 195-226.
4. La fundación y administración de hospitales en los señoríos de las órdenes militares no será una actividad
exclusiva desarrollada por estas instituciones, sino que tanto los concejos de las villas como distintas cofradías religiosas tendrán sus propios centros cuyo funcionamiento y isonomía serán muy similares a los hospitales de las órdenes,
aunque enfocados únicamente en la función asistencial. Para el caso del Campo de Calatrava es muy interesante el
trabajo de TORRES JIMéNEz, Mª Raquel: Religiosidad popular en el campo de Calatrava: cofradías y hospitales al inal de la
Edad Media, Ciudad Real, Instituto de Estudios Manchegos, 1989.
5. Este será un proceso relativamente general no sólo en Castilla, sino también en otros lugares de Europa y que
se desarrollará en la horquilla cronológica de los siglos XV y XVI, aunque sus manifestaciones serán muy heterogéneas.
Granada, de importancia capital para la Corona castellana en estos momentos, será uno de los escenarios donde mejor
se plasme esta iniciativa asistencial. VAlENzUElA CAlENdARIO, José: «El insigne y suntuoso Hospital Real de Granada
(I): las fundaciones reales y la reunión hospitalaria (1501-1526)», Dynamis: Acta hispanica ad medicinae scientiarumque
historiam illustrandam, 23 (2003), pp. 193-219.
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entre dos realidades. Frente a la atención prestada por parte de la historiografía
a otros centros hospitalarios vinculados a las órdenes militares, y en concreto la
de Santiago, como los del Camino Jacobeo6, o los de Toledo y Cuenca7 en un ámbito más próximo al del presente trabajo, el hospital de Alarcón no ha recibido
una atención especíica, especialmente en su dimensión material8. Con este in
proponemos el presente estudio, mediante el cual a partir del estudio conjunto
de las fuentes escritas, principalmente los libros de visita de la Orden de Santiago, y de la prospección arqueológica apoyada en las nuevas tecnologías. En este
sentido cabe destacar la propuesta de reconstrucción virtual que presentamos y
que busca aproximarse de manera más tangible a la realidad material del hospital
en el marco histórico de estudio. La reconstrucción se ha realizado mediante el
software de diseño 3D Blender, y en su realización se han perseguido cumplir con
los criterios de cientiicidad defendidos en los Principios de Sevilla9. Más allá de
su función explicativa y divulgativa, esta metodología sirve como herramienta
de investigación, permitiendo el planteamiento de problemáticas e hipótesis
difílcimente experimentables por otros procedimientos. Con la combinación de
todos estos medios trataremos de aproximarnos a la realidad material del hospital
de Alarcón y del proyecto de su reconstrucción, a la vez que ponerlo en relación
con los procesos históricos que rodearán tanto la esfera de la hospitalidad como
a la propia Orden de Santiago en los últimos momentos del Medievo.
6. ROdRígUEz PICAvEA, Enrique, MATEllANES MERCháN, José Vicente: «Las órdenes militares en las etapas
castellanas del Camino de Santiago», en SANTIAgO OTERO, Horacio (coord.): El Camino de Santiago: la hospitalidad
monástica y las peregrinaciones, Salamanca, Junta de Castilla y León, 1992, pp. 355-356.
7. MElERO FERNáNdEz, Mª Inés: «El hospital de Santiago de Toledo a inales del siglo XV», Anales toledanos, 9
(1974), pp. 9-22. PéREz MONzóN, Olga: «El Hospital de Santiago de Cuenca (1478–1604)», Anales de la Historia del Arte.
Homenaje al doctor Azcárate, 4 (1994), p. 214.
8. Sí se conoce bastante bien lo relativo a su fundación, como puede verse en el trabajo de MAdRId y MEdINA,
Ángela: «La hospitalidad en las Ordenes Militares españolas», en CAMPOS y FERNáNdEz de SEvIllA, Francisco Javier
(coord.): Lux Hispaniarum: estudio sobre las Ordenes Militares, Madrid, Real Consejo de las órdenes militares, 1999, pp.
237-262. También desde el punto de vista de su dimensión económica cabe destacar el trabajo de IRAdIEl MURUgARREN,
Paulino: «Bases económicas del Hospital de Santiago de Cuenca: Tendencias del desarrollo y estructura de la propiedad
agraria», Anuario de estudios medievales, 11 (1981), pp. 181-246.
9. Bajo este título se encuentra una declaración emanada del International Forum of Virtual Archaeology, que busca
sentar unas normas para la fundamentación cientíica de la Arqueología Virtual. Este documento deine la disciplina
como: el intento de recuperación visual, a partir de un modelo virtual, en un momento determinado de una construcción u
objeto fabricado por el ser humano en el pasado a partir de las evidencias físicas existentes sobre dicha construcción u objeto,
las inferencias comparativas cientíicamente razonables y en general todos los estudios llevados a cabo por los arqueólogos
y demás expertos vinculados con el patrimonio arqueológico y la ciencia histórica. Con el objetivo de perseguir estos
criterios, además del modelo de la reconstrucción presentamos otro con una escala de colores que indica el grado de
conocimiento de cada uno de los elementos. El documento con los Principios de Sevilla puede encontrarse en: <http://
smartheritage.com/wp-content/uploads/2016/06/PRINCIPIOS-DE-SEVILLA.pdf>.
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LA HOSPITALIDAD SAnTIAGUISTA A FInALES DE LA EDAD MEDIA
1. LA HOSPITALIDAD Y LOS HOSPITALES
EN LA EDAD MEDIA
El hospital medieval se concebía como el lugar donde materializar una de las
cualidades más elementales del Cristianismo, como es el principio de la caridad y
la atención a los necesitados10. Así, más que un centro sanitario como se concibe
hoy, el hospital fue un espacio de acogida para un colectivo social bien deinido en
la Edad Media, heterogéneo pero prácticamente indisoluble, integrado por pobres,
enfermos y peregrinos11. Esta realidad hace que su origen se ponga en relación
directa con el surgimiento de la religión cristiana. No existen, para la mayoría
de los autores, precedentes en el mundo antiguo al carecerse de una concepción
social de asistencia al necesitado12. Con la irrupción del Cristianismo, el enfermo
o el pobre dejaron de ser iguras a rechazar y evitar, para convertirse en un medio
por el cual servir a Dios a través la virtud teologal de la caridad13.
1.1. EL FENÓMENO HOSPITALARIO MEDIEVAL
Y EL PAPEL DE LAS ÓRDENES MILITARES
La hospitalidad medieval siempre estuvo ligada a la esfera de lo religioso. Desde
sus primeras manifestaciones en los xenodocia bizantinos y el mundo monástico14; hasta su extensión al marco general de la sociedad en distintas formas: la
relación con el fenómeno de las peregrinaciones15, el surgimiento de las órdenes
10. La percepción del pobre en el marco del Medievo y los mecanismos ideados por la sociedad para su asistencia
son tratados en la obra clásica de M. Mollat. MOllAT, Michel: Pobres, humildes y miserables en la edad media: estudio
social, México, 1988. Así mismo, la concepción de la caridad y su relejo en la práctica hospitalaria es tratado por R. Torres
Jiménez, quien hace un análisis de la evolución del concepto y su plasmación social a lo largo de la Edad Media. TORRES
JIMéNEz, Raquel: «Relexiones sobre religiosidad medieval: El concepto de caridad en la espiritualidad laica, del amor
a Dios al amor a los pobres, del mundo rural al humanismo», Cuadernos de Estudios Manchegos, 36 (2011), pp. 153-184.
11. GAllENT MARCO, Mercedes: «La asistencia sanitaria a los marginados en la Edad Media», en Clío & Crímen:
Revista del Centro de Historia del Crimen de Durango, 9 (2012), pp. 140-141.
12. SáNChEz, Miguel Ángel.: «Los hospitales a través de la historia», en GONzálEz, Félix, nAvARRO, Albino,
SáNChEz, Miguel Ángel: Los hospitales a través de la historia y el arte, Barcelona, Ars XXI de Comunicación, 2004, p. 16-18.
13. GAllENT MARCO, Mercedes: «Historia e historia de los hospitales», Revista d’historia medieval, 7 (1996), pp. 179-191.
14. San Benito, en su regla XXXVI, recogía: «pauperum Inirmorum cura ante omnia adhibenda est, ut sicut re vera
Christo ita eis serviatur». Para sustentar esta función aparecen en los monasterios espacios destinados al acogimiento
tanto de enfermos como de peregrinos como son los hospicios y hospitales. GAllENT MARCO, Mercedes: «La asistencia
sanitaria... p. 142; JETTER, Dieter: «Los hospitales en la edad media», en LAíN ENTRAlgO, Pedro (dir.): Historia Universal
de la Medicina, Barcelona, Salvat, 1972, III, p. 181-241.
15. Un fenómeno estrechamente ligado al desarrollo del hospital medieval será el de las peregrinaciones. Los
caminos serán ejes en los cuales aparezcan multitud de estos centros destinados a dar asistencia a este colectivo,
siendo un caso paradigmático el Camino de Santiago. ANdRAdE CERNAdAS, José María: «Espacios de peregrinación:
hospitalidad monástica en el camino de Santiago», en ÁlvAREz, Carlos (coord.): ¡Quédate con nosotros!: Peregrinos y
testigos en el Camino, 2010, pp. 99-118.
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hospitalarias16, o las fundaciones de iniciativa laica17. Además, frente a la función
asistencial original, a lo largo del Medievo surgirán nuevas formas de actuación,
como es el caso de la redención de cautivos en el marco del desarrollo de las
cruzadas y los conlictos con el islam18, y que será el principio ideológico sobre
la que se funden las nuevas órdenes redentoristas de mercedarios y trinitarios19.
El período bajomedieval constituirá un momento de evolución y tránsito hacia
la concepción «moderna» de la asistencia donde la atención a los pobres y enfermos empezará a percibirse como un problema a atender por el conjunto de la
sociedad, y la dimensión sanitaria comenzará, aunque lentamente, a imponerse
sobre la meramente caritativa o espiritual20.
Como decíamos, uno de los hitos claves en la dimensión de la hospitalidad
medieval fue el surgimiento de órdenes religiosas que tenían por piedra angular
la función de atender al colectivo de pobres, enfermos y peregrinos. La mayoría
de ellas surgieron en el contexto de las Cruzadas y la presencia latina en Tierra
Santa, con el objetivo de atender y proteger a los peregrinos que acudían a visitar
los santos lugares, y muchas acabaron transformándose en órdenes militares sin
perder por ello este planteamiento original. El caso paradigmático por excelencia
es el de la Orden del Hospital de San Juan, creada a principios del siglo XII como
una congregación religiosa encargada de mantener un hospital de peregrinos en
Jerusalén, y que después se desarrollará y extenderá por toda la Cristiandad, a la
vez que se militariza, constituyendo, junto con la milicia templaria, el modelo que
servirá de base para las demás órdenes militares21. Así, la función hospitalaria estará
presente desde el principio en los fundamentos sobre los que se desarrollarán las
órdenes militares que surgirán en distintos escenarios a lo largo de los siglos XII
16. Estas instituciones aparecen Tierra Santa en el siglo XII con la premisa fundamental atender a los peregrinos que
acudían a los santos lugares y que constituían un colectivo vulnerable. La mayoría surgieron como órdenes hospitalarias
militarizándose después. En este sentido resultuan paradigmáticos los casos de las órdenes del Hospital de San Juan, la
de Santa María los Teutónicos, la de Santo Tomás de Acre o la de San Lázaro, esta última especializada en la atención
de los leprosos, que surgieron como órdenes religiosas hospitalarias y que posteriormente se militarizaron, haciendo de
la función hospitalaria, una más de las características de las milicias religiosas. ROdRígUEz-PICAvEA MATIllA, Enrique:
Los monjes guerreros en los reinos peninsulares: Las órdenes militares en la Península Ibérica durante la Edad Media, Madrid,
La esfera de los libros, 2008, pp. 251-252
17. Este fenómeno se plasmará en la erección de centro hospitalarios de diversa índole, desde las grandes fundaciones regias o nobiliarias, hasta los pequeños centros asistidos por cofradías. Todos ellos obedecían al mismo principio,
el del ejercicio de la caridad como acercamiento a Dios, pero también el de servir como medios propagandísticos de
estos colectivos. FAUS GAbANdé, Francisco: La asistencia y hospitalidad a pobres, enfermos y peregrinos en la Baja Edad
Media en el Camino Real de Valencia a Zaragoza, Valencia, Universidad de Valencia, 2011, p. 97.
