Con la sensibilidad a flor de piel tras el trágico derrumbe del Puente Morandi en Génova, las autoridades italianas han cerrado a cal y canto el viaducto "Sente Longo", el más alto del país alegando razones de seguridad. Su pilar central parece haber girado con el paso del tiempo.
Italia tiene auténtico vértigo a que se produzca una tragedia similar a la del puente Morandi. Las autoridades transalpinas han cerrado indefinidamente el viaducto más alto del país, una estructura colasal de 1.200 metros de largo y 185 metros de alto que une las regiones de los Abruzzos y Molise.
Una inspección realizada tras el terremoto que sacudió la región el mes pasado reveló que el pilar central del "Sente Longo" parece haber girado con el paso del tiempo (fue construido a mediados de los años setenta del siglo pasado) y la estructura es inestable.
Tras el trágico derrumbe del puente Morandi en Génova, las autoridades italianas no quieren correr ningún riesgo y han preferido cerrar a cal y canto el viaducto a pesar de que esto obligue a los habitantes de la zona a dar un largo rodeo por carreteras sinuosas.
Los expertos creen que el peligro no es nuevo, pero el derrumbe del puente Morandi ha acentuado los controles y las medias de seguridad. Las últimas inspecciones del vidaducto han puesto de manifiesto una serie de puntos críticos que no son visibles desde el exterior.