La ideología goticista en los prehumanistas
castellanos: alonso de cartagena y
rodrigo sánchez de arévalo. sus
consideraciones sobre la unidad hispanovisigoda y el reino astur-leonés
Josué Villa Prieto
Universidad de oviedo
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T, S P, º 5, [. -]
d
resumen: En los albores del renacimiento del siglo xv,
historiadores castellanos como alonso de cartagena y
rodrigo sánchez de arévalo desarrollan una historiografía
neogoticista muy próxima a la elaboración histórica de
Ximénez de rada. sus crónicas sostienen que la monarquía
hispánica, que se remontaba atrás en el tiempo más allá
de la destrucción de Troya, tenía sus raíces modernas en
athanarico, primer rey visigodo y a su vez primer rey
español. así pues, los reyes de castilla, por ser descendientes
directos de los godos, ocupaban una posición predilecta no
solo entre los demás monarcas peninsulares, sino también
abstract: at the beginning of 15th century’s renaissance,
alonso de cartagena and rodrigo sánchez de arévalo
developed a new gothicist historiography very close to
Ximénez de rada’s. Both these castilian historians hold
that the Hispanic Monarchy had its modern origins in
athanarico, the irst Wisigothic king and the irst spanish
king. after rodrigo’s death, the institution was continued in
a legitimate way, irst by the asturian kings and later, by the
Leon and castile kings.
hus the castilian kings, as a result of being descendants
entre todos los soberanos de Europa, pues su linaje era, junto
al de Francia, el más antiguo del continente. Por otro lado, se
alaba la unidad político-administrativa que los visigodos dan
a la Península y que hasta la época de los reyes católicos no
logra restituirse. además, la presencia de los godos en África
sirve de pretexto para justiicar la conquista de territorios
situados más allá del estrecho de Gibraltar.
Palabras clave: reino de asturias, historiografía medieval,
neogoticismo, crónicas castellanas, sánchez de arévalo,
alonso de cartagena.
of Wisigoths, occupy a privileged position not only among
iberian monarchs but also among European monarchies,
except for the French monarchy, the most ancient in the
continent. Furthermore, Goth’s presence in africa is used
as a pretext for justifying the conquest of territories placed
beyond the strait of Gibraltar.
Keywords: kingdom of asturias, medieval historiography,
neogoticism, castilian chronicles, sánchez de arévalo,
alonso de cartagena.
La ideología goticista en los prehumanistas castellanos
d
urante los reinados de Juan ii y Enrique iV se
desarrolla, al margen de la cronística oicial, una
historiografía neogoticista que retoma la elaboración histórica de Ximénez de rada. sus responsables
son, fundamentalmente, alonso de cartagena y rodrigo
sánchez de arévalo, que, llenos de nostalgia y romanticismo, elaboran dos amplias crónicas en las que deienden la
ascendencia visigoda de los reyes castellanos. La monarquía astur-leonesa, según argumentan ambos cronistas,
juega un papel fundamental al inaugurar un nuevo título
que no sería más que la adaptación institucional a la nueva
realidad vigente tras la invasión musulmana.
cargadas de patriotismo y propaganda política, sus obras
no deben ser analizadas aisladas de la producción histórica
del siglo xv, pues anteriormente ya hay autores que preludian
la devoción goticista de los prehumanistas castellanos.1
toriográico seguía la tradición de la cronística asturiana. Mientras que la Crónica de Sampiro y la del obispo
don Pelayo continúan las obras de alfonso iii, la Silense
y la Najerense preludian la aparición de nuevas formas
que los autores posteriores van a imitar.2 no obstante,
todas ellas conservan una misma ideología: la unidad
hispánica, simbolizada por el reino visigodo, había sido
quebrantada a causa de la incursión musulmana; era
preciso, pues, expulsar a los invasores y extender el dominio cristiano, cuyo poder había sido refundido en el
reino astur-leonés. Este alegato resume bastante bien el
sentimiento neogótico de la época.3
Escrita a principios del siglo xi por el mayordomo
de alfonso V, la crónica del obispo astorgano sampiro
prosigue el texto rotense narrando la historia que va
desde el 866 al 999, esto es, desde la muerte del rey
Magno al inal del reinado de Vermudo ii el Gotoso.
Por su parte, el famoso interpolador don Pelayo, obispo
de oviedo entre 1098- 1130 y 1142-1143, redacta el
anTEcEdEnTEs: aPoGEo y dEcLiVE dEL discUrso
GoTicisTa. Las ESTORIAS dE Los siGLos Xiii y XiV
2
Una introducción al panorama intelectual en la España de la época en
J. Gil: «La historiografía», en F. López Estrada (coord.): La cultura del románico (siglos XI al XIII). Letras, religiosidad, artes, ciencia y vida, en la colección
Historia de España de r. Menéndez Pidal, t. xi, Madrid, 1995, pp. 1-109.
3
Para más detalles sobre las consideraciones que se señalan en esta presentación véanse las ponencias de la profesora i. Torrente Fernández: «Goticismo
astur e ideología política», en La época de la monarquía asturiana. Actas del
simposio celebrado en Covagonda (8-10 de octubre de 2001), oviedo, 2002, pp.
295-315, donde repasa la evolución del discurso goticista hasta el siglo xiii, y de
J. L. Martín: «El reino de asturias en la tradición historiográica medieval»,
en la misma obra, que analiza cómo inluye la historiografía asturiana en la redacción de las primeras crónicas castellanas, aragonesas, navarras y catalanas.
cuando la reina Berenguela encarga a Lucas de Tuy la
redacción del Chronicon Mundi en 1236, el género his1
El presente artículo se trata, en realidad, del resumen de una de las partes
de la tesina de licenciatura que presenté en el departamento de Historia de la
Universidad de oviedo en el mes de septiembre del 2009. La elaboración de
este trabajo ha contado con la ayuda de una beca predoctoral subvencionada
por el Gobierno del Principado de asturias con cargo a fondos provenientes
del Plan de ciencia, Tecnología e innovación (pcti) 2006-2009.
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Territorio, sociedad y Poder. revista de Estudios Medievales / º 5, [. -]
pues, que los eruditos del doscientos dediquen sendos
capítulos a narrar las vicisitudes de estos pueblos y que
sus composiciones estén cargadas de un lenguaje goticista. de hecho, el canónigo de san isidoro de León,
futuro obispo tudense, en su Ystoria regum Yspanorum
llama en diversas ocasiones «godos» a los protagonistas de los hechos que narra desde los siglos ix al xii,
símbolo de goticismo.5
con objeto de actualizar las historias realizadas
desde el siglo vii, Lucas de Tuy (muerto en 1249) hace
uso en su Chronicon tanto de la cronística visigoda
como de la cristiana, 6 en especial de san isidoro y
Pedro coméstor.7 Lo divide en cuatro libros dedicados a los siguientes temas: la historia sagrada, la
presencia de godos en la Península en el periodo posromano (suevos, vándalos, alanos y «godos»), el reino
visigodo de Wamba a Pelayo y el reino astur-leonés y
castellano desde alfonso i a la toma de córdoba por
Fernando iii. La crónica de Lucas de Tuy es fuente,
a su vez, de las obras de alfonso X y de Ximénez
de rada. 8 Este último encumbra la historiografía
castellana y su ideal goticista; será tan imitado que
tras él pocos autores van a innovar realmente en esta
disciplina.
Todo el conjunto de crónicas que inspira a Lucas
de Tuy, así como su propia obra, son referencias básicas para el obispo más famoso de la historiografía
medieval: rodrigo Ximénez de rada (1170-1247).9 su
Liber Chronicorum con una doble intencionalidad: la
primera, abarcar el periodo que iba desde Vermudo ii
a alfonso Vi, llegando así hasta sus días; la segunda,
alterar y modiicar la historia anterior en busca del beneicio de su sede episcopal, incidiendo por ejemplo
en el episodio del traslado de las reliquias visigodas
de Toledo a oviedo. al mismo tiempo, en el ámbito
de al-Ándalus, ibn Hayyán escribe su obra histórica
dedicada a almanzor.
ya en la centuria siguiente, la Crónica Silense, datada
en 1115, combina la cronística de alfonso iii con la obra
de sampiro hasta llegar a alfonso Vi, compaginando
la elaboración tradicional con el género biográico, centrado este en dicho rey castellano. Por último, llegamos
a la Crónica Naierense, realizada sobre 1160 con añadidos
posteriores. de autoría anónima y pretensión universal,
divide su contenido en dos apartados que inspirarán a
los cronistas siguientes: una primera parte centrada en
los reyes astur-leoneses de Pelayo a Vermudo iii y una
segunda sobre los orígenes de navarra y de castilla.4
Este conjunto de obras se corresponde, pues, con un
periodo de maduración del sentimiento goticista que
coincide, además, con la protogénesis de la nueva historiografía plenomedieval que prospera con Lucas de
Tuy y llega a su culminación con rodrigo Ximénez
de rada.
En los talleres de elaboración histórica, bibliotecas y
scriptoria de monasterios, junto al legado astur-leonés
se lee y se transcribe la Historia de regibus Gothorum de
isidoro de sevilla, cuyos hechos continúa narrando la
Crónica mozárabe. La herencia isidoriana supone que
los intelectuales de los siglos xii y xiii tengan conocimiento del pasado de los godos que habitaron la Península, no solo de los visigodos, sino también de los
suevos, los vándalos y los alanos. no es de extrañar,
5
E. Jerez cabrero: El Chronicon Mundi de Lucas de Tuy (ca. 1238). Técnicas compositivas y motivaciones ideológicas, tesis doctoral, Madrid, 2006,
pp. 186 y ss.
6
Ed. de E. Falque rey: Lucae Tudensis: Chronicon Mundi, cccm, 74, 2003
7
E. Falque: «El Libro i del chronicon Mundi de Lucas de Tuy. Entre
isidoro y Pedro coméstor», en M. Pérez González (coord.): Actas del III Congreso Hispánico de Latín Medieval (León, 26-29 de Septiembre de 2001), i, León,
2002, pp. 115-125.
8
La difusión de la obra de Lucas de Tuy y de rodrigo Ximénez de rada, y
su inluencia en autores posteriores, puede estudiarse en E. Mitré Fernández:
«¿Un sentimiento de la comunidad hispánica? La historiografía peninsular»,
en J. a. García de cortazar (coord.): La época del gótico en la cultura española
(1220-1480), en la colección Historia de España de r. Menéndez Pidal, tomo
xvi, Madrid, 1994, pp. 407-434.
9
su relevancia como religioso y hombre de política puede seguirse a través
de a. Ward: «rodrigo Ximénez de rada: auteur et acteur en castilla à la in
du xiiiè siècle», Cahiers d’ études hispaniques medievales, 26 (2003), pp. 283294, y su compromiso con la elaboración histórica en J. P. Jardin: «rodrigue
Jiménez de rada comme auctoritas: les sommes de chroniques générales du
xvème siècle», pp. 295-307.
4
algunas ediciones de estas crónicas destacadas por su fácil accesibilidad
son las siguientes: la Crónica Silense puede localizarse en el segundo volumen
del compendio de fuentes que a. Huici Miranda realiza en Las crónicas latinas de la Reconquista, 1913. En cuanto a la Crónica de Sampiro, se encuentra
recogida junto a la del obispo Pelayo en el tomo xiv de la España sagrada del
padre Enrique Flórez, editada de nuevo en el 2007 y disponible además en
varios portales digitales como la Bibliothèque nationale de France, Gallica
o Google Books. Por su parte, para la Crónica Najerense véase. J. a. Estévez
sola: Chronica Hispania saeculi XII. Chronica Naierensis, Corpus christianorum.
Continuatio Mediaevalis (cccm en lo sucesivo), 71a, 1995.