18. Un gran número de freires fueron capturados a consecuencia de los muchos conlictos a lo largo del Mediterráneo,
y su liberación movilizó no sólo a las propias órdenes militares a las que pertenecían, sino también a los monarcas, la
Iglesia y otros estamentos sociales. FOREY, Alan: «The Military Orders and the ransoming of captives from Islam (twelfth
to early fourteenth centuries», en FOREY, Alan: Military Orders and Crusades, Aldershot, Variorum, 1994, pp. 259-279.
19. BROdMAN, James W.: «Community, Identity and the Redemption of Captives. Comparative perspectives across
the Mediterranean», Anuario de estudios medievales, 36-1 (2006), pp. 241-252.
20. LóPEz TERRAdA, María Luz: «El hospital como objeto histórico: los acercamientos a la historia hospitalaria»,
Revista d’historia medieval, 7 (1996), pp. 192-194.
21. AYAlA MARTíNEz, Carlos de: Las órdenes militares hispánicas en la Edad Media (siglos XII-XV), Madrid, Marcial
Pons, 2007, p. 39-48.
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y XIII, entre ellos, en la Península Ibérica, territorio que, en cuanto al desempeño de funciones asistenciales, se caracterizó doblemente por ser un espacio de
peregrinación a través del Camino de Santiago; y de cruzada, por la frontera que
mantendrá con al-Andalus22.
En este escenario destacará la actividad hospitalaria de la Orden de Santiago.
Surgida en los primeros años de la década de 1170 como milicia encargada de la
defensa de la frontera leonesa, su regla ya incluirá desde un momento temprano
la vocación no sólo militar, sino también hospitalaria de la Orden, que se dirigirá
al cuidado de los propios freires ya sea por edad, enfermedad o heridas23; pero
también al conjunto de la sociedad a través de dos aspectos: el asistencial y el
redentor. El primero se plasmó en la creación de hospitales destinados a la atención de pobres, enfermos y peregrinos24, que tendrán su principal proyección,
al menos en los primeros momentos de la Orden, en el contexto del Camino de
Santiago25. Destacarán los hospitales de Las Tiendas o Villamartín, dedicados a
la atención de peregrinos y enfermos por la lepra. Por otra parte, desde pronto,
la Orden de Santiago tomará entre sus premisas la redención de cautivos a través de la obligación de invertir parte del botín de guerra en su rescate26 y de la
creación de centros hospitalarios especializados en este aspecto. Denominados
como «hospitales de frontera», por su situación geográica y su especialización
funcional, la mayoría surgirán entre inales del siglo XII y principios del XIII. En
el reino de Castilla los más tempranos fueron los de Toledo y Cuenca, fundados
ambos en 1180 por iniciativa de Alfonso VIII, cediendo para ello importantes rentas y derechos. Más tarde se crearán los de Huete (1198), Alarcón (antes de 1203),
Moya (1211), Talavera (1226) y Uclés (1227)27 . Estos hospitales, administrados bajo
el sistema de encomiendas, crearán desde un momento temprano una importante
22. ROdRígUEz-PICAvEA MATIllA, Enrique: «The military orders and hospitaller activity on the Iberian Peninsula
during the Middle Ages», Mediterranean Studies, 18-1 (2009), p. 24-43.
23. El capítulo XXVIII de la regla recoge: «Que haya en la Orden casas donde esten los Freyles viejos y llagados y
casa de enfermerias donde esten los enfermos», Regla y Establecimientos de la Caballería de Santiago del Espada: Con
la historia del origen y principio della, Edición impresa, Madrid, 1627 (Recurso digital de Galiciana), p. 45 v. Este aspecto
se plasmará en la creación de enfermerías en los distintos centros de la Orden, como la de la casa prioral de Uclés; y
en la obligación de disponer de medios sanitarios para la atención en la guerra.
24. Aspecto que queda plasmado en el capítulo III de la Regla: «Como han de recibir y dar las cosas necesarias a
los pobres de Iesu Christo», Regla y Establecimientos... p. 40 v.
25. Esta realidad no será exclusiva de la Orden de Santiago, sino que casi todas las milicias presentes en la Península Ibérica tendrán, en mayor o menor medida, protagonismo en el Camino Jacobeo. ROdRígUEz PICAvEA, Enrique,
MATEllANES MERCháN, José Vicente: «Las órdenes militares en las etapas castellanas del Camino de Santiago», en
SANTIAgO OTERO, Horacio (coord.): El Camino de Santiago: la hospitalidad monástica y las peregrinaciones, Salamanca,
Junta de Castilla y León, 1992, pp. 355-356.
26. Que los Freyles den para cautivos lo que ganaren en tierra de moros, Capítulo XXVI de Regla y Establecimientos...
p. 45. De hecho será la única, junto con la orden aragonesa de Montegaudio, en incluir la premisa de la liberación de
freires cautivos en su normativa. FOREY, Alan: op. cit. pp. 267-273.
27. En Aragón se crearán tres: zaragoza (antes de 1191), Teruel (1200) y Castiel (antes de 1234). Y en León, de
forma más tardía los de: Castrotorafe (aprox 1220), Sancti Spiritus de Salamanca (1223). ROdRígUEz-PICAvEA MATIllA,
Enrique: Los monjes guerreros... pp. 262-269.
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base rentística, gracias a las donaciones que recibieron, los derechos con los que
contaron, y el apoyo de la Corona y la Iglesia28.
FIgURA 1. MAPA CON lOS «hOSPITAlES dE FRONTERA» CREAdOS POR lA ORdEN dE SANTIAgO EN SUS PRIMEROS MOMENTOS.
Frente a esta realidad la mayoría verán disminuidas sus funciones hospitalarias
a lo largo del período medieval, debido a una serie de factores: la pérdida del peso
de la actividad redentora debido al alejamiento de la frontera29; la conlictividad
interna recurrente, especialmente durante el siglo XV, que supondrá la desaparición
y ruina de varios de estos centros; y la dejadez general de los comendadores a su
cargo que tenderán a abandonar sus funciones30. Debido a esto, muchos centros
dejarán de ser hospitales, aunque se mantendrán sus encomiendas, mientras que
otros que sí permanecerán como tales apenas mantendrán su labor asistencial.
A inales del siglo XV, en territorio castellano, únicamente se conservaban los de
Toledo, Cuenca, Uclés y Alarcón, siendo, no obstante, su estado de ruina y dejadez31. Esta situación remitirá en los últimos años del siglo XV y principios del XVI,
28. En este sentido, J. Matellanes Merchán hace un interesante planteamiento sobre la potencia económica
de las encomiendas hospitalarias santiaguistas poniéndola en relación con el fundamento ideológico de la caridad, y
planteando que estas instituciones fueron producto de ambos intereses: el ideológico y el económico. MATEllANES
MERCháN, José Vicente.: «La hospitalidad en la Orden de Santiago: Un proyecto ideológico o económico (1170-1350)»,
Studia historica. Historia medieval, 11 (1993), pp. 125-140. También resulta de gran interés para conocer la capacidad
económica de estos centros el estudio que hizo Paulino Iradiel sobre el hospital de Santiago de Cuenca, atendiendo
especialmente al desarrollo de su patrimonio. IRAdIEl MURUgARREN, Paulino: op. cit.
29. En el caso de Santiago, tradicionalmente se ha señalado la fecha de 1250 como un punto de inlexión en la
actividad redentora de la orden como consecuencia de que esta obtuviera del papa Inocencio IV la posibilidad de invertir
los recursos del hospital de Toledo en otras cuestiones distintas al rescate de cautivos. FOREY, Alan: op. cit. pp. 272-273.
no obstante, es necesario matizar esta airmación a tenor de las últimas investigaciones, pues la conlictividad con el
norte de África, y el tráico de cautivos derivado de ella, serán muy intensos en estos momentos y la Orden de Santiago
será partícipe de la actividad redentora asociada. PORRAS ARbOlEdAS, Pedro Andres: «La obligación de rescatar cautivos
y la Orden de Santiago (1517-1535)», Hispania Sacra, 69-139 (2017), pp. 195-219.
30. ROdRígUEz-PICAvEA MATIllA, Enrique: «The military orders... pp. 42-43.
31. El hospital de Toledo apenas mantenía su función asistencial con algunas camas para pobres, mientras que la
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momento en que ya bajo la administración de los Reyes Católicos, se proyecte
la restitución y renovación de la vocación hospitalaria de la Orden, en un marco
general de reforma. Este proyecto se concretará principalmente en dos aspectos:
institucionalmente en la creación de la igura de los administradores32; y materialmente en la erección de grandes centros como serán los de Toledo y Cuenca33.
El hospital de Alarcón, por su parte, también será participe de este proceso de
reforma, aunque la intervención será mucho más modesta. En el plano administrativo el hospital mantendrá su independencia por poco tiempo integrándose
a principios del siglo XVI dentro de la encomienda del hospital de Cuenca34. En
el plano material el hospital también será reconstruido, pero a diferencia de los
centros toledano y conquense, en Alarcón el proyecto no pasará mucho más allá
de restituir las antiguas estructuras que estaban en ruinas, aproximándose más
al hospital medieval característico.
1.2. EL HOSPITAL MEDIEVAL
EN SU DIMENSIÓN MATERIAL
La hospitalidad, como prácticamente cualquier fenómeno social, tendrá una
plasmación material que se concretará en el espacio del hospital. Un elemento
principalmente concebido como ente arquitectónico diseñado para dar soporte
a todas aquellas actividades relacionadas con la labor asistencial. Así, la coniguración del hospital siempre irá ligada a la evolución del propio concepto de
hospitalidad y a las funciones que en ella se desempeñen para con sus beneiciarios, principalmente los pobres, los enfermos y los peregrinos35.
mayoría del complejo estaba arrendado como viviendas a distintas personas. En el caso de Cuenca el hospital estaba
en ruinas desde mediados del siglo XV cuando las tropas aragonesas y navarras lo utilizaron como cuartel en el contexto del ataque a la ciudad dirigido por Juan González de Alcalá y Fernando Alonso durante el reinado de Juan II. El
hospital de Uclés está también siendo investigado actualmente en el marco de nuestro proyecto aunque hasta 1507
las noticias son escasas, entonces su estado no era óptimo aunque sí parecía funcionar. Por su parte el hospital de
Alarcón estuvo arruinado prácticamente durante todo el siglo XV como veremos más adelante. MElERO FERNáNdEz,
Mª Inés: op. cit.; PéREz MONzóN, Olga: «El Hospital de Santiago de Cuenca... ; Archivo Histórico nacional (AHn),
OOMM, Uclés, L.1073c, p. 50.
