#15 Pues eso es verdad, y me parece un poquito atroz. No porque alguien se gane la vida de master, que no me parece mal en absoluto, sino porque el master "profesional" no está jugando, está trabajando. Se supone que el master tiene que divertirse, porque no es un mono de feria que exista solo para el entretenimiento de los otros jugadores. Creo que cambia totalmente el enfoque del juego, y la dinámica de la mesa. Es verdad que uno de los argumentos que más a menudo he visto que se esgrimen a favor de las partidas remuneradas ya no es la supuesta "excelencia" del master (que yo sepa por ahora no se reparten certificados de cualificación profesional), sino que elimina el problema del absentismo en los jugadores: el que paga es porque quiere jugar, y al parecer no suele haber cancelaciones frecuentes ni de última hora. Tampoco es que haya conseguido formarme una opinión al respecto. Creo que no pagaría por jugar, ya no por el hecho de pagar sino porque se me haría muy extraño.
Portada
mis comunidades
otras secciones
#12 Creo que la autora, más que nada, le ve las orejas al lobo. Las nuevas generaciones son más digitales, hay nuevos jugadores que no se plantean hacer una ficha con papel y lápiz porque lo puede tener todo en el móvil, los mapas pueden verse en una pantalla o una tablet, etc. Todo eso genera aplicaciones y cosas en que gastar los pecunios, y si añadimos el auge del juego online durante, y tras la pandemia...
Haciendo un cálculo rápido, mi vicio rolemasteriano, teniendo en cuenta que pagué unas 6000 pesetas por los tres manuales, me habrá salido en la locura de...5 pesetas por semana. Incluso si añadimos dados, fotocopias de fichas, y lo que me pudiera gastar en otros juegos, me atrevo a decir que me he gastado mucha, mucha más pasta en coger el bus, y en comprar Coca Cola y patatitas para las partidas, que en ninguno de los implementos necesarios para jugar.