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La ideología goticista en los prehumanistas castellanos
Historia de rebus Hispaniae, más conocida coloquialmente como Historia gothica,10 se inicia con una amplia
evocación a las memorias de los godos basada en las
Historiae de isidoro de sevilla, prosigue con el relato de
las hazañas de los reyes astur-leoneses apoyándose en el
ciclo de crónicas cristianas y inaliza con la exhibición
de los sucesos peninsulares hasta llegar a su tiempo.
Más concretamente, los nueve libros que la conforman
abarcan contenidos como la historia mítica de iberia
y referencias históricas sobre los godos (Liber primus),
la constitución de la monarquía visigoda (Librum secundus et tertius), el reino de asturias (Liber quartus),
el leonés-castellano (Librum quintus et sextus) y la evolución política de los territorios cristianos en los ámbitos navarro, aragonés y castellano hasta 1243 (Librum
septimus, octavus et nonus).
siguiendo el esquema narrativo de la Crónica Rotense,
texto fundamental tanto para Ximénez de rada como
para Lucas de Tuy a pesar de ser conocedores de la
versión Ad Sebastianum,11 la Historia gothica inaugura
con el reinado de Wamba un episodio que llega hasta la
penetración musulmana y al restablecimiento del reino
visigodo en asturias gracias a la victoria pelagiana, consagrándose con el traslado de los emblemas y reliquias
de Toledo a oviedo. desde entonces y en adelante describe con gran detallismo cada uno de los capítulos
más relevantes de los soberanos asturianos hasta llegar
a la muerte de ordoño ii y a la constitución oicial del
reino de León. Ximénez de rada representa, pues, la
igura que mejor encarna el «mito neogótico» en el siglo
xiii, al sostener taxativamente que la península ibérica
estaba dividida a causa de las demoniacas aspiraciones
sarracenas; durante el reino visigodo, esta se hallaba
uniicada y por ello debía recuperarse la legalidad combatiendo y expulsando al iniel.12
En deinitiva, la obra histórica de rada simboliza el
momento de mayor esplendor de la historiografía neo-
goticista castellana. su taller, sin duda uno de los principales referentes de la producción cultural hispanomedieval, recoge el sentimiento de toda la tradición
historiográica anterior, desde isidoro de sevilla a Lucas
de Tuy, al mismo tiempo que es fuente primordial para
las crónicas que los eruditos posteriores realizarán.
Muestra de ello es, poco después de su muerte, el uso
que alfonso X hace de la Historia de rebus Hispaniae
en su producción literaria o el llamamiento al «neogotismo» que sánchez de arévalo declama a inales del
siglo xv.
Famoso por su pasión hacia el arte de las letras,
alfonso X (1221-1284) promueve una densa obra que
abarca desde cantos oracionales como las Cantigas de
santa María a compendios jurídicos como el Setenario,
el código de las Siete partidas, el Speculum o el Fuero
Real. además, el rey sabio es autor de dos importantes
crónicas: la General estoria y la Estoria de España,13 esta
última también conocida por r. Menéndez Pidal como
la Primera crónica general.14 con ellas se introducen
nuevos hábitos como son el abandono del latín en beneicio del castellano y la desvinculación entre la historia
universal y la nacional, dos de los elementos que hasta
ahora habían sido una constante en los testimonios
goticistas. La General estoria, redactada entre 1270 y
1284 empleando como fuentes la Glossa ordinaria o la
Historia scholastica de Pedro coméstor, quedó incompleta al llegar tan solo hasta los pasajes bíblicos. La
segunda, también inacabada y compuesta entre 1270
y 1274, es la verdaderamente novedosa y la que ha de
centrar nuestro interés.
realmente se trata de una adaptación al romance
del texto de Ximénez de rada; sigue tan escrupulosamente el discurso de la Historia gothica que puede verse
con absoluta claridad cómo muchos de sus pasajes son
auténticos calcos de la obra del toledano. Una y otra
siguen esquemas análogos en cuanto a la ordenación
10
Ed. de J. Fernández Valverde: Roderici ximenii de Rada: De rebus Hispaniae sive Historia gothica, cccm, 72, 1987.
11
J. i. ruiz de la Peña solar y otros: Crónicas asturianas, p. 39.
12
Este sentimiento, presente en toda la historiografía medieval peninsular,
se detalla y concreta en J. a. Maravall: El concepto de España en la Edad Media,
Madrid, 1981, pp. 321 y ss.
13
Un estudio en profundidad sobre su aportación histórica en la obra
colectiva coordinada por i. Fernández ordóñez: Alfonso x el Sabio y las crónicas de España, Valladolid, 2001; una síntesis interpretativa de la misma en
J. F. o’callaghan: El rey Sabio. El reinado de Alfonso x de Castilla, sevilla,
1996, pp. 177 y ss.
14
Ed. de r. Eyerbe-chaux y r. Menéndez Pidal, Madrid, 1982.
127
Territorio, sociedad y Poder. revista de Estudios Medievales / º 5, [. -]
in del goticismo expositivo. Por primera vez en la tradición de la cronística castellana no se establece una
relación entre el pasado visigodo y la monarquía asturleonesa; no hay continuidad entre rodrigo y Pelayo.
Ello puede verse, por ejemplo, cuando el autor, reiriéndose al lapso de las invasiones germánicas, señala
que se inicia con los suevos, vándalos y alanos y que
«acabó en los godos», explicando más adelante que, tras
la derrota de rodrigo ante el bereber Tariq ibn Ziyad,
«los godos fueron quebrantados e perdieron la tierra
e el reino e el nombre»;18 así pues, Pelayo inicia en las
montañas de asturias el principio de los tempora moderna, el punto de arranque de las nuevas Estorias de
España que en adelante se van a redactar. comienzan,
pues, nuevos tiempos para la concepción del pasado en
la historiográica medieval peninsular.19
Una de las principales aportaciones de la cronística
del último tercio del siglo xiii versa en el aumento de la
información sobre las reliquias de oviedo y el reinado de
alfonso ii. Hasta entonces, De rebus Hispaniae y la Estoria de España airmaban, siguiendo las explicaciones de
las crónicas antiguas, que dichos tesoros habían llegado
a la capital asturiana tras un complejo periplo por el sur
de la Península, restaurando en oviedo el poder que los
visigodos habían tenido en Toledo; esta idea era, lógicamente, uno de los pilares ideológicos del neogoticismo.
F. Bautista sostiene que una nueva interpretación del
transvase sería el virtuoso deseo de salvaguardar los símbolos cristianos del arca ante el peligro musulmán.20 Tras
la pérdida de España a causa de los pecados de los visigodos, la incipiente y devota monarquía astur-leonesa,
fruto del providencialismo, estaría llamada a extender
su dominio por toda la Península a expensas del islam,
pues, de igual modo que el arca de la alianza del antiguo
Testamento simbolizaba el compromiso divino para con
su pueblo elegido, los nuevos reyes de asturias gozaban
del favor del Todopoderoso.
del contenido y a la organización de los capítulos. así,
ambas se inauguran con una breve introducción sobre la
historia legendaria de la Península, vinculándola con la
presencia de griegos y romanos en ella, prosiguen con la
llegada de los godos y la constitución del reino visigodo
y establecen un punto de referencia en el momento en el
que los cristianos huyen hacia el norte a causa de la invasión musulmana; más adelante, si De rebus Hispaniae
dedica un mismo epígrafe a los reinados de aurelio,
silo, Mauregato y Bermudo, la Estoria alfonsina desglosa en capítulos separados esta información. a partir
de alfonso ii queda interrumpida. concluyendo, resulta muy llamativo que los dos testimonios narren de
la misma forma los mismos contenidos, con ejemplos
semejantes e idénticas alusiones a la política internacional. Por ello, más que una aportación histórica, la
obra de alfonso X es más una labor ilológica.
si la principal fuente de información es la Historia
gothica, la obra alfonsí se ha caracterizado tradicionalmente por emplear todo testimonio susceptible de
contribuir al relato histórico independientemente de su
naturaleza (procedencia cristiana o musulmana) y de
su edad (vetusto o coetáneo). como indica d. catalán,
la traducción de la obra de rada es el primer paso de
los compiladores de la Primera crónica general previo
saneamiento con el Chronicon de Lucas de Tuy y las
historiae minores.15 Para inalizar con la biblioteca de
alfonso el sabio, hay que advertir que existen varias
versiones de esta Estoria de España: la versión primitiva
o proyecto original, una continuación esbozada en
1284 conocida como la versión crítica y, por último,
una versión ampliada que llega hasta Fernando iii realizada tras la muerte del soberano.16
Esta versión ampliada,17 a la que también se llama
Estoria de España de Sancho IV, simboliza el inicio del
15
d. catalán: La Estoria de España de Alfonso x: creación y evolución,
Valencia, 1992, pp. 48 y ss.
16
i. Fernández ordóñez: «Variación en el modelo historiográico alfonsí
en el siglo xiii: las versiones de la Estoria de España», en G. Martín: La historia alfonsí: el modelo y sus destinos (siglos XIII-XV): seminarios de la casa de
Velázquez, 30-i-1995, Madrid, 2000, pp. 41-74.
17
Un estudio sobre su contenido comparándolo con el de la versión primitiva, en F. Bautista: La Estoria de España en época de Sancho IV, Londres,
2006, pp. 13 y ss.
18
ibídem, pp. 57 y ss., con una selección de capítulos relevantes de la
versión ampliicada en el apéndice, pp. 87 y ss.
19
Una visión de conjunto sobre la historiografía castellana del siglo xiii
vista hasta ahora en L. Fernández Gallardo: «de Lucas de Tuy a alfonso
el sabio: idea de la historia y proyecto historiográico», Revista de Poética
Medieval, núm. 12 (2004), pp. 53-120.
20
F. Bautista, o. cit., pp. 71-72.
128
La ideología goticista en los prehumanistas castellanos
En cuanto a la igura de alfonso ii, la Estoria de
España de Sancho IV amplía detalles tanto de su labor
política como de su vida privada. dilata los pormenores de su lucha contra los sarracenos, de su labor
constructiva en oviedo o de su situación sentimental
al hablar de su esposa doña Berta, algo insólito, ya que
en la cronística anterior no solo se silenciaba este dato,
sino que se alababa su castidad.21 ¿de dónde tomar tales
informaciones si no del obispo ovetense don Pelayo?
ciertamente, su Liber chronicon,22 del que ya se ha hablado más arriba, es cada vez más conocido y tenido en
cuenta por los autores posalfonsíes.
Para concluir, con la obra de Lucas de Tuy, Ximénez
de rada y alfonso X se cierra una etapa de la historiografía medieval castellana, aquella que se sostiene sobre
el principio de continuidad gótica tras la invasión musulmana. El periodo visigodo pasa de ser el referente de
la unidad nacional a una época más de las antigüedades
de Hispania junto al cartaginés o al romano.
En cuanto a la elaboración histórica hasta el siglo
xv, esta conoce una diversiicación de registros formales en los que se apoyan conceptos como la idea de
cruzada, los vínculos de vasallaje basados en la propia
naturaleza o una tendencia hacia la historia apologética que, a partir del periodo Trastámara, deiende
la supremacía de castilla frente a los restantes reinos
ibéricos. Por citar un par de ejemplos, está la Crónica
abreviada de don Juan Manuel (1282-1348), sobrino de
alfonso X más conocido por ser el autor de El conde
Lucanor, una versión resumida de la Estoria de España
de su tío. También crónicas biográicas, un género experimentado ya décadas atrás con la Istoria Roderici de
Vivar y la Chronica Adefonsi imperatoris, o historias en
verso como la Crónica de Alfonso Onceno. otro importante título es la Crónica latina de los reyes de Castilla,
anterior incluso al Chronicon de Lucas de Tuy, que se
inaugura con los orígenes del condado de castilla omi-
tiendo toda referencia anterior.23 Muchas de estas composiciones, pese a su calidad, quedaron eclipsadas por
la celebridad de las obras del tudense y del toledano,
pues, como se lee en De preconiis Hispanie de Juan Gil
de Zamora (1241-1318), tras isidoro de sevilla, historiadores relevantes fueron Lucas de Tuy y Ximénez de
rada,24 cuyas obras fueron continuamente transcritas
en los monasterios peninsulares a lo largo de los siglos
xiv y xv.