32. De carácter temporal y que sustituirán al tradicional cargo de comendador. PORRAS ARbOlEdAS, Pedro: La
Orden de Santiago en el siglo XV: La provincia de Castilla. Madrid, Dykinson, 1997, p. 144
33. A principios del siglo XVI se inicia la construcción de dos grandes centros hospitalarios santiaguistas en ambas
ciudades que se fundamentarán sobre las nuevas ideas de la asistencia «moderna», en los que la sanidad cobrará una
mayor importancia, y donde destacarán los nuevos principios arquitectónicos renacentistas. Ambos hospitales han
sido estudiados por Olga Pérez Monzón: PéREz MONzóN, Olga: «El hospital de Santiago de Toledo en el siglo XVI»,
El arte español en épocas de transición: Actas, Universidad de León, vol. 1, 1992, pp. 355-366 y PéREz MONzóN, Olga: «El
Hospital de Santiago de Cuenca...
34. Similar proceso había sufrido el hospital de Moya, aunque en una fecha mucho más temprana, entre 1234 y
1248. IRAdIEl MURUgARREN, Paulino: op. cit., p. 185.
35. Para una visión general sobre la dimensión arquitectónica de los hospitales en la Edad Media es interesante
consultar el capítulo correspondiente de FERNáNdEz MéRIdA, María Dolores: «Aproximación a la historia de la arquitectura hospitalaria», Cuadernos de arte e iconografía, 15-29 (2006), p. 25-44.
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Ciñéndonos al marco de la Edad Media sería imposible deinir un modelo
general de hospital, pues cada caso responderá a toda una serie de condiciones,
desde el propio contexto de su creación, la entidad de éste o las funciones que
en él se desempeñaban36. No obstante, sí que podemos destacar una serie de elementos comunes que estarán presentes en prácticamente todos los hospitales y
que responderán a la necesidad de suplir las principales funciones vinculadas a
estos. Su ubicación, por norma general, cercana a las poblaciones, pero diferenciada espacialmente de estas, siendo común su localización en los accesos y las
afueras. Esta separación, también se plasmará arquitectónicamente a través del
cierre del circuito del hospital por un muro dentro del cual se disponían todos
los elementos necesarios para el funcionamiento de éste. Así mismo, tendrán una
clara relación con las vías de comunicación, algo lógico teniendo en cuenta que
los colectivos a los que estaban dirigidos los hospitales, principalmente de pobres
y peregrinos, eran grupos en movimiento no asentados en lugares concretos. Una
segunda característica será el vínculo prácticamente indisociable del hospital con
el templo. En la atención hospitalaria medieval primará la dimensión espiritual
sobre la física, de tal manera, que la cercanía con lo divino sea una premisa fundamental en cuanto a la atención de pobres, enfermos y peregrinos. Es por ello
por lo que casi todos los hospitales contarán con espacios sagrados, desde grandes
iglesias en los centros más importantes, hasta pequeñas capillas anejas, o altares
dentro de las propias salas. Elementos que tratarán de situarse siempre en conexión espacial, e incluso visual, con el lugar donde se aposenten estos colectivos.
Por último, un tercer aspecto será la propia coniguración del espacio del hospital
que, por norma general, se plasmará en una sala común, relativamente amplia, y
en ocasiones compartimentada, donde se aposentaban todos los que acudían al
hospital sin distinción37.
Sobre estas tres premisas se dispondrán la mayoría de los hospitales medievales. Dejando a un lado los centros más importantes38, los hospitales por norma
general obedecerán arquitectónicamente a modestos ediicios basados en las
tradiciones constructivas de cada lugar que se adaptarán a la labor asistencial.
Por citar algunos ejemplos de territorios relacionados con las órdenes militares
cabe destacar el caso de los hospitales extremeños que en la mayoría de los casos se adaptarán al esquema de vivienda típico de la zona, con sus dependencias
estructuradas en torno a un pasillo central39. En el caso del Campo de Calatrava
36. Por ejemplo, F. Faus Gabandé distingue hasta siete tipos distintos de hospitales medievales en función de su
entidad, forma o dedicación. FAUS GAbANdé, Francisco: op.cit., pp. 97-106.
37. JETTER, Dieter: op. cit. p. 266-268.
38. Uno de los casos más excepcionales y mejor estudiados es el del Hospital del Rey de Burgos, fundado por
Alfonso VIII en el marco del camino de Santiago. MARTíNEz GARCíA, Luis: El Hospital del Rey de Burgos. Poder y beneicencia en el Camino de Santiago, Universidad de Burgos, Servicio de Publicaciones, 2002.
39. RUIz MATEOS, Aurora: «Hospitales extremeños de la Baja Edad Media», Revista de Estudios Extremeños, 41
(1985), pp. 539-559.
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los centros hospitalarios se caracterizarán por el modelo de varias dependencias
dispuestas en torno a un patio o corral entre las que destacaban la sala o salas
de aposentamiento de los pobres, una cocina y un portal40. Modelo similar al de
los territorios santiaguistas madrileños, fundamentados en el corral como elemento distribuidor41. La mayoría de estos hospitales, a pesar de estar en señorío
de órdenes militares, dependerán de concejos, iglesias y ermitas o cofradías. No
obstante, su realidad material será muy similar a sus homólogos de las milicias,
como argumenta O. Pérez Monzón planteando que los hospitales de las órdenes
militares, como el conjunto de su arquitectura, no respondieron a un modelo o
a unas cualidades concretas, sino que se construyeron conforme a la estética del
momento y los condicionamientos de su entorno42. Este será el caso del hospital
santiaguista de Alarcón, conigurado como un relativamente modesto ediicio
cuyos espacios principales serán el ediicio del hospital y una pequeña iglesia
estructurados en torno a un corral.
2. LOS ORÍGENES DEL HOSPITAL DE ALARCÓN Y
SU EVOLUCIÓN A LO LARGO DE LA EDAD MEDIA
El hospital de Alarcón, como hemos visto, es fundado contemporáneamente
al conjunto de los hospitales fronterizos destinados a servir principalmente a las
actividades redentoras de la Orden de Santiago.
Tras la conquista de Cuenca en 1177, Alfonso VIII retomó los avances en la
región en la década de los 80, contexto en el que se obtuvo la plaza de Alarcón
en 118443. En 1194 el rey entregó el alcázar a la Orden de Santiago junto con la
aldea de Gascas, la mitad de los portazgos de Alarcón y Alconchel, además de
otras rentas y heredades. Una situación que no duraría mucho, pues exceptuando
los portazgos, lo demás fue devuelto al concejo unos días después. No obstante,
permitió el asentamiento de la milicia en la zona, donde tendría claros intereses,
lo que se comprueba en el poblamiento de la Torre de Don Morant o la creación
y dotación del hospital, que se convertirá en encomienda con sede en la propia
villa de Alarcón44. La fecha exacta de su creación es desconocida, pero debe situarse entre los últimos años del siglo XII y 120345, momento en que ya se cita el
40. TORRES JIMéNEz, Mª Raquel: op. cit.
41. RUIz MATEOS, A.: «Arquitectura civil de la Orden de Santiago en la provincia de Madrid», en MIgUEl ROdRígUEz,
Juan Carlos de (coord.): El Madrid medieval: sus tierras y sus hombres, Madrid, Almudayna, 1990, pp. 215-217.
42. PéREz MONzóN, Olga: «La arquitectura religiosa y civil de las órdenes militares en la Castilla Medieval», en
GARCíA de CORTázAR, José Ángel, TEjA RUIz de AgUIRRE, Ramón (coords.): Del silencio de la cartuja al fragor de la orden
militar, Aguilar de Campoo, Fundación Santa María la Real, 2010, pp. 203-204
43. GARCíA MORATAllA, Pedro Joaquín: La Tierra de Alarcón en el señorío de Villena (siglos XIII-XV), Albacete, Instituto
de estudios albacetenses Don Juan Manuel, 2003, pp. 21-25.
44. GARCíA MORATAllA, Pedro Joaquín: op. cit., p. 40.
45. Julio González señaló como motivo de la erección del hospital, los cautiverios que sufría el territorio de Huete,
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hospital en la donación de una serie de propiedades46. A partir de ese momento,
la encomienda del hospital de Alarcón se integra en las redes de señorialización
santiaguistas conformándose como un agente más de feudalización y estructuración de los territorios fronterizos con el islam47. En cuanto al ediicio propiamente dicho, como en los casos de Cuenca o Moya, no se emplazará en ninguna
casa o construcción previa donada a la Orden, sino que se levantará ex novo en
los solares que poseía la milicia en la villa de Alarcón48.
Alarcón, como el resto de los hospitales redentoristas, se constituiría a lo largo
del siglo XIII como importante centro de redistribución de bienes, deinido por
P. Iradiel como una «fuente de un comercio muy rentable, al mismo tiempo que
sentaba las bases de penetración y formación de extensos patrimonios»49. En este
sentido, no hay que perder de vista los privilegios comerciales de los que gozaban
los hospitales por concesión papal50. Otro puntal económico será la ganadería,
especialmente la explotación de derechos de paso sobre las cañadas que le pertenecían. Estas vías ganaderas serían conocidas como la Cañada del Hospital, que
gozaría de una gran importancia por ser uno de los canales de articulación hacia los
pastos albaceteños51. Además de estas fuentes económicas contaría con múltiples
propiedades y explotaciones como tierras de labor, molinos, huertos o dehesas52.
No obstante, la plena función redentora del hospital no duraría mucho. Como
hemos visto, a mediados del siglo XIII la orden planteó al papa el desvío de los
ingresos destinados a la liberación de cautivos. En 1250 Inocencio IV concede a
la Orden la posibilidad de desviar los ingresos del hospital de Toledo de sus ines
originales por petición del maestre, quien argumentaba que ya no eran necesarios
Cuenca y Alarcón a manos almohades a consecuencia de la campaña de 1198. no obstante, en otro trabajo da como
fecha para su erección 1201, como señala García Moratalla. GONzálEz, Julio: Repoblación en Castilla La Nueva, Madrid,
Universidad Complutense, 1975, vol. I, p. 191; GONzálEz, Julio: El Reino de Castilla en la época de Alfonso VIII, Madrid,
CSIC, 1960, vol. I, p. 620.
46. Dono nempe vobis et concedo ad opus illius Hospitalis, quod apud Alarconem rogatu, et praecepto meo de novo
construixistis ad redimendos scilicet perpetuo, et extrahendos Captivos de terra Sarracenorum, molendina illa, quae sita
sunt in Ripa de Sucar inter Atalaiolas et Anchuelo et omnem illam haereditatem (...). Además de estos molinos, recibirá la
heredad que será conocida posteriormete como Torre de la Presa y que el hospital mantendrá en adelante. Bullarium
Ordinis Militiae Sancti Iacobi, Edición impresa de 1719 (Recurso digital de Galiciana), Anno 1203 Script. I, pp. 49-50.