21
F. J. Fernández conde: «relaciones políticas y culturales de alfonso ii
el casto», en M. i. Loring García: Historia social, pensamiento historiográico
y Edad Media. Homenaje al profesor Abilio Barbero de Aguilera, Madrid, 1997,
pp. 593-611.
22
E. Jerez cabrero, o. cit., pp. 20 y ss. El autor dedica un amplio epígrafe
a la naturaleza del códice pelagiano y a su valor histórico.
23
Ed. de charlo Brea: Chronica hispana saeculi XIII. Chronica latina regum
castellae, cccm, 73, 1997.
24
Juan Gil de Zamora: alabanza de España, ed. de J. L. Martín, Zamora,
1995, p. 55.
25
r. Tate: «López de ayala, ¿historiador humanista», en Ensayos sobre la
historiografía peninsular del siglo XV, Madrid, 1970, pp. 33-54.
Entre la renovación humanista y
la tradición del goticismo
Tras la revolución Trastámara de 1369 comienzan a
destacar, a la vera de los asistentes reales, historiadores
que son al mismo tiempo hombres de Estado. Este es
el caso de Pero López de ayala (1332-1407), canciller de
castilla, aliado de Enrique ii en la contienda contra
su hermano Pedro i y consejero privado de Juan i. su
obra, que muestra una buena formación intelectual y
una clara ideología política, ha sido considerada por
los estudiosos de los siglos posteriores como un preludio del renacimiento del xvi, pues combina la historia
panegírica de los soberanos castellanos con la traducción de escritos de la antigüedad y del cristianismo
primitivo. Entre sus composiciones destacan famosos
títulos como Rimado de Palacio o Historia de los reyes de
Castilla, una serie de crónicas que abarcan desde Pedro
i a Enrique iii. Es tal su relevancia que autores como
B. sánchez alonso o r. Tate airman que con él y hasta
Joan Margarit germina y se desarrolla el prehumanismo
peninsular,25 esto es, desde mediados del siglo xiv a
inales del xv.
durante este tiempo, tal y como muestra el aumento
exponencial de testimonios cronísticos, prolifera el
número de cortesanos dedicados a escribir historia. de
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encuentran los antecedentes de la realeza hispana en
el diluvio universal.27 sobre esta cuestión se matizarán
posturas más adelante. Los autores que centran nuestro
interés son aquellos que retoman el lenguaje arcaizante
y la ideología goticista que deine el ciclo de crónicas de
alfonso iii, es decir, aquellos que consideran al reino de
asturias como puente entre el visigodo y el castellano.
a mediados de siglo se escribe por mano anónima
una Estoria del fecho de los godos, otra Crónica sarracena
o del rey don Rodrigo atribuida a Pedro de corral y se
proyecta una actualización de la Historia gothica de Ximénez de rada ideada por Benito Morer de Torla.28 no
obstante, la disposición del presente estudio se centra
más en la obra de autores que, como Pablo de santa
María (1350-1435), alonso de cartagena (1384-1456) o
sánchez de arévalo (1404-1470), deienden la teoría
goticista y elaboran una historia seguidora de la línea
argumental de De rebus Hispaniae.
¿Quiénes son estos hombres que con menor o mayor
voluntad goticista escriben sobre la historia peninsular?
Pablo García de santa María, judío converso y obispo
de Burgos, es uno de los consejeros más inluyentes
de Enrique el doliente. alonso de cartagena, hijo del
anterior, debe su fama sobre todo a su comparecencia
en el concilio de Basilea, adonde acude por mandato
de Juan ii en sustitución del cardenal carrillo. Finalmente, rodrigo sánchez de arévalo es un eclesiástico
que, tras estar de iure al frente de varios episcopados
como oviedo, Zamora, calahorra y Palencia, se
traslada hasta la curia Pontiicia para representar a
Juan ii y a Enrique iV. En deinitiva, son personajes intelectuales que trabajan para los reyes y que representan
los intereses de su patria tanto dentro como fuera de las
fronteras castellanas, pues van a ejercer como embajadores de castilla en otras naciones europeas.
En las crónicas hay noticias sobre las estancias diplomáticas de alonso de cartagena en Portugal,
Francia, Países Bajos, alemania, Bohemia o roma; de
alonso de Palencia en Florencia; de diego de Valera
en Francia, inglaterra, dinamarca y Bohemia; o de la
este modo, se puede hacer una distinción de tipologías
en función de la mentalidad sobre la que se sustenta
cada vestigio escrito.
En primer lugar, destacan los cronistas oficiales
como alvar García de santa María 26 o Fernán Pérez
de Guzmán en tiempos de Juan ii (1406-1454), reinado
que también inspira la Crónica de Álvaro de Luna de su
sirviente Gonzalo chacón y la escrita por Pero carrillo
de Huete, halconero del rey; con Enrique iV (14541474) esta labor prosigue con la anónima Crónica castellana dedicada al monarca, las Decadas de alfonso
de Palencia, el Memorial de diversas hazañas de diego
de Valera o la crónica principal de diego Enríquez
del castillo; por in, isabel i (1474-1504) protagoniza
las composiciones de andrés Bernáldez, antonio de
nebrija, diego de Valera, Hernando del Pulgar, Juan
de Flores y Lucio Marineo sículo. Por otro lado, hay
que señalar las crónicas de aristócratas (El Victorial de
Gutierre díez de Games o los Hechos del condestable
don Miguel Lucas de Iranzo de alonso Maldonado) y
las antologías biográicas (Generaciones y semblanzas de
Fernán Pérez de Guzmán, Claros varones de Castilla de
Hernando del Pulgar o Memorias de algunos linajes de
Juan de Mena). Mención aparte tienen las de aspiración
universal, aquellas que se remontan al amanecer de los
tiempos para concluir en los días en los que fueron
redactadas, como las Bienandanzas e fortunas de Lope
García de salazar o la truncada Atalaya de las crónicas
de alfonso Martínez de Toledo, que llega hasta Enrique
iii. En la misma línea, otras historias breves son la
Crónica abreviada de diego de Valera, el Repertorio de
los príncipes de España de Pedro de Escavias o el Compendio historial de rodrigo de almela.
Los nuevos historiadores de la centuria, en su tenacidad de exaltar el poder de la monarquía castellana,
miran al pasado para conectarla con linajes y dinastías
honorables: soberanos godos, líderes romanos, héroes
griegos, personajes bíblicos…, en ocasiones incluso se
26
El grueso de las obras que se señalan a continuación se localizan bien
en los volúmenes correspondientes a los autores castellanos del siglo xv de la
Biblioteca de autores Españoles: desde la formación del lenguaje hasta nuestros días (bae), tomos lxviii, lxx, cxvi y clxxi, bien en las publicaciones de
Juan de Mata carriazo y arroquia en la real academia de la Historia (rah).
27
Véanse como ejemplo los primeros capítulos de las crónicas de isidoro
de sevilla, Ximénez de rada o Pablo de Burgos.
28
se amplían detalles más adelante.
130
La ideología goticista en los prehumanistas castellanos
Fig. 1. Pregoneros del poder castellano a principios del siglo xv
casi perpetua presencia de sánchez de arévalo en los
Estados Pontiicios, de ahí que sus escritos ofrezcan
información sobre hechos sucedidos en territorios tan
dispares como nápoles, Génova, Languedoc, delinado, Flandes, Franco condado (Francha contea),
inglaterra, Escocia, Zelanda, sajonia, Hungría, austria
(austerriche), Moravia, chipre… Hay que tener presente esta situación para entender sus obras, pues, por
un lado, muchas de ellas son redactadas lejos de casa
(con la añoranza que ello supone) y, por otro, los narradores ven la necesidad de componerlas ante el desconocimiento generalizado de la historia de castilla
existente más allá de los Pirineos (con el enojo que ello
implica), pues Europa parecía tan solo interesada en la
italia romana y en la Francia carolingia. dice r. Tate
al respecto que la ignorancia de los eruditos europeos
sobre el pasado hispánico indigna tanto a alonso de
cartagena y a sánchez de arévalo que no pueden
esconder un fuerte sentimiento de recelo y nostalgia
cuando escriben.
El precedente inmediato de estos dos cronistas es
Pablo de santa María con Las siete edades del mundo,29
donde, tras repasar en verso la historia de la humanidad, dedica un último capítulo a las memorias de
España célebre por relacionar a los reyes de castilla con
las antiguas monarquías hebrea y romana. En él habla
de don rodrigo como el «postrimero rey de los godos»,
apuntando más adelante que, estando toda España en
manos de los moros salvo las asturias de oviedo, «fue
al cabo por rey entre los godos el infante don Pelayo».
con esta airmación se vuelve a conectar, como se hacía
29
disponible en línea la edición de J. c. conde (Revista Lemir, núm.
1 [1996-1997]) en <http://parnaseo.uv.es/lemir/Textos/conde/index.html>,
con acceso el 09-09-2009.
131
Territorio, sociedad y Poder. revista de Estudios Medievales / º 5, [. -]
Hijo del obispo burgalés anteriormente citado Pablo
de Burgos y sobrino del también célebre cronista alvar
García de santa María, alonso de cartagena procede
de una familia de judíos conversos con gran poder en
la corte castellana.32 Tras doctorarse en derecho en la
Universidad de salamanca, pasa a formar parte tanto
de la audiencia real como del consejo privado de Juan
ii. no obstante, la celebridad del humanista se debe
sobre todo al controvertido discurso que pronuncia en
el concilio de Basilea (1431-1445), un sínodo ecuménico
que ha pasado a la historia por ser uno de los mayores
triunfos de los pregoneros del poder político castellano.
a esta cita también acude rodrigo sánchez de
arévalo, uno de los discípulos más aventajados de
alonso de cartagena, que llega a ser secretario personal
del rey. La mayor parte de su vida la vivió en roma al
servicio de la santa sede, donde, siendo guardián del
castel sant’angelo, prisión de humanistas famosos,
tradujo numerosos clásicos para Juan de castilla.33
sus obras, lejos del humanismo, al abogar por la explicación goticista, deben entenderse dentro del contexto de las obras laudatorias del que se ha hablado
más arriba. con objeto de mostrar la geografía y la
historia de España a los intelectuales europeos, en general, e italianos, en particular, realizan un vasto recorrido por el pasado peninsular resumiendo ágilmente
la etapa grecorromana e incidiendo en la visigoda, pues
consideran que las culturas de la antigüedad estaban
sobrevaloradas fruto de las modas de la época y que
en el periodo godo estaban las verdaderas raíces de la
nación hispana.34
La principal fuente de estos relatos es, como era
de esperar, la Historia gothica de Ximénez de rada,35
si bien se constata el empleo de otros títulos como
las diversas historias de los pueblos godos del toledano, las Etimologías y la Historia de los suevos de
san isidoro, el Chronicon de Lucas de Tuy u obras de
autores clásicos como ovidio, Lucrecio, Pomponio
Melo, Lucano o Virgilio. Las crónicas derivadas del
legado alfonsí son dejadas de lado, un gesto cuanto
menos curioso, pues como intelectuales es innegable
que conocían toda la producción histórica que de-
30
El hispanista r. Tate, en los ensayos a los que ya se ha aludido, dedica
dos breves artículos a presentar cada una de estas crónicas: «La anacephalesosis de alfonso García de santa María, obispo de Burgos (1435-1456)», pp.
55-73; y «rodrigo sánchez de arévalo (1404-1470) y la Compendiosa Historia
Hispánica», pp. 74-104. En ellos logra realizar una síntesis sobre el contenido
y la relevancia historiográica de cada crónica. sin lugar a dudas, son de
consulta obligada para introducirse en este tema.
31
de aquí en adelante se emplean las siglas arh (anacephaleosis regum
Hispanorum) y chh (compendiosa Historia Hispánica) para hacer referencia
a dichas crónicas.
32
dos obras fundamentales para comprender la producción literaria de
alonso de cartagena son L. serrano: Pablo García de Santa María y Alonso
de Cartagena. Obispos de Burgos, gobernantes, diplomáticos y escritores, Madrid,
1942, y F. cantera Burgos: Alvar García de Santa María y su familia de conversos. Historia de la judería de Burgos y de sus conversos más egregios, Madrid,
1952, reeditada en Burgos en el 2007. Más recientemente se ha publicado con
voluntad crítica e interpretativa una nueva revisión de las obras del cronista
por L. Fernández Gallardo: Alonso de Cartagena: iglesia, política y cultura en
la Castilla del siglo XV, Madrid, 2003. Versión en línea en <http://eprints.ucm.
es/2509/>, con acceso el 09-09-2009.
33
Véase. J. M. Laboa: Rodrigo Sánchez de Arévalo, alcaide de Sant’Angelo,
Madrid, 1973. Una biografía realizada casi un siglo y medio después de su
muerte la ofrece ossorio altamirano Briceño: descripción de arévalo, 1614,
editada por J. de Montalvo en 1928.
34
de entre las obras de alonso de cartagena también resaltan Doctrinal de caballeros, Memoriale virtutum, Defensorium unitatis Christianae, así
como oracionales, epístolas y traducciones de autores clásicos. En relación
a ello destaca la controversia que mantiene con Leonardo Bruni a raíz de la
traducción de la Ética de aristóteles, estudiada por M. Morrás: «El debate
entre Leonardo Bruni y alonso de cartagena: las razones de una polémica»,
Quaderns. Revista de Traducció, núm. 7 (2002), pp. 33-57, disponible en
línea en <http://ddd.uab.es/pub/quaderns/11385790n7p33.pdf>, con acceso
el 09-09-2009.
35
y. Espinosa Fernández: La Anacephaleosis de Cartagena: edición, traducción, estudio, i, Madrid, 1989, pp. 71 y ss. La autora hace un estudio comparativo entre los textos de la Historia gothica y la Anacephaleosis para comprobar
la iel trascripción que hace alonso de cartagena de Ximénez de rada en
muchos pasajes de su crónica. Todas las citas con referencia a la arh siguen la
traducción y paginación de esta edición.
en los albores de la historiografía astur-leonesa, la monarquía castellana y la visigoda. Tanto cartagena como
arévalo profundizarán notablemente en este retorno al
goticismo.
sus principales obras son, respectivamente, Rerum
in Hispania gestarum chronicon, comúnmente llamada
Anacephaleosis, y la Compendiosa historia hispánica;30
veamos la ideología sobre la que reposa esta cronística
y las singularidades de cada texto.31
alonso de cartagena y rodrigo sánchez de
arévalo. contenido y estructura de sus obras
132
La ideología goticista en los prehumanistas castellanos
ciden omitir,36 lo que muestra a su vez la gran intencionalidad política de la Anacephaleosis y de la
Compendiosa.
de hecho, las alusiones a san isidoro y a Ximénez de
rada son abundantísimas. En muchas ocasiones pueden
leerse referencias a la «coronica del arzobispo don rodrigo» y a la de «ysidorus sevillae», como puede comprobarse, por poner un ejemplo, en las narraciones sobre la
historia lejana de los godos o sobre los viajes que realizan
por dacia, dalmacia o Gallia antes de prestar sus servicios a roma y de constituir el reino de Tolosa.
La Anacephaleosis fue estudiada, editada y traducida
por y. Espinosa Fernández hace ya unas cuantas décadas.37 Escrita, como ya se ha dicho, en latín, Pérez de
Guzmán y Juan de Villafuerte la traducen al castellano
bajo el título de Genealogía de los reyes de España (1463),
nombre que da alonso de cartagena a la segunda parte
de la crónica. consta de un total de 94 capítulos que
se estructuran en dos grandes bloques: del capítulo 1
al 7 se elabora una breve descripción de la geografía
española y de su historia hasta la caída de roma, y del 8
al 94 se procede a reseñar los reinados desde athanarico
a Enrique iV, sin interferencia alguna en el texto. cabe
señalar que a partir del 44 se inicia el ciclo de los soberanos astur-leoneses y, como circunstancia anecdótica,
el 69 está dedicado a los reyes de navarra.
Por su parte, la Compendiosa historia hispánica de rodrigo sánchez de arévalo es la obra culmen del neogoticismo castellano del siglo xv. Lo cierto es que, pese a su
singularidad, ha pasado inadvertida (que no desconocida)
para muchos de los medievalistas de las últimas décadas,
como muestra el hecho de que no haya ninguna edición
de la misma. se publica en la imprenta alemana de Ulrich
Hahr en 1470, la primera vez que se estampaba una historia hispana;38 en 1545 es de nuevo reeditada por nebrija
en una enciclopedia que reunía también la obra de alonso
de cartagena, Joan Margarit y Ximénez de rada.
Esta crónica, dedicada a Enrique iV y de la que
L. charlo Brea localiza varios manuscritos haciendo
acopio de las aportaciones de r. Tate, r. Menéndez
Pidal, G. cirot, a. Gómez Moreno y T. Toni sobre el
tema,39 tan solo puede ser consultada en los archivos
de unas pocas bibliotecas universitarias españolas, entre
ellas las de salamanca, sevilla y Barcelona, que poseen
una copia de la edición de 1470. Para este trabajo se hace
uso del ejemplar que posee la Bibliothèque nationale
de París (sig. collection italian Books before 1601; ref.
464.12), que en formato microilm ofrece al público
visitante de su página web.40 La Biblioteca nacional
de España también presenta esta misma posibilidad.41
La Compendiosa se compone de cuatro partes. La
primera es en realidad una amplia introducción sobre
la cosmografía de Hispania. sitúa geográicamente
el territorio ibérico en el contexto europeo y recoge
los testimonios de Ptolomeo, Mela, Plinio, Justino,
solino y, por primera vez en la historiografía peninsular, de Herodoto, Polibio y Estrabón,42 para describir el paisaje español, los principales ríos y montañas, los climas, la riqueza mineral y metalúrgica, la
ordenación del territorio, la variedad de pueblos y el
carácter de las gentes… La exposición de la Anacephaleosis sobre la geografía de la Península es solo un
esbozo en comparación con la gran dedicación de la
Compendiosa. Esta iniciativa de ofrecer capítulos preliminares a explicar el entorno físico de los territorios
históricos es algo muy característico del humanismo
y que hasta entonces no se había visto en la redacción
histórica castellana.43
39
L. charlo Brea: «Medievalismo y renacimiento en sánchez de arévalo:
el prólogo de su obra Compendiosa historia hispánica», en M. Pérez González
(coord.): Actas del III Congreso Hispánico de latín medieval (León, 26-19 de
septiembre de 2001), i, León, pp. 93-104.
40
Versión en línea en <http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k60486v#>,
con acceso el 09-09-2009. Toda referencia a la crónica sigue la paginación
del ichero en pdf que se puede descargar en dicha página web.
41
nueva versión en línea en <http://bibliotecadigitalhispanica.bne.
es:1801/webclient/deliveryManager?pid=1604755&custom_att_2=simple_
viewer>, con acceso el 09-09-2009, refs. hc, 13955; Pol, 3445 (+supl.); bmc,
iv, 20; igi, 8392; Gof, r-211 (+supl.1972); idl, 4024; ibe, 5056.
42
r. Tate, o. cit., p. 83
43
Véase al respecto r. Tate: «La geografía humanista y los historiadores
del siglo xv», en E. Bustos Tovar (coord.): Actas del IV Congreso Internacional
de Hispanistas, ii, salamanca, 1982, pp. 691-698.
36
J. P. Jardin: «El modelo alfonsí ante la revolución Trastámara. Los sumarios de crónicas generales del siglo xv», en G. Martín (coord.): La historia
alfonsí: el modelo y sus destinos (siglos XIII-XV), Madrid, 2000, pp. 141-156.
37
Una relación de los manuscritos existentes de la arh en y. Espinosa
Fernández, o. cit., i, pp. 137 y ss.
38
La segunda que se difunde es De laudibus Hipaniae libri VII de Lucio
Marineo sículo dos décadas después.
133
Territorio, sociedad y Poder. revista de Estudios Medievales / º 5, [. -]
de la Anacephaleosis para insertarlos como añadidos al
pie de la letra.44
La Anacephaleosis y la Compendiosa tienen como voluntad resumir con brevedad la historia de castilla,
algo que también se hace al mismo tiempo en otros
países europeos como Francia o inglaterra. Proliferan
así los denominados Brevis tractatus o Manualem historiae, caracterizados fundamentalmente por poseer
un fuerte espíritu patriótico-nacional; el más famoso
quizás sea el Compendium de origine et gestis francorum
de robert Gaguin (1433-1501), donde se ensalza la historia y cultura francesa por encima de la italiana, la
inglesa, la alemana y la castellana.45
de igual modo, nuestros cronistas realizan en sus
obras auténticas apologías del poder de los reyes castellanos. además de sostener que estos descienden
directamente de los reyes visigodos, deienden que la
antigüedad de su linaje los colocaba en una situación
predilecta tanto a nivel europeo (alonso de cartagena:
la estirpe real de castilla es más remota que la inglesa)
como ibérico (sánchez de arévalo: por ser herederos de
los godos, solo los reyes de castilla pueden ser llamados
reyes de España).
a continuación se pasa a ver cómo se desarrolla y bajo
qué argumentos reposan estos esfuerzos de los publicistas de la monarquía, que están destinados, por un
lado, a defender los orígenes divinos del poder regio
como justiicación a las pretensiones absolutistas de los
soberanos y, por otro, a situar el reino de castilla dentro
de los estados más poderosos del entorno europeo en los
albores de la creación del imperio español.
Prosigue la crónica de arévalo haciendo referencia a
los tiempos antiguos de la Península en dos brevísimos
capítulos que abarcan desde el legendario reinado de
Geryón al inal de la presencia romana en iberia. El
segundo libro se consagra a la monarquía visigoda
desde athanarico a rodrigo, haciendo repaso, uno a
uno y en secciones breves, de todos los monarcas que
en este tiempo hubo. El tercero explica cómo continúa
gobernando la progenie goda en el reino de asturias,
una nueva era que se inicia con don Pelayo y los rege
nova hasta llegar a la unión de los reinos de castilla
y León con Fernando iii; son capítulos de mediana
extensión dedicados cada uno de ellos a un soberano.
Por in, en la última parte los apartados son mucho
más amplios y a cada rey desde alfonso X a Enrique
iV se le dedican varios epígrafes con más contenido
y mayor detallismo.
Los capítulos de uno y otro tratado siguen el siguiente
esquema explicativo:
a) Presentación del rey aludiendo a la cronología en
la que reina a partir del nacimiento de Jesucristo,
del inicio de la monarquía española (desde athanarico), de su restitución (desde Pelayo) y de la
última anexión de los reinos de León y castilla
(desde Fernando iii).
b) Hechos relevantes del reinado y principales características de la vida privada del monarca.
c) Muerte y lugar de enterramiento.
d) concurrencias con el imperio, el papado, los
reyes de Francia y, en el caso de la Anacephaleosis,
también con los obispos de Burgos.
Tras las ediciones de estas crónicas, algunos autores
como Benito Morer de Torla ven en ellas una historia
mucho más completa que la propia De rebus Hispaniae
de Ximénez de rada. así, animado por el deseo de
completar la obra del obispo toledano con las aportaciones de la del burgalés, en 1459 comienza a actualizar
la Historia gothica ampliando la información dedicada a
las concurrencias, a las referencias políticas internacionales y a los reinados que van desde Fernando el santo
en adelante. En ocasiones se toman párrafos enteros
nEoGoTicisMo y ProPaGanda PoLÍTica
se ha planteado más arriba la importancia del concilio
de Basilea con vistas a la promoción erudita de alonso
44
B. Morer de Torla: Crónica, ed. de J. Fernández Valverde y J. a. Estévez
sola, Zaragoza, 2002, pp. xxiii y ss. del prólogo.