47. MATEllANES MERCháN, José Vicente: «La hospitalidad en la Orden... pp. 130-134.
48. IRAdIEl MURUgARREN, Paulino: op. cit. p. 194.
49. Idem. pp. 181-246.
50. Gregorio IX había permitido a los hospitales santiaguistas el comercio con sarracenos para la redención de
cautivos, excluyendo únicamente a los caballos y mulas por su vinculación militar. Privilegio que repite Inocencio IV
quien también ordena a los obispos que absuelvan a los freires que hubieran incurrido en pecado por tener comercio
con musulmanes. MATEllANES MERCháN, José Vicente: «La hospitalidad en la Orden...» p. 131.
51. MATEllANES MERCháN, José Vicente: «La Orden de Santiago y la organización social de la Transierra castellano-leonesa (ss. XII-XIV)», Cuadernos de Historia Medieval, Sección Monografías 1 (1999), p. 277.
52. no podemos entrar aquí a analizar todas las donaciones y ganancias patrimoniales que obtuvo el hospital de
Alarcón, especialmente en sus primeros momentos, pero remitimos al trabajo ya citado de P. Iradiel donde se detallan
y analizan pormenorizadamente. no obstante, cabe destacar la donación por Alfonso VIII «de un molino situado en
el Júcar, la presa que está sobre el puente de la ciudad, un huerto y la viña», IRAdIEl MURUgARREN, Paulino: op. cit. p.
187. Este conjunto de propiedades, con la precaución oportuna, coinciden con las que se describen a inales del siglo
XV y que debieron perderse a principios de la década de 1490 debido a una riada. Archivo Histórico nacional (AHn),
Sección órdenes militares, Orden de Santiago, Convento de Uclés, Libro L.1067c, p. 287, 288.
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los hospitales de merced pues se había expulsado a los moros53. Una situación que
P. Iradiel extrapola a los hospitales conquenses, que debían estar en una situación
similar. De hecho, es en este período cuando se intensiican los conlictos entre
hospitales y concejos por el cese del pago de distintas rentas que anteriormente
habían concedido a los hospitales54. No obstante, es importante matizar que esta
airmación no implica el cese de la actividad, pues como señala P. Porras y como
veremos más adelante en la documentación, todavía existen referencias a la misma durante el siglo XVI55.
Sin duda, parte de la historia del hospital estuvo vinculada a la de la propia villa
de Alarcón56. La misma nunca estuvo desligada de los procesos históricos generales
del reino, principalmente por su relación con el señorío de Villena. En 1336 Alfonso
XI pone a las órdenes de Santiago y Calatrava al frente de Belmonte y Garcimuñoz
para hacer frente a don Juan Manuel, desde donde atacaron, entre otros la tierra
de Alarcón57. También Alarcón se vería involucrado en la guerra civil castellana,
donde de la misma manera participó la Orden de Santiago58. Durante el siglo XV,
Alarcón tampoco será ajena a las vicisitudes generales del reino, de nuevo por su
relación con Villena: el conlictivo reinado de Juan II; la incorporación de la villa
al señorío de Juan Pacheco, quien sería también maestre de Santiago y protagonista de primer orden de los movimientos políticos del reino; y especialmente su
papel en los conlictos sucesorios entre Isabel y Juana; las luchas por el maestrazgo
santiaguista entre Diego López Pacheco y Rodrigo Manrique; y después las del
propio López Pacheco con los Reyes Católicos. Conlictos todos que tendrían
uno de sus principales escenarios en tierras conquenses. Así mismo, en el último
tercio del siglo XV, las propias tierras del Marquesado se enfrentarían entre sí
bajo los bandos de «sebosos» y «almagrados»59, siendo protagonista Fernando
del Castillo, alcaide de Alarcón, quien también tendría conlictos con la orden60.
Teniendo presente la inestabilidad que rodeo a la villa de Alarcón en este período, y su relación directa o indirecta con los conlictos en los que se vio envuelta la
Orden de Santiago, es lógico que el hospital sufriese de sus efectos. Esto, unido a
53. FOREY, Alan: op. cit. pp. 272-273.
54. IRAdIEl MURUgARREN, Paulino: op. cit. pp. 197-199.
55. . PORRAS ARbOlEdAS, Pedro Andres: «La obligación de rescatar cautivos...
56. Antes de su propia integración, en 1261 el infante don Manuel y su esposa habían recibido del maestre Pelay
Pérez una serie de propiedades de la Orden como contraprestación por su ingreso como familiares de ésta. Entre ellas
destacaría el castillo de Haro, pero también el conjunto de heredades vinculadas a la encomienda del hospital de Alarcón,
como la Torre de la Presa, cabeza de la misma. Archivo Histórico nacional (AHn), Sección órdenes militares, Orden
de Santiago, Convento de Uclés, carp. 339, nº 13, perg. 260/420, documento editado en RIvERA GARRETAS, Milagros: La
encomienda, el priorato y la villa de Uclés en la Edad Media (1174-1310): Formación de un señorio de la Orden de Santiago,
Madrid, CSIC, 1985. pp. 420-422, documento 213.
57. PRETEl MARíN, Aurelio, ROdRígUEz LlOPIS, Miguel: El Señorio de Villena en el siglo XIV, Albacete, Instituto de
estudios albacetenses Don Juan Manuel, 1998, p. 81.
58. GARCíA MORATAllA, Pedro Joaquín: op. cit., p. 117-124
59. Idem. pp. 149-222.
60. En la visita de 1480 los visitadores recogen como este personaje tenía la heredad de Valhermoso, perteneciente al
hospital, y señalan la necesidad de averiguarse el título por el cuál la tenía. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1064c, p. 189.
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los problemas internos de la orden y a la cada vez más aguda dejadez de sus funciones por parte de los comendadores, harán que a largo del siglo XV el hospital
pase por un momento de crisis, ruina y abandono hasta cesar sus funciones. Esta
situación intenta solventarse, ya bajo la administración de los Reyes Católicos,
planteando un proyecto de reconstrucción del hospital y de restitución de sus
actividades que se detalla en la visita al hospital de 1495, en un contexto general
de reforma de la orden.
2.1. LA SITUACIÓN DEL HOSPITAL EN LAS
ÚLTIMAS DÉCADAS DEL SIGLO XV
Gracias a los libros de visita61 conservados podemos conocer con bastate detalle
las vicisitudes que sufrió el hospital en las últimas décadas del siglo XV, e incluso
recuperar datos de fechas más tempranas. El más antiguo de los conservados recoge
la información de la visita realizada en 146862 mostrando una situación de práctico
abandono del hospital y sus funciones: tiene el ospytal derrocado que non tyene syno
las paredes, y syn ninguna rropa, y la casa del capellán cayda. El comendador, que
por entonces era Diego de Avellaneda, no residía en Alarcón y según se recoge no
invertía los 5.000 maravedíes a los que estaba obligado para el mantenimiento
del hospital desde que obtuvo la encomienda63. Ante esa situación, los visitadores
ordenan la reconstrucción del hospital y el mantenimiento de las cuatro camas
para pobres a las que estaba obligado64. No obstante, a pesar de este mandato, la
situación era la misma diez años más tarde cuando vuelve a visitarse el hospital,
estando todos los ediicios sin tejados ni puertas65. Ese año ni siquiera parecía
haber un capellán que mantuviese la iglesia. Por todo, mandan a los arrendadores
61. Estos documentos, hoy conservados en la sección órdenes Militares del Archivo Histórico nacional, constituyen
una fuente excepcional para el conocimiento de las milicias y su contexto a inales de la Edad Media (el más antiguo
data de 1468). En ellos se detalla la información recogida por los visitadores en su función de inspección interna de la
Orden, sus miembros y propiedades, entre las que se incluyen los hospitales. ORTIz RICO, I.M.: «Los libros de visita de
las órdenes Militares como fuentes historiográicas. La Orden de Santiago en Castilla-La Mancha», en La investigación
y las fuentes documentales de los archivos, Guadalajara, 1996, vol. II, p. 1101-1111. Una edición de algunos de los libros de
visita conservados relativos a los señoríos santiaguistas ubicados en la actual provincia de Cuenca puede encontrarse
en: JIMéNEz RAllAdO, Eduardo et alii (eds.): Libros de visita de la Orden Militar de Santiago. Provincia de Cuenca. Siglos
XV-XVI, Sevilla, Al-Mudayna, 2009, 2 volúmenes.
62. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1233c, p. 85.
63. Informan que el año que se visita, es decir, 1468 hacía más de catorce años que ostentaba el cargo de comendador, por lo que podríamos estimar que fue proveído de ella antes de 1454. L.1233c p. 85-86.
64. Una cifra que a priori puede parecer modesta pero que sigue la tónica de la mayoría de los hospitales medievales situados en áreas rurales. Sirva de ejemplo los casos estudiados por A. Ruiz Mateos tanto para la zona extremeña
como Madrid, que en la mayoría de los casos responden a una casa con una sala común donde se hospedaban los que
acudían al hospital. RUIz MATEOS, Aurora: «Hospitales extremeños... y RUIz MATEOS, A.: «Arquitectura civil de la Orden...
65. Los restos del hospital son descritos con más detalle que en la visita anterior: una casa de çinco tapias en alto,
larga de su fasera de cal, con su buen çimiento de cal y canto, está destechada de teja e madera (...) donde solían estar las
camas de rropa en que dormían los pobres. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1063c, p. 189.
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de la encomienda66 que retengan lo que deben pagar al comendador hasta que
cumpla con lo que le es mandado. La siguiente referencia corresponde a la visita
de 1480. En ella se describe por primera vez la iglesia aneja al hospital que tenía la
advocación de Santa María, y cuyo estado era de cierto deterioro. Señalan además
la ausencia de capellán que la atendiese por lo que ésta carecía de ornamentos.
Por ello mandan remediar todo esto67. Por su parte, el hospital continuaba en el
mismo estado que en la visita anterior. Entonces los visitadores hacen ciertas
averiguaciones y se informan de que el hospital llevaba en esa situación más de
ochenta annos68, lo que nos llevaría, con las reservas oportunas, a inales del siglo
XIV. Este dato es muy interesante a pesar de su imprecisión, pues nos indica que
la situación de ruina del complejo era prácticamente general a todo el siglo XV.
Además de volver a incidir en la negligencia del comendador en el mantenimiento
del hospital, la iglesia y su capellán, ese año también recogen su incumplimiento
en cuanto a la redención de cautivos69. No obstante, pese a no haber cumplido
los mandatos en lo relativo a la restitución del hospital, el comendador sí había
actuado para dar asistencia a los pobres, cediendo una casa en la villa70.
La visita de 1495 marca un punto de inlexión en la situación del hospital. En
esa fecha, la encomienda había cambiado de titular, siendo ahora Alonso de Acuña
su tenente, quien por entonces no era más que un niño y no residía en Alarcón71.
Así, es Marcos Martínez, entonces capellán de la iglesia, quien les atiende durante
la visita. Las descripciones de este año son mucho más ricas, tanto para la iglesia
como para los ediicios del hospital, y nos permiten aproximarnos a la realidad
de su isonomía, como trataremos más adelante. Visto el hospital, los visitadores
disponen entonces una detallada relación de obras a realizar en el conjunto del
66. Estos eran Juan Montesino, Juan de Sevilla y Gómez de la Parrilla, y debían retener un total de 14.000 maravedíes. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1063c, p. 189.