45
como la chh, la edición impresa en 1497 del Compendium de origine
et gestis francorm puede consultarse en el portal Gallica, concretamente en
<http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k52876x>, con acceso el 09-09-2009, sig.
collection French books before 1601; ref. 131.3.
134
La ideología goticista en los prehumanistas castellanos
de cartegena y, en cierto modo, también de sánchez de
arévalo. convocado por Martín V y celebrado bajo el
pontiicado de Eugenio iV, en la asamblea se pretendía
discutir acerca de la cuestión husita y tratar la ruptura
credencial entre oriente y occidente; alonso de cartagena, en ese momento deán de santiago, asiste en
representación de la monarquía castellana tras el fallecimiento del cardenal alonso carrillo, primera opción
del rey. La relevancia política del mismo se debe a las
tensiones existentes entre inglaterra y castilla, dilatadas desde que el representante de Juan ii da lectura a
las Allegationes factae de prioritate sedis occupanae a rege
Castellae (1434), donde deiende que la antigüedad de la
cuna de los reyes castellanos los coloca en posición de
derecho preferente respecto a los de inglaterra.46
Hay que tener presente que en estas reuniones,
además de debatir sobre asuntos religiosos como el
cisma o las controversias entre los dogmas católicos y
ortodoxos, también se discute sobre materia política. se
puede airmar que son una especie se sociedad de naciones en la que cada Estado envía a sus representantes
para que deiendan sus intereses ante los demás. castilla, que no había asistido al concilio de Pavía/siena
(1423-1424), no tenía en su agenda acudir a Basilea, si
bien tras las presiones internaciones acaba prometiendo
su participación.
La crónica oicial de Juan ii brinda un capítulo entero
a explicar cómo alonso carrillo, cardenal elegido por
el monarca para representarle en el cónclave, «muere
en la ciudad de Basilea de alemaña estando alli congregado el sacro concilio general; hubo el rey de su
fallescimiento gran sentimiento, é vistióse por él de
negro, é asimesmo la reyna y el Príncipe é todos los
Grandes que en la corte estaban».47 Es así como en su
lugar envía a alonso de cartagena y a otros delegados,
como Álvaro de osorna, obispo de cuenca; Juan de
silva, señor de cifuentes y alférez del rey; Luis Álvarez
de Paz, y Gonzalo de cartagena. Los hechos que allí
suceden se resumen en el texto como una disputa entre
los legatarios ingleses y castellanos a la hora de ocupar
asiento, pues ambos sostenían su derecho a ocupar la
primera ila junto a Francia. Finalmente, el emisario
de Juan ii logra convencer a los asistentes de que esos
escaños eran castellanos, convirtiéndose así en uno de
los hombres más populares de la convención.
Leemos, pues, en la crónica de Fernán Pérez de
Guzmán que en Basilea «hubo gran debate entre los
embaxadores de castilla é inglaterra, como mucho
tiempo ha que se habia; é por una disputacion que alli
hizo el dicho obispo don alonso de Burgos, fué sentenciado debia ser preferida la silla real de castilla á la
silla real de inglaterra, el qual fue muy señalado servicio
al rey é a la corona destos reynos; sobre lo qual el
dicho obispo de Burgos hizo una obra muy solemne
que se llama El tratado de las sesiones».
El discurso sobre la precedencia del rey castellano
sobre el británico es uno de los textos más interesantes
compuestos durante la primera mitad del siglo xv. En
él se deiende la superioridad de castilla sobre inglaterra empleando argumentos como la antigüedad de la
monarquía hispánica, la independencia histórica de la
Península respecto al imperio y la variedad de pueblos
y culturas del reino.
La prosapia de los reyes castellanos, explica alonso de
cartagena en la ciudad suiza, se remonta muy atrás en
el tiempo, tanto que «en aquella parte de España que se
llama castilla ovo reyes antes de la primera destrucción
de Troya»,48 las mismas palabras que emplea sánchez
de arévalo en la compendiosa: «[…] fuerunt reges in
castellae ante primam destructionem Troiaeȴ
Más adelante, explica cartagena con mayor detalle que
«desde la postrimera destrucción de Troya fasta la fundación de roma ovo reyes en España», lo cual signiicaba
46
La relevancia del discurso en Basilea debe ser entendida en el contexto
de una época en la que castilla comienza a abrirse a Europa. autores como
L. charlo Brea o M. Penna han estudiado esta cuestión; de este autor, véase
«alfonso de cartagena», bae, t. cxvi: Prosistas castellanos del siglo XV, i, Madrid, 1959, pp. lxvi-lxvii del prólogo. En este mismo volumen se incluye una
edición del Discurso sobre la precedencia del rey Católico sobre el de Inglaterra
en el Concilio de Basilea, pp. 205-233.
47
crónica de Juan ii, p. 515. Mucho más escueto sobre esta información
es Pero carrillo de Huete en la Crónica del Halconero, pp. 153-154. Ediciones
consultadas: Crónica de Juan II, de Fernán Pérez de Guzmán (refundición
de carvajal), bae, tomo lxviii: Crónicas de los reyes de Castilla II, Madrid,
1953; y Crónica del Halconero de Juan II, de Pero carrillo de Huete, ed. de J.
de Mata carriazo y arroquia, Madrid, 1946.
48
discurso sobre la precedencia…, pp. 205 y ss. Véase esta referencia en
todas las alusiones a este texto.
135
Territorio, sociedad y Poder. revista de Estudios Medievales / º 5, [. -]
otro de los argumentos que emplea alonso de cartagena versa en torno a la autonomía privilegiada de
que gozan los monarcas castellanos en política exterior,
pues, mientras que «los reyes de España nunca fueron
subjetos al enperador, los reyes de inglaterra tienen el
regno en feudo de la iglesia».
concluye el embajador aludiendo a la gran diversidad
de lenguas, pueblos y culturas existentes en su país: «La
fermosa diferencia de las gentes, el regno de castilla
sobrepuja a inglaterra, ca so el señorio de mi señor el
rey ay diversas naciones e diversos lenguajes». En lo
que respecta a la franja norte peninsular, apunta que
«los castellanos e los gallegos e los viscaínos, diversas
naciones son, e usan de diversos lenguajes del todo. En
inglaterra non son tantas naciones nin hay tamaña nin
tan fermosa diferencia de pueblos». Finaliza el burgalés
su mitin apuntando hacia la delegación insular y aseverando que «mayor poderío e más fermosa diferencia
es de gentes e de tierras so mi señor el rey de castilla
que so el señor rey de inglaterra». Por todo ello, castilla y otros reinos como Francia o dinamarca debían
preceder en asiento a inglaterra.53
otro ejemplo de discurso político a nivel internacional de alonso de cartagena son las Allegationes super
conquista insularum Canariae (1437).54 Tanto castilla
como Portugal tenían desde el siglo xiv aspiraciones
encontradas en el archipiélago africano, tratando de
convencer desde entonces al papado para que les concediera el beneplácito de su conquista. El tratadista
logra una vez más persuadir a Eugenio iV y este da su
bendición a la empresa castellana.
Entre las razones que señala el diplomático destaca
sobre todo una: las islas debían formar parte de castilla
dado que antiguamente estaban vinculadas a la provincia hispano-visigoda de Tánger.55 Este argumento
de arraigo goticista deriva en un discurso histórico por
el cual explica que «los godos alcanzaron la monarquía
que el trono castellano era más anciano que la propia
ciudad eterna. con esta exposición se da pie a las leyendas
sobre los orígenes míticos de Hispania, que narran cómo
un villano llamado Geryón que señoreaba la península
ibérica fue derrotado por Hércules en uno de sus doce
trabajos; yspán, uno de sus acompañantes en el periplo, se
quedaría desde entonces en la región y daría nombre a la
misma, como explica en la Anacephaleosis: «España toma
su nombre del rey Hispano; llamabase primero iberia,
del rio Ebro que la baña».49 no obstante, la génesis de
la corona hispana estaría relacionada con Tubal, hijo de
Japhet/Lamec según narra el antiguo Testamento, que
tras el diluvio universal y la caída de la torre de Babel
puebla Galicia junto a su hermano Gomer; juntos tendrían como descendencia a los primeros españoles.50
se debe advertir que, con estas premisas, se retoma
la disertación asociativa entre la historia universal y la
nacional, un discurso que había comenzado a abandonarse desde la Estoria de España de alfonso X. además,
no solo se está vinculando la monarquía castellana con
la visigoda, sino también con los linajes más pretéritos
con el in de beneiciarse de los honores que suponía
con vistas a la comunidad internacional el formar parte
de uno de los reinos más antiguos del continente.51 así,
volviendo a Basilea, la corona hispana «no solamente
desciende de los reyes de los godos, sino descienden asi
mesmo de linage de enperadores romanos e griegos,
según paresce en las corónicas antiguas», aduce el entonces deán de compostela. Por su parte, el linaje de
los reyes ingleses no solo era menos arcaico, sino que
además descendía de parientes lejanos de la familia real
hispano-francesa, cuyas coronas estaban relacionabas
dada la longevidad de ambas.52
arh, p. 1.106.
arh, pp. 1.110-.1111.
51
Estas hipótesis sobre la vejez del cetro castellano son un éxito si tenemos
en cuenta testimonios de casi doscientos años después como la chronographia
ou reportorio dos tempos (1594) del portugués andré de avelar (1546-1626),
que haciendo acopio de los reyes de España se remonta a yspan, nombra a los
visigodos, continúa con Pelayo en adelante hasta enlazar con los reyes castellanos hasta llegar a Felipe iii, omitiendo a los aragoneses. Puede consultarse
en línea en la web de la Biblioteca nacional digital de Portugal, <http://purl.
pt/14118/1/index.htm>, con acceso el 09-09-2009, ref. res-2641-P, n. 353673,
livro i: do tempo, e suas partes, pp. 41r., 41v. y 42r.
52
Este pensamiento también está presente en otros autores coetáneos
como diego de Valera: Cirimonial de Príncipes, p. 162.
49
50
arh, pp. 1.131-1.132.
algunos artículos sobre esta materia, L. suárez Fernández: «La cuestión
de derechos castellanos a la conquista de canarias y el concilio de Basilea»,
Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 9 (1963), pp. 11-21; y J. Álvarez delgado:
«alonso de Palencia (1423-1492) y la Historia de canarias», pp. 51-79 de la
misma publicación.
55
y. Espinosa Fernández, o. cit., i, pp. 17 y 63.
53
54
136
La ideología goticista en los prehumanistas castellanos
Fig. 2. La unidad hispana en el ideal neogoticista. a la izquierda, los territorios del reino hispanovisigodo en su máxima expansión según los cronistas del siglo xv; a la derecha, los territorios
propuestos por los propagandistas de inales de la centuria para una nueva integración
de todas las Españas», y estas eran no solamente los
territorios de la Península, sino también la denominada
Francia góthica (el Languedoc y el delinado) y el norte
de África (ceuta y Tánger), como explica diego de
Valera en Doctrinal de príncipes56 al nombrar las provincias en las que señoreaban los reyes de España
cuando rodrigo fue derrotado.
Muchos de los apologistas del «imperialismo castellano» se apoyan en estas proposiciones para justiicar
la conquista de territorios más allá del estrecho de Gibraltar, pues si bien dejan de lado cualquier tipo de
apetencia hacia la narbonense y aquitania, continúan
sosteniendo argumentos para apoderarse del África
noroccidental una vez castilla se haya adueñado de
Granada. Bajo esta idea nombra sánchez de arévalo las
56
provincias históricas hispanas en su crónica: «Tarraconense, carthaginense, Beticam, Lusitaniam, Gallitiam
et Mauritania Tingitanica»,57 llamada esta última Marruecos ya por entonces.
Los juicios de la Propositio de Basilea y las Allegationes sobre canarias muestran un sereno patriotismo en la idea de España. Este pundonor hispano,
o más bien castellano, se sintetiza en dos postulados
fundamentales. El primero, que los visigodos dieron
esplendor y unidad política a la península ibérica,
que quedó fragmentada en varios reinos tras la incursión musulmana. El segundo, que los soberanos
castellanos, por ser los descendientes de los monarcas
visigodos, son los únicos que pueden ser llamados
reyes de España.
M. diego de Valera: Doctrinal de príncipes, pp. 175 y 184.
57
137
chh, pp. 51-52.
Territorio, sociedad y Poder. revista de Estudios Medievales / º 5, [. -]
Toda la historiografía medieval alude a los pecados de
los visigodos como el motivo que desata la ira de dios
y que tiene como consecuencia la pérdida de España a
manos de los conquistadores mahometanos.
En relación con ello, tanto sánchez de arévalo como
alonso de cartagena hablan de don rodrigo como el
«último rey de los Godos», haciendo omisión de todo
dato sobre agila ii y ardón, vinculados a la resistencia
del reino visigodo en la narbonense. En suma, debido a
los horribles pecados de los visigodos en general y de sus
jefes en particular, como Witiza, el conde don Julián
y el arzobispo don oppas, en tiempos de rodrigo
«cayo de tan alto estado en tan lamentable abismo de
lagrimas la Monarquía de España y se borro el nombre
de Godos en ella».62
así, el establecimiento de invasores musulmanes por
toda la Península supone un hecho histórico al marcar
el in de la unidad político-administrativa hispana y de
la monarquía visigoda.
no obstante, dicen las crónicas que tras el fallecimiento de rodrigo, Pelayo le sucede como rey de
España, coronado no ya como líder visigodo, sino como
rey de asturias. Esto debe interpretarse como una continuación de la institución monárquica, que transforma
sus emblemas y su denominación pero no su naturaleza
y su ascendencia dinástica.
La Anacephaleosis describe que, tras el asentamiento
de los sarracenos, «los reyes de España olvidaron el
Titulo de Godos y se preciaron de otras insignias», de
modo que abandonan la denominación de «reyes visigodos» para abrazar la de «reyes de asturias». Leemos
al respecto en la Compendiosa que «post rodericum
vero Pelagius et ceteri qui ei in principatu Hispanico
successerunt et si ex sanguine Gothorum ut diximus
descenderunt tamen non Gothorum titulis sed Hispaniae primo, deinde Legionis et asturiarum, rursus
castelle regiis intitulationis sunt appelati».63
En definitiva, en tiempos de Pelayo, quien «dio
illustre realeza a la sangre de los Godos, dice cartagena
que havia enmudecido en España el nombre y armas de
Quien mejor formula este concepto es sánchez de
arévalo, que presevera que «omnes reges regnorum
Hispaniae ducunt originem ex trunco et stipite regum
castellae et Legionis, y que in regno quod hodie appellatur castellae et Legionis residet titulus et nominato
regum Hispaniae».58
La TEsis conTinUisTa
La Anacephaleosis, en su texto preliminar, se presenta
como una crónica en la que se hace mención «a todos
los reyes que sustentaron sobre sus ombros el peso de
la Monarquía de España desde el rey athanarico, primer origen de tan illustre descendencia, hasta el muy
poderoso rey don Enrique el quarto que oy tiene el
cettro»;59 como se ve claramente, en este preámbulo se
alude al primer soberano visigodo como el primer rey
español. La Compendiosa hace lo propio sosteniendo
que el «rex castellae Henrricus quartus modernus ab
athanarico ex Gothis primo regnante per ordinatas
successiones descendit».60
nuestros cronistas razonan el siguiente silogismo: los
reyes castellanos tienen su origen en los visigodos, luego
el primer rey visigodo es, al mismo tiempo, el primer
rey español. alonso de cartagena tiene muy en cuenta
este criterio, tanto que establece una relación semántica
entre las palabras español y godo.
Explica así el autor de la Anacephaleosis cómo los godos
peninsulares pasan a llamarse españoles: «[…] los que passaron a España por los Pirineos se llamaron Visigodos,
deponiendo el nombre de Godos se tomaron el de Españoles». Ello signiica que ambos términos no eran más
que sinónimos que aludían a una misma realidad, pues la
diferencia entre ambos, aclara más abajo, «era solamente
de nombre, pues el vocablo que se signiica español en
toda su latitud y extensión también signiica Godo».61
¿cómo dan las crónicas neogoticistas continuidad
a la monarquía visigoda tras la invasión musulmana?
58
59
60
61
chh, pp. 79 y ss.
arh, pp. 1.099-1.100.
chh, p. 79.
arh, p. 1.128.
62
63
138
arh, p. 1.184.
chh, p. 113; una explicación similar en la p. 69.
La ideología goticista en los prehumanistas castellanos
los Godos y sucedido en su lugar el Titulo de los reyes
de Leon». reciben este nuevo nombre «por que Leon
fue la primera ciudad recobrada por los Moros, donde
empezó a resplandecer una luz del remedio y lorecer las
esperanzas de la libertad, y desde entonces los reyes de
Leon collocaron su hrono y corte en ella».64
se presenta, pues, a Pelayo como continuador de la
monarquía visigoda intitulado primer rey de asturias.
sin embargo, hay una diferencia fundamental entre los
discursos que mantienen la crónica de alonso de cartegena y la de sánchez de arévalo sobre la naturaleza
del caudillo astur.
al contrario que la Compendiosa, la Anacephaleosis no
busca una solución de consanguinidad entre don Pelayo
y los reyes visigodos, sino que alude a la Providencia:
«[…] para no admitir interrupcion en la Monarquia, no
será ageno de fundamento conjeturar que don Pelayo
entro en el reino por destino celestial bien que oculto
con prennuncios de mejor fortuna el mismo dia que
don rodrigo perdió la corona con tanto desastre».65
Por su parte, arévalo, en su deseo de dar legitimidad
a los reyes asturianos, sostiene no solo que rodrigo y
Pelayo eran hijos de un mismo padre, Teofredo («Pelagius, primus rex Hispaniae fuit post eius clade, ilius
heofredi fuisse creditur»),66 sino que, además, el sucesor de Favila, alfonso i, yerno de Pelayo e hijo del
duque Pedro de cantabria, era descendiente del propio
recaredo («alfonsus dictus catholicus ilius Petri ducis
cantabrie, ex progenie gloriosissimi principis recaredi
regis Gothorum»).
También autores como diego de Valera o alvar García
de santa María tratan de vincular a Pelayo con la sangre
de los líderes visigodos, pues sostienen que don Pelayo
que era hijo del duque don Favila de cantabria.67
de esta manera, los neogoticistas del siglo xv hablan
de los inicios de la monarquía española con athanarico,
que recibe el nombre de visigoda hasta rodrigo y que
pasa a llamarse astur-leonesa y posteriormente caste-
llana a partir de don Pelayo fruto de la pérdida del
nombre godo tras el desastre del 711. de ahí que no
haya ruptura alguna en la sucesión de reyes hispanos y
que los castellanos procedan de los visigodos.
Los rEyEs dE asTUrias En La
HisTorioGraFÍa dEL cUaTrociEnTos
Las crónicas goticistas dedican breves capítulos a hablar
de los monarcas astur-leoneses. se trata de epígrafes sucintos donde hay más preocupación por la intitulación
de los reyes como soberanos españoles de ascendencia
visigoda que por los sucesos acaecidos en el tiempo descrito. repasemos brevemente qué se dice de los líderes
asturianos en estos textos.
se acaba de ver cómo los testimonios neogoticistas
explican la coronación de Pelayo y su vinculación con
el último rey visigodo. Para ello, la Compendiosa recurre a la Historia góthica de Ximénez de rada al narrar
que, a pesar de ser hermano de rodrigo, los cristianos
refugiados en asturias, promovidos por el «divino auxilio», le escogieron como rey: «rodericus in cronica
sua populi cristianorum que in asturias latitabant in
quebus residebat ius eligendu principem eundem Pelagium in principem elegerunt».68
sobre esta elección habla también alvar García
de santa María (1370-1460) en la Crónica de Juan
II, escribano y consejero de dicho rey.69 Es el único
historiador oficial de la corte castellana que en la
introducción de su obra recurre al periodo visigodo
y a la perdición de España. Esta peculiaridad se debe
a la influencia que ejerce en él su hermano Pablo
de Burgos, predecesor de las historias góticas del
siglo xv. así pues, narra cómo los visigodos se ven
obligados a huir a la región cantábrica y cómo «los
chh, p. 122.
no se debe confundir este texto con la Crónica de Juan II atribuida a
Fernán Pérez de Guzmán, cuya primera parte también la redacta alvar García
de santa María. La obra a la que se hace referencia es una crónica fragmentada
que permanece inédita hasta que J. de Mata carriazo y arroquia la publica
en 1982 en la rah. se centra exclusivamente en la minoría de edad del rey,
describiendo en profundidad las hazañas de Fernando de antequera en la
guerra contra Granada. En cuanto a la referencia en cursiva, véanse las pp. 2-3.
68
69
arh, p. 1.187.
arh, pp. 1.185 y ss.
66
chh, pp. 121-122.
67
M. diego de Valera: Doctrinal de príncipes, p. 184. Puede consultarse
la obra en el mismo tomo de la bae que se ha citado más arriba, pp. 173-202.
64
65
139
Territorio, sociedad y Poder. revista de Estudios Medievales / º 5, [. -]
La información sobre Favila es escasa en los textos;
en todos ellos se menciona su accidente de caza y su
muerte a manos de un oso.
alfonso i se casa con Ermesinda (llamada Hormicinda en la Anacephaleosis), hija de Pelayo, como ya
se ha dicho. diego de Valera recurre a la crónica de
rada para destacar que «rehediicó la mayor parte de
las iglesias que los moros avían destruido en España, e
iso tan conplidamente las obras de misericordia e con
tanta humanidat que por esto fue llamado cathólico».72
La Compendiosa, que también resalta este dato, enfatiza
además otros hechos como que extirpa la herejía arriana
y que las conquistas cristianas llegan hasta León, astorga y los «campos Gothicos».
Haciendo una equivalencia con la historia del pueblo
de israel, arévalo compara a don Pelayo con Moisés y
a alfonso i con Josué, pues ambos toman el liderazgo
de sus pueblos en tiempos complicados, uno en busca
de la tierra prometida y el otro en el de la robada por
los musulmanes.
del reinado de Fruela se destacan cuatro sucesos: los
triunfos en las batallas contra los musulmanes, las rebeliones de navarros y vascos, los inicios poblacionales
en oviedo y la muerte del soberano a manos de su
hermano aurelio en cangas, que le sucede como rey.
no es sorpresa que la Anacephaleosis los compare con
abel y caín respectivamente.
continuando la secuencia, mientras que a silo se lo
representa como un líder pacíico que buscó la paz con
los musulmanes, Mauregato recibe una de las peores
propagandas de todos los reyes de asturias.
comparado con Filipo de Macedonia en la Compendiosa, la Anacephaleosis airma que obtuvo la corona
porque la arrebató tiránicamente, sentenciando con
dureza su reinado: «[…] sus acciones no fueron mas
compassadas con el nivel de la razon si no perversas y
dissonantes, pues quebranto muchas veces el derecho y
la razon por governar el favor y la gracia de los Moros».73
con estas palabras se reiere a las entregas anuales de
doncellas cristianas a los sarracenos, empresa que le
cristianos que escaparon en las asturias alçaron por
rey a don Pelayo, hijo del duque de cantabria, que
reinó en León e en las asturias». sigue añadiendo
más adelante que tras su muerte «ovo otros reyes
que deçendieron dél, los quales con mucho trabajo
fueron ensanchando en la tierra de España, e fueron
llamados reyes de León». En suma, santa María
también vincula genealógicamente a Pelayo con los
visigodos y deja claro que los soberanos castellanoleoneses siguen su linaje.