67. Respecto al mal estado del ediicio, señalan que la cubierta estaba en mal estado, especialmente el tejado, lo
que había producido daños a la armadura de la zona de la capilla; y al campanario le faltaban algunas piedras. De nuevo,
ante la ausencia del comendador, mandan reparar la iglesia a un tercero, en este caso a Diego de Illescas arrendador
de los molinos de la Orden, para lo cual disponen que invierta un total de 4.000 maravedíes. Más adelante, en los
mandatos, ordenan al comendador que invierta un total de 10.000 maravedíes para dotar a la iglesia de ornamentos
litúrgicos. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1064c, p. 130-131.
68. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1064c, p. 131.
69. En esta vista, le mandan que rescatase a un cristiano de los que están cabtivos en tierra de moros, de los más
estrangeros del rreyno e más pobres que se fallare. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1064c, p. 132-133.
70. El ediicio era muy sencillo, un zaguán, una habitación con tres «atajos» de camas, un palacio o sala principal
y un corral con un pozo. Otra noticia interesante recogida en esta visita es la referencia a «dos camas de ropa» que
el padre de Diego de Avellaneda había cedido al hospital tras su muerte. Estas fueron tasadas en 2.000 maravedíes
que se ofreció a pagar un tal Juan de Valverde en compensación de una deuda que tenía con el comendador. AHn,
OOMM, Santiago, Uclés, L.1064c, p. 130-131.
71. En la visita de ese año se recoge como estando en Ocaña compadeció ante los visitadores Fernando de
Oviedo, mayordomo del comendador, el cual les informó quel dicho comendador es ninno, de hedad de nueve annos
poco más o menos, e non reside en su encomienda, que lo presentava e presentó ante ellos, para que lo vean e visiten. E los
dichos visitadores vieron el dicho comendador, el qual paresçe de la dicha hedad, e por ser ninno non sabe la regla ni reza
como es obligado. E preguntan al dicho mayordomo si tiena la regla por donde se ensenne. E dixo que si tiene. Los dichos
visitadores le mandaron que gela faga leer continuamente, fasta que la aprenda. Fue proveído de hábito y encomienda
por el maestre Alonso de Cárdenas, aunque la fecha es desconocida pues dicen que la data estaba en blanco. AHn,
OOMM, Santiago, Uclés, L.1067c, p. 286.
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hospital para proceder a su reconstrucción y su rehabilitación, las cuales son notiicadas a Diego de Paez, quien tenía arrendada la encomienda, al cual mandan
poner en embargo las rentas de de ésta y librar de ello un total de 30.000 maravedíes para las obras del hospital a cuyo cargo queda Martín de Olmedilla, vecino de Alarcón72. El proyecto y las obras correspondientes se extenderán durante
varios años, interrumpiéndose y modiicándose al mismo tiempo que el peso del
hospital decaía ligeramente, lo que analizaremos a continuación.
3. LA FISONOMÍA DEL HOSPITAL Y
EL PROYECTO DE RECONSTRUCCIÓN
Antes de analizar el proyecto y su desarrollo cabe hacer un primer acercamiento a la situación y disposición del conjunto de ediicios que constituían el
hospital de Alarcón.
FIgURA 2. lOCAlIzACIóN dEl EMPlAzAMIENTO dONdE SE ENCONTRAbA El ANTIgUO hOSPITAl dE AlARCóN,
hOY CEMENTERIO dE lA lOCAlIdAd hOMóNIMA.
El hospital, del que se conservan algunos restos materiales que hemos podido
estudiar, estaba situado en la península sobre la que se asienta la población de
Alarcón. Ésta está formada por una pronunciada hoz del río Júcar, que crea un
profundo barranco, conformando una zona prácticamente aislada de importantes factores defensivos. El hospital estaba situado al suroeste de la villa, cerca del
72. Además de este libramiento para las obras, disponen que pague de esas rentas los 5.000 maravedíes que le
correspondían al capellán, además de 30 fanegas de trigo, incrementando, el valor de esta renta que en los años anteriores era únicamente de 3.000 maravedíes. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1067c, p. 292-293.
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barranco del río, en una zona separada de la población y cercana a una de las vías de
comunicación por el sur a través del llamado puente de El Picazo o de Chinchilla.
FIgURA 3. CROqUIS INTERPRETATIvO dE lA dISPOSICIóN dEl hOSPITAl EN RElACIóN Al AClTUAl CEMENTERIO.
FIgURA 4. vISTA gENERAl dE lA PROPUESTA dE RECONSTRUCCIóN vIRTUAl dEl hOSPITAl EN RElACIóN
Al bARRANCO FORMAdO POR lA hOz dEl RíO.*
* A partir de las referencias documentales y arqueológicas, y tras un proceso de debate entre varios especialistas se
realiza esta propuesta que, como cualquier conclusión historiográica, es una hipótesis revisable a tenor de nuevas
investigaciones. no obstante, sirve para aproximarnos a la concepción espacial que debía tener el hospital en la bisagra
de los siglos XV y XVI. Cabe destacar que la mayor parte de las texturas empleadas se han realizado en base a fotografías
originales de los materiales del ediicio y en función de las características constructivas de éste. Actualmente estamos
inmerso en el proceso de elaboración de un artículo donde se explica la metodología aplicada para la ejecución de este
y otros modelos virtuales vinculados con las órdenes militares.
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En cuanto a su disposición, el conjunto arquitectónico estaría estructurado
en torno a un patio o corral, con sus ediicios situados en los extremos de éste.
La iglesia estaría al norte cerrando gran parte de este lado; el ediicio del hospital
al oeste, también cerrando el lanco, y el sur y el este quedarían exentos salvo por
la posible presencia de un portal colgadizo y una casa. Todo el conjunto estaría
cercado por un muro de tapias, que además de guardar el hospital serviría para
evitar el peligro del cercano barranco.
3.1. EL PROYECTO DE RECONSTRUCCIÓN DE 1495
Una vez planteado el esquema general del conjunto del hospital analizaremos la
realidad material de éste en 1495 y las obras que se proyectan para su reconstrucción.
La iglesia de Nuestra Señora
La iglesia de Nuestra Señora, todavía conservada en parte73, constituye el
elemento constructivo de mayor entidad del hospital. Se trata de un ediicio de
estilo rómanico, de una nave con un ábside semicircular en el que se abren tres
vanos abocinados. La obra es de mampostería, con las esquinas de cantería74.
El presbiterio estaría separado del la nave por un un arco toral, sobre el cual se
situaría una espadaña equipada con una campana mediana75. La cubierta era de
artesonado de madera a par e hilera, tallada y pintada tanto en el cuerpo como
en la capilla, estando en la actualidad, esta última, cubierta en parte por un falsotecho de yeso. La iglesia debía contar con dos puertas situadas a ambos lados de
la nave. La principal, al sur, que conectaría con el recinto del hospital, y que debe
corresponderse con la actualmente asentada y tapiada en el muro de cerramiento de la cabecera de la iglesia76. Y otra al norte, que podría conectar con la villa,
y que parece estar oculta por la construcción de un panteón privado77. Además
73. La iglesia ha sido estudiada por T. nieto Taberné en su obra sobre el románico en Cuenca quien fecha su
construcción poco después de 1190. El ediicio se integra en el modelo característico de templo románico de la zona
deinido como una iglesia de nave única, con presbiterio, ábside y espadaña, orientado longitudinalmente en dirección
este-oeste, cubierto mayoritariamente con armadura de madera, con ventanas aspilleradas como únicos vanos de
iluminación, presbiterio diferenciado por un arco triunfal, puerta principal situada en el muro meridional, y cornisa
rematada en canecillos. Elementos que se corresponden íntegramente con este caso. nIETO TAbERNé, Tomás et alii: El
románico en Cuenca, Cuenca, Estudio Museo, 1994, p. 60-63
74. En las esquinas del muro oeste se aprecian varias marcas de cantero que permiten datar el muro como original de
la iglesia a pesar de su aparente desconexión espacial actual por la desaparición de la mayor parte de la nave de la iglesia.
75. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1067c, p. 287-288
76. Se trata de un arco apuntado formado por tres cordones y un amplio bocel, que descansa sobre dos pilastras.
nIETO TAbERNé, Tomás: op. cit., p. 170.
77. Esta estructura aprovecha el muro norte de la iglesia y su puerta se correspondería con el acceso septentrional
del templo. no pudimos acceder al interior durante la prospección arqueológica, pero según T. nieto Taberné, se trata
de un arco apuntado formado por varias arquivoltas, con gruesos baquetones e imposta con decoración en relieve de dos
cintas onduladas entrecruzadas formando eses, separadas por decoración de puntas de diamante. El autor, no obstante,
señala que esta descripción está hecha en base a referencias no contrastadas. Idem. p. 170. Sí que se encontraron
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de las portadas, únicamente encontramos elementos decorativos exteriores en
una serie de canecillos de cuerpo cóncavo y frente rectangular situados en la
cornisa del cuerpo y la cabecera. La mayoría son lisos, exceptuando algunos con
decoración vegetal, y dos en los que se reprensentan, respectivamente, una y dos
iguras antropomorfas 78. Respecto a su mobiliario, según las fuentes, la capilla
principal contaba con un retablo de yeso con una escultura de Santa María79. En
el cuerpo había otro altar dedicado a Santa Catalina, con una imagen de ésta y
otro tres santos sin identiicar. A los lados se dispondrían unos poyos o bancos
corridos. Un dato muy interesante es que en las paredes estaban colgados algunos
hierros de cativos e muchos estados e iguras de çera de noçiones e enfermedades que
Nuestra Sannora sanó de los que a ella se encomiendan80. El primer elemento es
especialmente relevante pues no hay que perder de vista que la función principal
del hospital, en origen, era la redención de cautivos.
FIgURA 5. RESTOS CONSERvAdOS dE lA IglESIA dE NUESTRA SEñORA, INTEgRAdOS EN El ACTUAl CEMENTERIO dE lA lOCAlIdAd
dE AlARCóN. PUEdE ObSERvARSE El ARCO dE lA PUERTA ORIgINAl qUE ESTARíA EMPlAzAdO EN El MURO SUR dEl EdIFICIO.
durante los trabajos de campo posibles restos de la decoración en punta de diamante embutidos en el muro norte del
citado panteón (igura 12).
78. Están situados en el arranque del presbiterio del muro norte. Según T. nieto Taberné, son uno de los pocos
ejemplos de iguras antropomorfas completas que se conservan en el románico conquense (igura 13). Idem. p. 170.
79. Otros elementos descritos en la zona del altar son dos sábanas, el ara, un alfamar (manta o cobertor) y una
lámpara con el bacín.
80. Más adelante, en la visita, aluden a la devoción existente hacia esta iglesia, dando una relación de las limosnas y
mandas que los ieles debían, principalmente en metálico y animales. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1067c, p. 293-294.
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A pesar del relativo buen estado de la iglesia, las obras que mandan hacer en
ella son destacables. En cuanto a la cubierta, mandan desmotarla entera desde
el campanario hasta los dos primeros tirantes, volviendo a montarla con piezas
nuevas y en buen estado, cubriéndolo todo con teja y caballete de cal y arena. Así
mismo, mandan revocar la cantería del campanario. En el interior, disponen que
se haga una reja de madera que debía situarse en el arco toral, muy probablemente con la función de separar el presbiterio del cuerpo81. También mandan que se
mueva el altar mayor colocándolo arrimado a la pared de la cabecera, haciendole
gradas y alzándolo de manera que quede un hueco para guardar debajo un arca
con los ornamentos de la iglesia, cerrando la ventana que estaba a las espaldas82.
Por ultimo mandan blanquear el espacio interior83.
FIgURA 6. dETAllE dE lA RECONSTRUCCIóN vIRTUAl dEl hOSPITAl CON lA IglESIA dE NUESTRA SEñORA EN
PRIMER PlANO. PUEdE APRECIARSE lA lOCAlIzACIóN ORIgINAl dE lA PUERTA dE ACCESO EN El lAdO SUR.
El hospital de los freires
El núcleo funcional del hospital lo constituía el ediico destintado a albergar
a los que en él se hospedaban. Esta estructura estaría emplazada en la zona oeste
del hospital, de la cual interpretamos que forma parte un muro conservado en
la actualidad y situado algunos metros al oeste del cementerio84. Este ediicio,
81. La reja debía contar con una puerta con cerradura y estar decorada con sus lores de hierro ençima. También
indican que debía llegar hasta la repisa, lo que podemos interpretar como el arranque del arco toral.
82. El hueco que mandan dejar bajo el altar supliría la falta de un espacio de sacristía donde guardar los ornamentos
dadas las pequeñas dimensiones del templo. Por su parte, la referencia al desplazamiento del altar y el cerramiento
del vano, parecen indicar que el altar estaba situado algo adelantado respecto a la pared de la cabecera de la iglesia,
contando esta con un vano de iluminación (abierto en la actualidad), cuyo cierre muy probablemente tuviese que ver
con el asentamiento del altar pegado a la pared.
83. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1067c, p. 292.
84. Se trata de un muro de tapial calicostrado levantado sobre un zócalo de mampostería que se adapta al desnivel
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deinido por los visitadores como la casa del ospital de los leyres, se describe como
una casa baja, destechada de la que sólo se conservaban los muros hechos de tapias
de tierra sobre cimientos de mampostería.
FIgURA 7. MURO CONSERvAdO Al OESTE dEl ACTUAl CEMENTERIO, PERTENECIENTE Al EdIFICIO dEl
hOSPITAl SEgúN NUESTRA INTERPRETACIóN.
Ante la situación del ediicio, los visitadores proyectan un detallado programa
de obras destinado a cubirlo y compartimentar su espacio interior. En primer lugar,
los muros conservados debían ser derribados media tapia hasta dejarlos en irme,
para armar sobre ellos un tejado a cuatro aguas85. Una vez cubierto el ediicio, se
especiica la compartimentación interna de éste, que en principio debía contar con
cuatro espacios diferenciados. En la parte más baja, hacia el río86, se debían hacer
dos atajos o habitaciones que debían servir, respectivamente, como estancia para
el hospitalero, el más bajo, y como cocina el más alto, en la cual debía construirse
una chimenea en la pared orientada a la iglesia. Ambas dependencias debían tener
un total de 15 pies de largo cada una, con un ancho de 20 pies, dejando espacio en
la entrada para hacer un zaguán o casa-puerta. Por su parte, el nivel superior, al
norte de este zaguán, estaba destinado a los dormitorios del hospital. Disponen
del terreno. Su fábrica parece datar el muro en el siglo XIII lo que lo aproximaría a la fecha de fundación del hospital.
85. Se dan más detalles de cómo ha de ser la armadura: con sus traviesas y suelas de vigas, enmaderada con
buenos tirantes y ripia, y encima teja con caballete de cal.
86. Esta referencia, según la orientación de los restos conservados, debía situarse al sur del complejo, siendo el
lado más cercano al río y el más bajo en pendiente.
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su división en dos estancias, una de 13 pies de largo por 20 de ancho, dedicada a
los religiosos y otras personas honestas, y otra más arriba, de 18 pies por 20, destinada a las dependencias para los pobres87. Ambas debían contar con sus lunbreras
en la parte del sol (...) bien fechas e enluzidas de yeso y con sus respectivas puertas
con cerradura. Por último, en la puerta principal, mandan hacer los umbrales,
colocar las puertas, con cerrojo, cerradura y aldaba, y hacer un tejado pequeño
para proteger la entrada de la lluvia. Así, podemos estimar que la planta general
del ediicio ocuparía aproximadamente una supericie rectangular dispuesta en
pendiente con orientación norte-sur, de 20 pies por algo más de 60, o lo que es
lo mismo unos 5,5 por 17 metros88.
FIgURA 8. dETAllE dE lA RECONSTRUCCIóN vIRTUAl CENTRAdO EN El EdIFICIO dEl hOSPITAl. dE
IzqUIERdA A dEREChA SE dISPONdRíAN lA hAbITACIóN dEl hOSPITAlERO, lA COCINA, El zAgUáN Y lAS
ESTANCIAS dESTINAdAS A lOS hUéSPEdES.
La cerca y otros elementos del hospital
Además de los dos ediicios citados, el hospital contaba con una serie de elementos constructivos que también son objetos del proyecto de 1495. En la visita
señalan que alrrededor de la iglesia esta mucho espaçio de canpo, en el qual paresçen
çimientos e sennales de ediiçios antiguos, sin duda restos del complejo hospitalario
original que probablemente sería más grande89.
87. Esta distinción era muy frecuente en los hospitales ya que además de servir para acoger a los pobres, serían
utlizados como lugar de aposentamiento para freires u otras personas que estuviesen de paso. Así, hemos podido documentar el mismo fenómeno en otros hospitales situados en los territorios santiaguistas conquenses como Huélamo
o Hinojosos. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1067c, p. 258; AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1084c, p. 1360-1363.
88. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1067c, p. 290-291.
89. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1067c, p. 288. En el estudio arqueológico se pudieron documentar los
arranques de unos muros situados al este del actual cementerio que podrían tener relación con el hospital.
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Respecto al proyecto de obras, primero abordan la cuestión de los muros que
debían cercar el conjunto. En el muro del lado de la villa, que situamos en el cerramiento norte del complejo, mandan hacer por fuera un respaldar de cal y canto
con un canal alrededor para evacuar las aguas y que no dañasen los muros90. Disponen también, que desde la esquina de la casa del hospital hacia la parte del río
en adelante se haga un muro de 15 tapias de largo y 2 de alto para evitar el peligro
del río91. Por último, el patio que estaba a las espaldas de la iglesia, también hacia
la parte el río, debía cercarse de tres tapias en alto92, haciendo una puerta junto a
la esquina a la parte del hospital93.
El proyecto del hospital se concreta con la construcción de dos espacios más. El
primero una casa destinada a servir como vivienda para el capellán94, y que interpretamos que debía emplazarse en la zona este, pues lo referencian a la izquierda
conforme se salía de la iglesia. Así, su pared oriental debía aprovechar la cerca del
patio, pues disponen que sobre esta se alce tapia y media más para completar la
altura de la casa. Su anchura debía de ser de dos tapias. La casa contaría con un
piso bajo, compartimentado en una cocina y una sala o palacio, además de una
cámara de almacenaje situada sobre este piso. El segundo elemento proyectado
era un colgadizo apoyado sobre postes de madera que debía situarse en el lienzo
frontero a la puerta de la iglesia, interpretamos que al sur del conjunto95 y que
probablemente serviría para que estuviesen allí los que se hospedaban durante el
día como señala R. Torres Jiménez para los hospitales de Campo de Calatrava96.
Dipuestas las obras mandan, siguiendo la fórmula habitual, que se hagan de
buena manera y a vista de maestros que dello sepan, quedando a su cargo el ya mencionado Martín de Olmedilla, vecino de Alarcón, que debía emplear los 30.000
maravedíes librados para el proyecto97.
90. Recordamos que el conjunto del hospital se situaba en una de las laderas de la península en la que se emplaza
la localidad de Alarcón, concretamente en una zona en pendiente próxima al barranco que forma la hoz del Júcar, por
lo que la cantidad de agua que circularía por la zona sería considerable durante los momentos de lluvia.
91. Concretamente, disponen que estas tapias se construyesen por donde iban antiguamente, de tal manera que
el recinto nuevo debía ser aproximadamente similar al antiguo. Respecto a su función, la descripción es clara teniendo
en cuenta que el hospital se emplazaba a pocos metros de un barranco que cae casi en vertical hasta la hoz del río Júcar.
92. Al igual que la anterior debía levantarse desde los cimientos conservados, o haciéndolos como estos donde no
se mantuviesen. Además, las tapias debían ir bardadas y con sus aceras de cal y arena por dentro y fuera.
93. Este dato es algo impreciso, pero interpretamos que esta puerta podría situarse en la esquina noroeste del
conjunto probablemente cerca del camino actual que conecta el cementerio con la localidad.
94. La función de esta vivienda es algo ambigua, pues en la visita de 1478 se menciona un suelo de casa donde
solía morar el capellán (AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1063c, p. 188), lo que podría explicar el in de su construcción.
no obstante, en 1498 de describe como la casa del ospitalero (AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1068c, p. 11). Teniendo
en cuenta que una de las estancias del ediicio del hospital se proyecta como dependencia para el hospitalero, cabría
interpretar que la función de la casa sería la de albergar al capellán, pudiendo entenderse la deinición de 1498 como
un error de los visitadores.
95. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1067c, p. 291-292.
96. TORRES jIMéNEz, Mª Raquel: op. cit., pp. 125-126.
97. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1067c, p. 292-293.
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FIgURA 9. vISTA gENERAl dEl PATIO O CORRAl dONdE PUEdEN APRECIARSE lA PUERTA dE ACCESO, El
POzO, El PORTAl Y lA CASA dEl CAPElláN jUNTO A lA IglESIA.
3.2. LA EVOLUCIÓN DEL PROYECTO Y SU
SITUACIÓN A PRINCIPIOS DEL SIGLO XVI
La siguente referencia que tenemos sobre el hospital es en 149898, tres años
después. El comendador seguía siendo Alonso de Acuña que ya debía tener trece
años, y que seguían si ir por la villa, enviando únicamente a su mayordomo para
cobrar las rentas de la encomienda. Igualmente, Marcos Martínez continuaba
como capellán, recibiendo la renta que se le dispuso en la visita previa.
En cuanto al proyecto del hospital, las obras estaban comenzadas en la mayoría
de los frentes, aunque todavía estaban lejos de terminar:
En la iglesia prácticamente no se había intervenido, pues describen algunos
aliceres hundidos en la armadura, y en los muros del campanario una hendidura que los atravesaba. Además, se vuelven a mandar las mismas disposiciones al
respecto en cuanto al reparo de la cubierta y los muros, y el blanqueamiento del
interior. El altar sí había sido trasladado cerrando el vano de la cabecera99.
El ediicio del hospital parece estar terminado en su mitad sur en cuanto a
obras exteriores, mientras que, en la mitad norte, la destinada a albergar las camas,
faltaba rematar los muros. Respecto a los elementos interiores, en la cocina aún
98. Más allá de la información aportada sobre el conjunto de los ediicios y el estado de las obras, gracias a esta
visita podemos conocer otra serie de datos como, por ejemplo, los ornamentos con los que contaba la iglesia que se
inventarían, lo que sugiere que se cumplió el mandato de las visitas anteriores.