La imagen que se le da a Pelayo es la del «primus
liberator et patriae instaurador», por lo que arévalo
le compara con iguras históricas como el general romanus camillus, que tras su muerte en el siglo iv a.
de c. fue considerado como el segundo fundador de
roma en los albores de la república, o el también militar Quintus Fabius Maximus, que supo salvaguardar
la existencia del imperio romano en tiempos de crisis.
También compara sus virtudes con las del cartaginés
Hamilcar, las del héroe tebano Filípides (Pelopidas) o
las del estratega ateniense Temístocles.
dice diego de Valera sobre Pelayo en Doctrinal
de príncipes que «fue muy gracioso e muy franco, esforçado y dado tanto a todos, que mas parescia compañero que rey».70 Esta obra, de la que también se
está haciendo uso en este estudio, se encuadra dentro
de los tratados morales destinados a la educación de
los gobernantes castellanos del siglo xv. En ella dan
consejos éticos a los futuros reyes resaltando las cualidades de personajes célebres como Filipo de Macedonia, alejandro Magno, aníbal, césar, augusto
o Teodosio; bíblicos como Moisés, david, salomón,
isaías o Jeremías, y monarcas españoles entre los que
destaca a cuatro asturianos: Pelayo, alfonso i, alfonso
ii y alfonso iii.
En cuanto a sus batallas, todos los testimonios narran
el episodio de covadonga, eso sí, omitiendo el nombre
del topónimo, para concluir que, tras la victoria, «este
santo rey començó a recobrar la tierra que los christianos tenían perdida».71
70
71
Doctrinal…, p. 184.
ibídem.
72
73
140
ibídem, p. 176.
arh, p. 1.192.
La ideología goticista en los prehumanistas castellanos
sirve a sánchez de arévalo para condenarle y tacharle
de «ingrati, ignavi, imbecilli et pussilamini».74
Una estampa diametralmente opuesta es la de
Bermudo i, de quien dice alonso de cartagena «que su
corazon era un archivo de pensamientos magnanimos
y de asuntos heroicos».75 comparado con el emperador
carolingio Lotario, acaba renunciando al trono y se
retira a vivir a un monasterio.
alfonso ii, equiparado con constantino el Grande
dada la bonanza de su reinado, recibe una de las descripciones más atentas en estas crónicas. Estas centran
su interés en tres circunstancias, que son la construcción de templos, la victoria contra el emperador
carlomagno y la realización de una cruz, emblema de
la monarquía asturiana.
sobre la primera cuestión, sánchez de arévalo atiende
a cómo el monarca ediica y repara iglesias y altares.
de entre todos estos templos, cartagena destaca el de
oviedo, donde se hallaba una preciosa reliquia: la cruz
de la Victoria.
dice la Anacephaleosis que dios envió al rey «una
cruz milagrosamente, fabricada por el Ministerio de
un angel, la qual respetan todos con summa veneracion como prenda del cielo y Thesoro divino».76
Menor misticismo hay en la descripción que hace
al respecto diego de Valera, que explica que la joya
fue realizada por dos plateros extranjeros que desaparecieron dejándola perfectamente acabada. Por
otro lado, la Compendiosa amplía estos detalles narrando cómo llegan a oviedo las «reliquias sanctas
ex Toleto».
sobre la batalla contra carlomagno, mientras que la
crónica del burgalés dilucida cómo «el rey don alonso
alcanzo una insigne victoria de carlo Magno, del valiente roldan y de los dozepares de Francia e el Valle
del rozio que llamamos roncesvalles, donde corto
el passo al orgullo del Francés que con un poderoso
ejercito se acercava a las fronteras de España»,77 la de
arévalo no pormenoriza esta información.
74
75
76
77
Por último, todos los testimonios cuentan información sobre la vida privada del monarca. La
Anacephaleosis sostiene que se le dio el apelativo el Casto
porque murió sin hijos, siendo más radical diego de
Valera al airmar que fue porque «nunca quiso conoscer
muger».78 También dice este autor que «fue tan piadoso
que jamas vido a pobre a quien no isiese merced, y
que fue muy humano e muy franco e muy esforçado».
así pues, la semblanza de alfonso ii es una de las más
positivas de todos los reyes astur-leoneses.
La época de su sucesor, ramiro i, es presentada
como el tiempo en el que santiago es alzado patrón de
España. dicen los textos que el monarca, quien tuvo
que hacer frente a problemas como la rebelión de nepociano o las invasiones normandas, recibió la visita del
apóstol en la víspera de la batalla de calahorra.
Esa noche, santiago se le presentó mientras dormía
como guía espiritual de España, prometiendo su defensa y diciéndole que «dadas en guarda e defensa de
mis hermanos los apóstoles todas las probinçias de
los christianos e a mí ha dado la probinçia d’España
porqu’el mi cuerpo yaze en ella e que la deienda de los
enemigos de la fe. Por ende, confesad vuestros pecados e
acometed de mañana a los moros, que yo seré conbusco
ençima de un cavallo blanco e una bandera blanca e
espada reluçiente en la mano con mucha conpaña de
ángeles e mataré muchos d’ellos, como todos los confesados veredes».79
alonso de cartagena completa esta visión ilustrando
que, «desde entonces, quedo introducido en uso y costumbre de la gente Española invocar el nombre de
santiago con grande voceria al romper la batalla, levantando en alto el brazo belicosamente».80
con gran brevedad se resume la etapa de ordoño. se
alude a la rebelión de los vascones, a la batalla con Muza
y a las victorias contra al-Ándalus. si bien es conocido
que en este tiempo los asturianos sufrieron importantes
Doctrinal…, p. 185.
Lope García de salazar: Biendandanzas e fortunas, libro XIV, título de
cómo apareçió el apóstol Santiago la primera noche a los christianos d’España
antes de la vatalla de Albela, adonde el rey don Ramiro vençió a los moros. Ed.
en línea de a. M. Marín sánchez en <http://parnaseo.uv.es/Lemir/Textos/
bienandanzas/Menu.htm>, con acceso el 09-09-2009.
80
arh, pp. 1.195-1.196.
78
79
chh, pp. 128-129.
arh, p. 1.192.
arh, p. 1.194.
arh, p. 1.194.
141
Territorio, sociedad y Poder. revista de Estudios Medievales / º 5, [. -]
rey ya de León de manera efectiva, que ordenó matar
«sin causa» a dos de los hijos del conde olimundo y a
su hermano Phremio. Finalmente, enfermo de lepra,
«cercado de miserias acavo la vida».82
Hecho este sumario, hay ciertas cosas que merecen
ser atendidas. sin ir más lejos, llama la atención que
no se haga alusión a las construcciones prerrománicas
aún a pesar de la gran importancia que tienen en las
crónicas asturianas. Ello se debe a que la fuente fundamental para la redacción de las crónicas de cartagena y
arévalo no son estas, sino la obra de Ximénez de rada;
es más, puede interpretarse la Compendiosa como un
resumen de la Historia gothica y la Anacephaleosis es un
breve regesto de la misma.
otra particularidad a resaltar es el modo en el que los
reyes aparecen denominados, uno de los mejores relejos de
la evocación neogótica de estos testimonios. La Compendiosa
presenta a Pelayo oicialmente como «Pelagius primus rex
Hispaniae fuit post eius cladem et xxxvii ab athanarico
primo rege Gothorum»;83 esta forma de intitular se sigue
utilizando de aquí en adelante hasta llegar a Enrique iV.
Por su parte, la Anacephaleosis hace, en romance, lo mismo
empleando un cómputo parecido (véase tabla).
derrotas y un estancamiento en el avance hacia el sur,
las crónicas neogoticistas omiten tales datos.
La reseña de alfonso iii, que tiene la misma brevedad
en la Anacephaleosis que la del resto de monarcas, en la
Compendiosa es la más larga hasta llegar a rodrigo díaz
de Vivar y a alfonso Vi; incluso la de reyes como alfonso Vii el Emperador es más breve que la del soberano
asturiano. Esto es, en parte, porque esboza por separado
la suerte de sus tres hijos, García, ordoño y Fruela, que
heredan León, Galicia y asturias, respectivamente. En
resumen, se señalan las victorias en la guerra, la consagración de la catedral de santiago de compostela y la
rebelión de Bernardo del carpio, sobrino de alfonso ii.
Es muy interesante la descripción que hace diego de
Valera del rey Magno, uno de los «mas illustres reyes
de España que a la ciencia se dieron».81 Esta referencia
a «hombres de ciencia» debe entenderse en el mismo
sentido que «hombres de letras», esto es, personas
preocupadas por el mundo del saber y de la cultura.
Este rey, comenta el cronista, «se dio mucho a la ciencia
e fue gran sabio e muy notable e muy franco e muy
humano e muy esforçado e iso muy grandes hedeicios en las iglesias d’España e ganó muchos lugares
de moros e ovo contra ellos grandes victorias».
La imagen de alfonso iii como monarca culto nos
recuerda a la que dan todos los cronistas bajomedievales
de alfonso X, pues si con el rey sabio se redactan los
códigos alfonsíes y las famosas historias del siglo xiii,
con el asturiano se realiza el ciclo de crónicas asturianas. Ello demuestra su preocupación por la transmisión de la cultura y de la historia.
apenas hay información sobre el reinado de su primogénito García, pues se alude tan solo a los botines
que gana en la guerra contra los mauri. En cuanto a
ordoño ii, se apunta cómo traslada la corte a León
y cómo los condes de castilla se separan del reino en
un tiempo en el que también suceden otras desgracias,
como el cautiverio de numerosos cristianos capturados
por los enemigos o desastres como el de Valdejunquera.
se puede concluir este repaso de la monarquía asturiana en las crónicas neogoticistas con Fruela ii,
La intitulación de los reyes de asturias y León
Compendiosa historia
Anacephaleosis
hispánica
[nombre del rey] «rex
nombre del rey + año en el
Hispania, [número]
que toma posesión desde el
a Pelagio primo rege
nacimiento de cristo + año
Gothorum post cladem
en el que es coronado desde
Hispanie et [número] ab
el inicio de la monarquía de
athanarico primo rege
España + año en el que es
Gothorum»
nombrado monarca desde
la restauración en asturias
+ suma de años en los que
reina en total
Estos esquemas se emplean para encuadrar en el
tiempo a todos y cada uno de los monarcas cristianos
que a lo largo de más de ochocientos años reinan en
82
81
Doctrinal…, p. 182.
83
142
arh, p. 1.200.
chh, p. 122.
La ideología goticista en los prehumanistas castellanos
el ámbito castellano, aludiendo al primer rey visigodo
y al primer asturiano identiicados como el primer rey
español y el primero tras reparase la institución respectivamente.
de este modo, por tomar un ejemplo, el emblemático
alfonso Vii aparece expuesto en la crónica de sánchez
de arévalo como «alfonsus Vii intitulato imperatore
Hispaniarum, xxix rex fuit a Pelagio primo rege post
Hispanie excidum et lxxvi post athanaricum primum
regem Gothorum»; mientras que en la Anacephaleosis se
lo presenta como «don alonso séptimo, que se intitulo
Emperador de España, se corono en el año de 1108 y
el de 686 de la Monarquía de España y el de 378 de su
restauración. duro en el reino 50 años».84
Para inalizar este apartado, cabe señalar que la crónica
de alonso de cartagena, caracterizada por reducir al
máximo la información sobre cada monarca, inaliza
cada capítulo informando al lector sobre cómo suele
representarse al rey en cuestión en la iconografía de la
época. Estas imágenes descriptivas son de gran interés,
pues contienen un lenguaje simbólico en el que se deja
constancia bien de las cualidades del monarca, bien de
los hechos acaecidos en su reinado. a continuación se
ofrece una selección de textos sobre esta cuestión.
La representación simbólica de los reyes de Asturias en
la Anacephaleosis
Pelayo
Pintase armado con la espada desnuda y
ejecutando el golpe por que alcanzo muchos
triumphos y recupero de los Moros muchas
ciudades a fuerza de conquista.