99. Aquí se cita también que se blanqueen los poyos de la dicha iglesia de sus dos camisas de yeso. AHn, OOMM,
Santiago, Uclés, L.1068c, p. 12-14.
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no se había construido la chimenea100. Parece que el espacio dedicado a los pobres
había sido dividido en tres atajos, cuyas paredes aún estaban por subir hasta el
techo. La estancia destinada a los clérigos se manda separar de las de los pobres
reduciéndose su anchura respecto a la traza original de 20 a 10 pies. Quedaban,
además, por hacer los vanos de iluminación y asentar algunas de las puertas101.
Las tapias del patio estaban sin terminar, faltaba bardar algunas y constuir integramente otras, como las situadas hacia la parte del río102, volviendose a ordenar
su construcción y concretándose esta vez en un único muro de 48 tapias en dos
hilos. Además, indican que deben dejar dentro de las tapias un pozo que estaba junto a la iglesia. Otro dato interesante al respecto es que mandan hacer un postigo,
interpretamos que entre la iglesia y la casa del hospitalero, cuya función era la de
permitir el paso cuando se procesionaba alrededor del templo103. Por último, la casa
del capellán tenía construidos los muros y la cubierta, faltando por montar el suelo
de la cámara alta sobre nueve vigas y rematar la portada de la casa con un arco de
yeso. Por su parte, el colgadizo de la parte sur estaba sin construir104.
De estas obras toman cuenta a Martín de Olmedilla, quien había estado a cargo
de ellas desde 1495, el cual dijo haber invertido 28.907 maravedíes. Los visitadores
hacen tasar las obras a otro maestro constructor, Pedro de Murcia, vecino de Villanueva de la Jara, el cual lo da por justo y conirma la buena factura de las obras.
Martín de Olmedilla, debía entregar, por tanto, 3.593 maravedíes que se restaban
de los que recibió de las rentas del comendador105.
Revisado lo realizado hasta el momento pasan a disponer nuevas obras, añadiendo la construcción de un portal colgadizo para la protección del acceso al
hospital106. Los visitadores señalan la importancia de rematar las obras en un plazo
breve para evitar el deterioro de lo construido hasta el momento. Por ello, hacen
llamar a maestros y albañiles en un plazo de tres días. Primero se presentan Pedro
de Murcia, quien había tasado previamente las obras, y Antón Catalín, vecino de
Alarcón, los cuales muestran su interés por tomar las obras de la iglesia dando de
plazo hasta el día de Todos los Santos siguiente para la intervención en la cubierta;
y hasta marzo del año próximo para blanquear la iglesia, estableciéndose el pago
100. Se describe que debía hacerse, en la esquina izquierda como entran, sobre dos vigas y cerrada de yeso en
la parte alta.
101. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1068c, p. 11-12, 13
102. Su función se especiica ahora claramente: evitar el peligro de las personas que de noche vinieren al dicho
ospital non sabiéndolo, porque está una hondura grande junto con la que sale al rrio e non caiga, lo que además conirma
su localización al sur del conjunto.
103. Este dato es muy interesante pues conirma que la iglesia debía tener algún tipo de actividad religiosa en
estos momentos. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1068c, p. 13.
104. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1068c, p. 11.
105. Este año, la cifra total asciende a 32.500, excediendo en 2.500 maravedíes la concretada en 1495, pero desconocemos las razones de este incremento. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1068c, p. 14.
106. Este debía tener 10 pies de ancho y 14 de largo y apoyarse sobre dos pilares asentados en respectivas piedras
labradas.
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en tres plazos que debía abonarles Diego Páez, arrendador de la encomienda107.
El mismo día se presentó Juan Vizcaíno, vecino de Alarcón, mostrando su interés
por tomar las obras del hospital, la casa y las cercas108. Finalmente, los visitadores
acaban rematando las obras en este Juan Vizcaíno, sufragándose el coste presentado con los 3.593 maravedíes que restaban del alcance de Martín de Olmedilla
y 4.537 maravedíes adicionales que debía librar Diego Páez, el arrendador de la
encomienda.
Hecho esto, los visitadores mandan a Diego Páez que ponga las tres camas de
pobres que debe tener el comendador en el hospital y que aún no había puesto,
detallando cómo debían ser: [una] encayadura de madera e con un xergon e un colchon, que tenga una arrova de lana e dos savanas e una manta, y dándole de plazo
para ponerlas el día de San Miguel109.
Con el cambio de siglo el proyecto del hospital parece concluirse o al menos
estancarse. La siguiente visita, de 1500, recoge que las obras se habían interrumpido sin dar más datos al respecto, por lo que los visitadores mandan embargar las
rentas de la encomienda en Diego Páez, arrendador, para sufragar la continuación
de éstas110. Así, debemos esperar hasta 1507 para encontrar una descripción más
detallada de la situación del hospital. De la iglesia no se dice mucho, salvo que
está bien reparada y que mantiene sus dos altares. Cabe destacar, no obstante, un
incremento cuantitativo y cualitativo de los ornamentos litúrgicos con respecto
a 1498, lo que nos puede indicar una mejora de su situación111. Por su parte, el
ediico del hospital parece acabado, quedando al inal sin separar la dependencia
para religiosos. Parece que, en alguna de las visitas anteriores, probablemente
perdidas, se dispuso la construcción de un establo junto al hospital destinado
a las bestias que traxiesen los pobres. De éste únicamente estaban construidos los
cimientos112. Señalan que estaba equipado únicamente con dos camas113. Ante esto
los visitadores recuerdan que fue mandado poner dos más, pero el capellán les
informa que con poner una más sería suiciente porque al dicho ospital acudían
107. En cuanto a los plazos, cabe tener en cuenta que los constructores se presentan el 11 de agosto. Por su parte
los pagos se concretan: el primero en Santa María de Agosto, el segundo el día de Todos los Santos y el último al inalizar
las obras, siendo los tres de 2.300 maravedíes.
108. Presenta dos plazos, la Pascua de navidad para las obras de albañilería y carpintería; y Pascua Florida del año
siguiente para las tapias. Para ello da un presupuesto de 8.130 maravedíes a pagar en varios plazos: 3.500 maravedíes
en los seis días siguientes; 3.000 maravedíes el día de Todos los Santos, acabada la obra de albañilería y carpintería;
500 maravedíes comenzado a hacer las tapias y 1.130 maravedíes acabadas estas.
109. Por primera vez tenemos información de cómo debían ser estas camas, que coincide con el equipamiento
de ropa característico de otros hospitales también descritos en los Libros de Visita. AHn, OOMM, Santiago, Uclés,
L.1068c, p. 14-18
110. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1263c, p. 40-41.
111. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1071c, p. 387-388.
112. Los visitadores recogen como estaba allí la madera que dejaron para la obra, y el capellán les indica que no se
había hecho la obra por no aver avido limosna e por la esterilidad del tienpo. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1071c, p. 391
113. Éstas se componían de una tabla de madera con un jergón relleno de masiega, un colchón de lana, una sábana
y una manta. Por tanto, un equipamiento similar al dispuesto en 1498.
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muy pocos pobres por estar en lugar pequeño y no pasadero114. Este último dato es
muy interesante pues conirma la pérdida progresiva de funcionalidad del hospital.
3.3. LAS NUEVAS ESTRUCTURAS
En las visitas siguientes aparecen referencias a nuevas estructuras dentro del
conjunto del hospital que obligan a plantearse el grado de la actividad desarrollada
por el hospital frente a las declaraciones que el capellán Marcos Martín hace en 1507.
La siguiente visita se realiza en 1511. En ella se recogen los pleitos que el hospital
tenía con varios de sus arrendadores, principalmente por impagos. Los visitadores
anulan entonces todos los arrendamientos concedidos hasta la fecha por Alonso de Acuña, y dan potestad al administrador del hospital de Cuenca, Juan Díaz
de Estremera para que disponga sobre esta cuestión en adelante115. Conocemos
algunos datos relativos a la actividad del hospital. En cuanto a la redención de
cautivos, en las cuentas se releja una inversión anual de 10.000 mrs entre 1505
y 1511. También conocemos el salario del capellán, que seguía siendo Marcos
Martínez, quién percibía 7.500 mrs. Por su parte, los hospitaleros que cuidaba el
hospital eran Alonso de Moya «el mozo» y su mujer, y tenían 2 ducados de renta.
Ya en lo relativo a la dimensión material del hospital aparecen una serie de
elementos nuevos respecto a la visita anterior. La iglesia116 y el ediicio del hospital
mantenían la misma isonomía, habiendo en éste únicamente dos camas. Señalan que en el hospital faltaba por hacer el establo y poner una cama que fueron
mandados en la visita anterior. Respecto a la casa del capellán, la describen ahora
con dos cuerpos de casa e en cada uno sus apartamientos para bodega e cavalleriza,
lo que parece indicar la construcción de un nuevo ediicio y el equipamiento de
estas dos infraestructuras117.
En 1525 se había producido un cambio en los responsables del hospital, siendo
ahora Alonso Hernández su administrador, junto con el hospital de Cuenca, y
Alonso Lorenzo, freire de Santiago, el nuevo capellán118.
114. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1071c, p. 388-389.
115. Se da una extensa relación de este procedimiento, destacando el conlicto mantenido con una tal Teresa
Caxa. Cabe recordar, como ya se ha dicho atrás que es en estas fechas cuando el hospital de Alarcón deja de ser una
encomienda independiente pasando a pertenecer al hospital de Cuenca que en estos primeros años del siglo XVI estaba
siendo reconstruido como un gran hospital general. AHM, OOMM, Uclés, L.1076c, pp. 450-457.
116. Como dato curioso, cuando revisan los ornamentos de la iglesia, el capellán señala cómo fueron robadas
algunas piezas de plata durante la romería de Santiago. AHM, OOMM, Uclés, L.1076c, p. 462.
117. AHM, OOMM, Uclés, L.1076c, pp. 461-464.
118. Respecto a los administradores, tras Juan Díaz de Estremera, le sucede en el cargo en 1515 Francisco Díaz,
quien lo ostenta hasta 1524 cuando es sustituido por Alonso Moreno, quien inalmente es sucedido por este Alonso
Hernández en septiembre de 1525. Por su parte, después del capellán Marcos Martínez, habían atendido la iglesia Juan
Díaz de Valdarecete, Alonso Yáñez, Diego Granero y Lorenzo Gómez, a quien sucedió inalmente Alonso Lorenzo.
AHM, OOMM, Uclés, L.1076c, pp. 1043-1057
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En cuanto a los elementos del hospital. La iglesia contaba con un retablo
nuevo dotado por el antiguo administrador Francisco Díaz. Junto a ella, se estaba ediicando una nueva casa destinada al administrador del hospital, de la cual
únicamente estaban hechos los muros, de tapia. La casa del hospital mantiene la
misma isonomía, aunque incrementa su número de camas a tres. También, indican que la chimenea de la cocina había sido construida en tiempo de Francisco
Díaz. Pero el dato más interesante es que señalan que junto al hospital había otro
sytio que es un cortinal grande donde dizen que quieren haser una casa de ospital que
sea de mas anchura e cunplimientos119. Más adelante, en el apartado de obras detallan cómo debía ser este nuevo ediicio, conformado por tres cuartos de muros
de tapial y cubierta de madera, uno de ellos destinado a albergar cinco camas, y
los dos restantes para casas del hospitalero y el capellán. Por su parte, el antiguo
ediicio de hospital debía quedar para casa de servicio y caballerizas120. Parece
que se había proyectado una obra de ampliación del hospital, pero dudamos que
se concluyese pues la descripción de 1537, si bien muy sucinta, parece aludir más
a la disposición del hospital antiguo, que, con reformas posteriores, había sido
proyectado en 1495121.
FIgURA 10. APlICACIóN dE CódIgO dE COlORES qUE INdICA lA ESCAlA dE EvIdENCIA hISTóRICO-ARqUEOlógICA. lOS
COlORES ROjIzOS INdICAN EvIdENCIA MATERIAl, MIENTRAS qUE lOS AzUlES EvIdENCIA dOCUMENTAl ESCRITA*.
La última versión de esta escala ha sido desarrollada por el grupo Arqueología y Patrimonio Virtual en colaboración
con César Figueiredo, puede descargarse en el siguiente enlace: <https://parpatrimonioytecnologia.wordpress.com/2014/07/21/
escala-de-evidencia-historica-scale-of-historical-evidence/>
*
119. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1084c, pp. 1042-1043.
120. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1084c, p. 1066.
121. Ese año, conocemos otros datos sobre su equipamiento, concretamente, la presencia de una caldera, dos
bancos viejos y dos mesas. Además, sabemos que el hospital estaba atendido por una mujer, Violante de Balbuena,
que percibía un sueldo de 4 ducados. AHn, OOMM, Santiago, Uclés, L.1084c, p. 1574.
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4. CONCLUSIONES
A través del análisis exhaustivo de los Libros de Visita de la Orden de Santiago
hemos podido aproximarnos a la realidad del hospital de Alarcón en la bisagra
entre los siglos XV y XVI. En esos años se producen una importante serie de procesos que relejan en cierta medida la realidad de la hospitalidad santiaguista en
la transición del Medievo a la Modernidad.
Partiendo de un hospital en estado de ruina, tanto material como institucional,
a partir de 1495 se emprende un proyecto de reconstrucción que permite recuperar
las principales funciones de éste: la redentora y la asistencial. La primera, fue la
que dio sentido a la fundación del hospital, y, frente a lo tradicionalmente planteado, se mantiene a inales de la Edad Media y es uno de los mandatos que los
visitadores ordenan cumplir de manera reiterada. Así, a pesar de las negligencias
puntuales por parte de los comendadores, vemos como, con casi una frecuencia
anual, el hospital libra una serie de fondos destinados al rescate de cautivos. La
segunda función, la asistencial, se sitúa como la principal del hospital, siendo el
acogimiento de pobres el motivo por el cual se rehabilita el ediicio principal del
centro. Una actividad que como hemos visto no buscaba tanto la atención del
problema social de la pobreza como el cumplimiento de la virtud cristiana de la
caridad. Con este planteamiento se emprende el proyecto de reconstrucción del
hospital que se concreta en un recinto en el que se integraban la Iglesia de Nuestra Señora, elemento fundamental ligado al cariz religioso de la hospitalidad; un
ediicio destinado a albergar las camas de los pobres (y de los religiosos), la cocina
y las dependencias del hospitalero; una casa para el capellán de la iglesia y otros
elementos de servicio. Un centro, por tanto, de pequeñas dimensiones, más ligado
al modelo del hospital rural medieval que a las nuevas concepciones renacentistas
que se impusieron en otros centros de la milicia santiaguista, y que era atendido
únicamente por un capellán, en el plano espiritual, y por un hospitalero y/u hospitalera, en el plano material.
A pesar de su modestia, el proyecto de reconstrucción del hospital santiaguista de Alarcón nos brinda una información rica e interesante sobre la realidad
histórica de los últimos momentos de la Edad Media. Respecto a la esfera de la
hospitalidad, y su manifestación en la Orden Militar de Santiago, se enmarca
dentro de los procesos de reforma general emprendidos por iniciativa de los
Reyes Católicos como administradores de la milicia. Sin embargo, a diferencia
de los casos de Toledo y Cuenca, su reconstrucción no irá más allá de una mera
restitución de sus estructuras integrándose dentro del modelo característico de
hospital rural puramente medieval, cuya importancia irá en descenso conforme
avance el siglo XVI. A pesar de ello, podemos airmar que la actividad redentora, si
bien limitada, seguía estando presente. El estado previo de ruina y abandono del
hospital, así como las continuas diicultades y escollos por los que pasa el proceso
de reconstrucción, no son sino la plasmación material de un siglo XV marcado
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por la conlictividad en la que la Orden de Santiago jugará un papel principal. Así
mismo, ilustra el proceso de dejadez en cuanto a desempeño de sus funciones
que de forma general caracterizará a los comendadores en este período, y que,
en el caso de los hospitales, se saldará con la sustitución de éstos por la nueva
igura de los administradores. El hospital de Alarcón constituye, por tanto, toda
una plasmación de estos procesos, y, a nuestro juicio, resulta muy interesante su
análisis para entender estas dinámicas que entroncan y continúan en los primeros años del siglo XVI.
De forma paralela, el análisis del proyecto de reconstrucción también nos
permite acercarnos al fenómeno de las visitas: las inspecciones y averiguaciones,
los mandatos de obras, la asignación de maestros, la dotación presupuestaria, la
revisión de los trabajos, etc. Así mismo, nos aporta datos sobre la historia de la
construcción en cuanto a técnicas, materiales, medios y especialmente en la manera en la que se asumían las obras, a través de su pregón y concesión a la mejor
oferta. A pesar de ser una fuente frecuentemente utilizada por la historiografía,
todavía alberga mucha información, especialmente a partir de su análisis integral.
En este sentido, cabe destacar las relaciones de cuentas, que en muchas ocasiones
contienen datos muy relevantes. Así mismo, la combinación de esta información
con el estudio arqueológico y la aplicación de las nuevas tecnologías como la
reconstrucción virtual nos permiten aproximarnos de forma más tangible a la
realidad del pasado.
En conclusión, cabe airmar el interés del estudio de esa cultura material,
muchas veces perdida u olvidada, que más allá del mero conocimiento del objeto, nos permite trascender a aspectos más abstractos y acercarnos al estudio
de distintos procesos históricos que de manera inequívoca han dejado su huella
material en el tiempo.
FIgURA 11. AlzAdO dEl ábSIdE dE lA IglESIA REAlIzAdO MEdIANTE FOTOgRAMETRíA. Elaborado por David Gallego Valle.
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FIgURA 12. POSIblES RESTOS dE lA dECORACIóN dE lA IglESIA EMbUTIdOS EN El MURO SEPTENTRIONAl
dEl PANTEóN ACTUAl. EN AMARIllO SE hA REMARCAdO lA SIlUETA dE lA PIEzA. Fotografía del autor.
FIgURA 13. dETAllE dE lOS CANECIllOS dECORAdOS CON FIgURAS ANTROPOMORFAS. Fotografía del autor.
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17
GREgORIO dEl SER QUIjANO
Carmelo Luis López, In Memoriam
Artículos · Articles
29
SOhA AbbOUd HAggAR
Un resumen del tratado jurídico de Al-Tafrī‘: el Manuscrito Árabe
1233 del Monasterio de El Escorial y su supuesta relación con Leyes de Moros
45
EdUARdO AzNAR VAllEjO
norma y conlicto en la navegación castellana bajomedieval
ESPACIO,
TIEMPO
Y FORMA
343
JAIME GARCíA CARPINTERO LóPEz dE MOTA
La hospitalidad santiaguista a inales de la Edad Media: el
proyecto de reconstrucción del hospital de Alarcón
377
LAURA dA GRACIA
La posesión agraria individual en los registros notariales de
Fuente el Sol (1481-1482)
403
MAURICIO HERRERO JIMéNEz
El valor de los documentos reales en los procesos de la Real
Chancillería de Valladolid
69
CARlOS BARqUERO GOñI
Transferencias de recursos de la Orden de San Juan desde España
hasta el Mediterráneo Oriental durante la Edad Media
431
107
MARgARITA CAbRERA SáNChEz
La muerte del príncipe Don Juan. Exequias y duelo en Córdoba
y Sevilla durante el otoño de 1497
455
135
483
FRANCISCO dE PAUlA CAñAS GálvEz
Primogenitura, continuidad dinástica y legitimitad institucional
en Castilla a principios del siglo XV: Catalina de Trastámara, Princesa
de Asturias (1422-†1424)
167
PAlOMA CUENCA MUñOz
El códice visigótico de los Moralia in Iob, ms. lat. 83 de la John
Rylands Library de Manchester
197
JOSé MARíA DIAgO JIMéNEz
Las instituciones educativas de carácter religioso en el reino
hispanovisigodo de los siglos VI y VII a través de los cánones conciliares
y las reglas monásticas
221
MARíA DíEz YáñEz
La Ética aristotélica en Castilla: las bibliotecas universitarias
medievales y prerrenacentistas
251
ESTEFANíA FERRER dEl RíO
Rodrigo de Mendoza, I Marqués del Cenete y I Conde del Cid:
paralelismos entre su biografía y su pretendida genealogía
271
AlEjANdRO GARCíA MORIllA
Escritura publicitaria de transición: entre la visigótica y la carolina.
El paradigma burgalés
303
MARíA DOlORES GARCíA OlIvA
Señores contra campesinos: un conlicto por la tierra en Mirabel a inales de la Edad Media y principios de los Tiempos Modernos
(1488-c. 1520)
MIgUEl JOSé LóPEz-GUAdAlUPE PAllARéS
Procesos de señorialización en los concejos de la Extremadura
castellano-leonesa. Un estado de la cuestión
ÁNgEl MARTíNEz CATAláN
Las rentas decimales del cabildo catedralicio de Cuenca a
inicios del siglo XV (1400-1432)
GONzAlO OlIvA MANSO
Cien años de moneda en Castilla (1172-1268). El siglo del
maravedí de oro
521
JESúS OlIvET GARCíA-DORAdO
El cabildo de curas y beneiciados de Toledo en la segunda
mitad del siglo XV. Composición y aspectos institucionales (1455-1488)
547
MARIEl PéREz
Clérigos rurales, comunidades y formación de las estructuras
parroquiales en la diócesis de León (siglos XI-XIII)
575
MIlAgROS PlAzA PEdROChE
La Orden de Calatrava en la Baja Edad Media (1350-1500):
repaso historiográico
597
PEdRO ANdRéS PORRAS ARbOlEdAS
La pervivencia del Fuero de Cuenca en los inicios de la
Modernidad: el testimonio de los fueros de Consuegra y Requena
619
JUAN PAblO RUbIO SAdIA
Los mozárabes frente al rito romano: balance historiográico
de una relación polémica
641
SANdRA SUáREz GARCíA
Los habices de la Vega de Granada como forma de conocimiento del reino nazarí y su transformación tras la conquista: la alquería
de La zubia
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ESPACIO,
TIEMPO
Y FORMA
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REVISTA DE LA FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
De medievalistas ilustres · On Renowned Medievalists
671
FRANCISCO AbAd nEbOT
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