La divisa de su escudo es un Leon rojo en campo
blanco, insignias de los Reyes de Leon, por que
en su tiempo havia ya enmudecido en España el
nombre y armas de los Godos y sucedido en su
lugar el Titulo de Reyes de Leon.
Favila
Siguiendo la caza le accometio un osso y
haciendo pressa le quito la vida. Por esto se
pinta luchando con la iera.
alfonso i
Pintase armado por haver alcanzado
muchos triunfos. Pintase a la margen Dona
Hormiscinda, su mujer, y sus hijos.
Fruela i
Pintase armado con la espada en la diestra por
la insigne victoria que consiguió de los Moros y
atravesacho el pecho con un puñal por haverle
dado su hermano muerte violenta.
aurelio
Pintase vuelto de espadas y escondiendo el
rostro por haver quitado la vida injustamente
a su hermano, signiicando con este ademan la
vergüenza y confusión de su delito.
silo
Pintase en trage paciico con un estoque en la
mano a Vista de un Monte por que enfreno los
intentos de los rebeldes.
Mauregato Pintase en trage cumplido hasta los pies con
sobrerropaje a uso de los Moros, por que contra
su crédito y opinion assento con ellos indígenas
confederaciones y amistades.
Bermudo
Pintase en habito paciico por que no se le
ofrecieron occasiones en que hacer prueba de
su valor.
alfonso ii Pintase anciano, en habito modesto y
cumplido, recibiendo la Cruz de manos de un
Angel.
ramiro i
Pintase durmiendo en los Reales, armado, por
que en esta dispossicion se le manifestó el Santo
Apostol de España.
ordoño i
Pintase armado con ropa larga.
alfonso
Pintase armado por que dio batallas y alcanzo
iii
victorias.
García
Pintase mancebo y en habito paciico, por que
en su corta vida no dio lugar a empleos belicos.
ordoño ii Pintase armado por que tuvo espititu belicoso.
Fruela ii
Pintase en habito de paz por que carecio de
guerras.
EL Fin dE La HisToria GoTicisTa
Tras las crónicas y los tratados de alonso de cartagena,
rodrigo sánchez de arévalo y Mosén diego de Valera, la historia neogoticista tiende a desaparecer. Quizá
la última noticia al respecto la dé el segoviano diego
Enríquez del castillo (1443-1503), consejero y cronista
oicial de Enrique iV.
El eclesiástico inaugura su crónica recordando a
todos los pueblos que a lo largo de la historia dejaron
su legado en la Península. destaca de entre todos ellos
«el resplandor de nuestros invictísimos Godos, la pujanza de su grandeza é la excelencia de sus obras»,85 haMuestras tomadas respectivamente de la chh, p. 180, y de la arh, p. 1.224.
d. Enríquez del castillo: Crónica de Enrique IV, p. 99. Puede localizarse
este texto completo en la bae, tomo lxx: Crónicas de los reyes de Castilla III,
Madrid, 1953, pp. 97-222.
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Territorio, sociedad y Poder. revista de Estudios Medievales / º 5, [. -]
Paralelamente al debilitamiento de esta historiografía, las nuevas modas del renacimiento cobran
mayor fuerza en los reinos hispánicos. Es lógico que,
dada la presencia que tiene aragón en la península
itálica, sea en este ámbito donde nos encontremos a
los primeros historiadores humanistas caracterizados
plenamente como tales.
Estos historiadores, vinculados al círculo cortesano
de los reyes católicos, continúan escribiendo una historia llena de intencionalidad política que condena los
reinados de Juan ii y Enrique iV y que ofrece una
imagen casi providencial de la llegada de isabel i al
poder. su matrimonio con Fernando ii de aragón es
algo muy bien valorado en sus obras, pues con el enlace
matrimonial se vuelve a integrar prácticamente toda la
península ibérica bajo una misma entidad monárquica,
una unidad que no había sido posible desde la caída del
último rey visigodo.
Escribe andrés Bernáldez (1450-1513) en su crónica
que, reunidos los reinos de castilla y de aragón con
isabel y Fernando, se pone in a años de «guerras é
blasfemias é avaricias é matadores, pues con esta junta
de cetros reales se vengó nuestro señor Jesuchristo de
sus enemigos, y destruyó el vengador ó matador»,88 reiriéndose a los importantes logros en el campo político
y militar. Muchos coetáneos secundan estas palabras
del cura de los Palacios.
Los nuevos cronistas buscan los antecedentes de la
unidad hispánica no en el reino visigodo, sino en la
época romana.89 autores como Joan Margarit (14211484), el primer historiador humanista peninsular
propiamente dicho, o Lucio Marinero sículo (14601533) combinan en sus obras todos los factores que
hasta ahora se han planteado, dando como resultado
ciéndose eco de la Historia gothica de rada para mostrar
las vicisitudes de los visigodos en Europa antes de asentarse en territorio hispano.
al poco de ser coronado el rey castellano, explica su
asesor, irma la paz con su tío alfonso V el Magnánimo
tras años de continua inestabilidad. Los delegados de
ambos monarcas discuten sobre cuál de los dos debía
irmar primero el tratado de concordia, llegando a la
siguiente conclusión: alfonso de aragón debía entender
que «el rey don Enrique su sobrino era el tronco de
quien él y el linaje real de los Godos de España descendían», por lo que «mando que el rey su sobrino le
precediese».86
Este gesto es muy revelador, pues, por un lado, se
comprueba que el discurso goticista sigue presente en
los doctores en derecho de la segunda mitad de la centuria y, por otro, se muestra cómo la corona aragonesa
reconoce la superioridad de la castellana fruto de la
genealogía de sus antepasados.
no obstante, con Enrique iV se asiste al inal de los
maniiestos que relacionan su trono con el visigodo. si
bien los orígenes de la monarquía española siguen relacionándose con la historia primitiva de la Península, los
propagandistas del poder regio recurren cada vez más
a Pelayo y menos a athanarico para remontarse a los
inicios de la corona castellano-leonesa, considerando
que con la muerte de rodrigo se cierra una etapa en la
historia hispana.
Un testimonio gráico al respecto se puede ver en la
orden que da el rey Enrique en su lecho de muerte: fortiicar el alcázar de los cordones de segovia representando «en el corredor a todos los reyes que en castilla
y León han seido despues de la destruición d’España,
comenzando de don Pelayo fasta él, é mandó poner
con ellos al cid, é al conde Fernán González, por ser
caballeros tan nobles é que tan grandes cosas hicieron,
todos en grandes estatuas, labradas muy sutilmente de
maderas cubiertas de oro é plata».87 si el sentimiento
goticista estuviera en alza, los reyes visigodos también
habrían sido reproducidos.
88
andrés Bernáldez: Crónica de los Reyes Católicos, p. 574. bae, tomo cxvi:
Prosistas castellanos del siglo XV, i, pp. 567-773.
89
sobre esta materia y las transformaciones de la historiografía bajomedieval hispana en los albores del renacimiento puede seguirse la síntesis de
L. Gil Fernández: «Líneas maestras del humanismo español», en la colección
Historia de España de r. Menéndez Pidal, tomo xxi: La cultura del Renacimiento (1480-1580), coordinado por V. García de la concha, Madrid, 1999,
pp. 211-303. de igual modo, a. Gómez Moreno: España y la Italia de los
humanistas. Primeros ecos, Madrid, 1994, y B. cuart Moner: «La larga marcha
de las historias de España en el siglo xvi», en r. García cárcel (coord.): La
construcción de las historias de España, Madrid, 2004, pp. 45-126.
ibídem, p. 104.
M. diego de Valera: Memorial de diversas hazañas, p. 95. se publica la
obra en la misma antología que la anterior crónica, pp. 3-95.
86
87
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La ideología goticista en los prehumanistas castellanos
unas crónicas en las que se da un peso muy notable
a las descripciones geográficas, una fuerte propaganda apologética de la monarquía y una mirada
más intensa hacia el pasado romano que hacia el
visigodo.
En esta línea Joan Margarit escribe el Paralipomenon,
una crónica de gran sentimiento patriótico que no
abarca más allá de la época romana. En las primeras
líneas escribe su dedicatoria a los reyes católicos,
quienes dan de nuevo a España «aquella unidad que
desde los tiempos de los romanos y de los visigodos
había perdido».90 dividida en un total de diez libros,
ofrece una introducción sobre la etnografía hispana
para continuar explicando la presencia cartaginesa
en la Península, las guerras púnicas y la conquista de
roma hasta el emperador augusto, relacionando en
todo momento la historia española con la italiana. Por
su parte, en De origine reges hispaniae et gotorum vincula
la casa real castellana con los reyes godos, siguiendo la
Compendiosa de sánchez de arévalo.
otro ejemplo similar lo vemos en Lucio Marineo
sículo y su De laudibus Hispaniae libri VII, una cosmografía sobre la geografía y la historia de España en
general y de aragón en particular que también enfatiza
en la antigüedad. resume brevemente la historia de
Portugal y de castilla para detenerse en la de aragón,
centrándose sobre todo en el reinado de los reyes católicos. concluye el texto haciendo una relación de
los emperadores hispanos en roma y de aragoneses
ilustres.
con estos autores se llega, pues, al fin de la historia
neogoticista, una historia que vinculaba la realeza
castellana con la visigoda y que veía en aquel reino
la unidad política de la Península que muchos ansiaban. Los cronistas, siempre voceros de la autoridad real, dejarán de lado esta forma de reescribir el
pasado para centrarse más en la época grecorromana
y el legado de la misma. comienza la moda del
mundo antiguo.
concLUsionEs
Uno de los discursos historiográicos más seguidos en la
Edad Media castellana es aquel que deiende la necesidad
de combatir al enemigo musulmán para volver a la unidad
peninsular existente en tiempo de los visigodos. Esta premisa, ideal goticista, reposa en dos argumentos: el primero, que
tras la invasión musulmana el reino visigodo fue destruido;
el segundo, que Pelayo es el heredero de los monarcas visigodos. así, se puede distinguir una serie de etapas en la percepción de este ideal por parte de los cronistas castellanos:
a) Nacimiento del goticismo, con la igura de alfonso
iii el Magno y el ciclo de crónicas asturianas.
b) Periodo de maduración, en el que se desarrolla
este ideario con las crónicas astur-leonesas de los
siglos xi y principios del xii.
c) Momento de esplendor, a raíz de la labor historiográica
de Lucas de Tuy y rodrigo Ximénez de rada.
d) Lenta y progresiva fase de decadencia, fruto del estancamiento de la obra anterior con alfonso X y el triunfo
de nuevos postulados ideológicos incorporados a la
elaboración histórica en época de sancho iV.
e) Un último hálito, ya en el siglo xv, con las emblemáticas iguras de alonso de cartagena, rodrigo sánchez de arévalo y en menor medida
también diego de Valera.
Estos últimos cronistas, embajadores de castilla en
Europa, escriben la Anacephaleosis y la Compendiosa historia hispánica, ieles seguidoras de la obra de Ximénez de
rada. Los principales argumentos que sostienen son que
athanarico fue el primer rey español y que con Pelayo la
monarquía hispana pierde el nombre de visigoda debido a
la incursión del islam y adopta el título de astur-leonesa,
siendo una continuación de la misma. con esta explicación,
cartagena y arévalo pretenden demostrar la antigüedad del
trono castellano por encima del resto de reinos europeos y
defender que los soberanos de castilla son los únicos reges
Hispaniae por ser herederos directos de los visigodos.
redactadas en latín, el público lector potencial de
estos testimonios son unos destinatarios muy singulares: los eruditos de las cortes europeas.
90
Un estudio de este texto lo ofrece r. Tate: «El Paralipomenon de Joan
Margarit, cardenal obispo de Gerona», y «El manuscrito y las fuentes del
Paralipomenon Hispaniae», en Ensayos…, pp. 123-150 y 151-182.
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