Las señales más comunes en caso de sufrimiento fetal
Señales de alerta que nos dicen que el feto no recibe el riego sanguíneo o el oxígeno necesarios y que, por tanto, se debe actuar de inmediato por parte de los profesionales médicos.
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Entendemos por sufrimiento fetal el momento en que, por medio del monitor, se observa que la frecuencia cardiaca del feto se está alterando durante el parto. Una situación grave que puede deberse a causas de lo más diversas como problemas que sufra la mujer embarazada como anemia, hipertensión, enfermedad cardíaca, ciertas infecciones, problemas con la placenta o con el cordón umbilical.
Causas todas ellas que son las que llevan a que se produzca el conocido como sufrimiento fetal agudo (SFA) y que no son otras que "las complicaciones surgidas antes del parto y durante el mismo y que hacen que el bebé no tenga ni el flujo sanguíneo ni el oxígeno suficiente que le puede provocar lesiones importantes (y hasta la muerte en los casos más graves)" como explica la Dra. María Aubá Guedea de la Clínica Universidad de Navarra.
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Señales de sufrimiento fetal
Incluso antes de que llegue el momento del parto, una mujer embarazada debe ser consciente de las señales que alertan de que algo está ocurriendo con su bebé. Si esto ocurre debe ponerse en contacto con su médico, ya que estas señales ( también se pueden ver cuando la mujer está monitorizada en pleno parto) pueden ponernos sobre aviso de que el feto está sufriendo durante el embarazo.
Imagen de un feto en el vientre materno
Y es que la rapidez con la que se diagnostica el sufrimiento fetal y la rápida actuación de los facultativos resultan clave en estos momentos. El protocolo de actuación de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) establece como tiempo límite para la extracción del bebé 30 minutos ante cualquier sospecha de bienestar fetal, momento en el que se establece la necesidad de un parto inminente que, por lo general, suele ser practicando una cesárea de emergencia.
Estas son las señales de alerta más comunes de que el feto sufriendo en el parto o embarazo como adelanta el Dr. Prieto Alonso del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario:
- Ciertos cambios en los movimientos que hace el bebé en las últimas semanas o días antes de dar a luz y que nos pueden resultar un tanto extraños, o bien notar que el bebé no hace movimiento alguno o no lo notamos en el vientre materno. Y es que un feto sano es aquel que se mueve activamente dentro del útero materno.
- Acidosis fetal: esto es, cuando se produce una concentración de ácidos en la sangre arterial materna que no se encuentra en unos parámetros normales o bien se observa que son elevados.
- La aparición de meconio (las primeras heces del bebé después del parto) en el líquido amniótico, o bien por vueltas de cordón, o por caso de placenta previa.
- Que se produzca un aumento o disminución de la frecuencia cardíaca fetal (taquicardia o bradicardia), sobre todo si esta se da especialmente durante y después de una contracción uterina que tenga la madre gestante. En general, "una disminución de la frecuencia cardíaca fetal por debajo de los 110 latidos por minuto es una señal de sufrimiento fetal agudo, y puede indicar la necesidad de intervención médica inmediata para salvar la vida del feto. Por otro lado, un aumento en la frecuencia cardíaca fetal por encima de los 160 latidos por minuto puede ser una señal de estrés fetal y también puede requerir intervención médica", detallan también desde el despacho de abogados de Rafael Martín Bueno.
Tipos de sufrimiento fetal
Dentro de una situación de sufrimiento fetal podemos distinguir, como nos ilustra el Dr. Elí Pedro Monzón Castillo de Clínica Imar, entre sufrimiento fetal agudo y sufrimiento fetal crónico. El primero de ellos es el más común, se da en el 85% de los casos y se produce de manera repentina en el momento del parto. Ante esta emergencia, los profesionales sanitarios tienen que extraer al bebé lo antes posible, de lo contrario, ese bebé puede acarrear consigo daño cerebral, discapacidades físicas y mentales, e incluso la muerte en los peores casos.
Por su parte, el sufrimiento fetal crónico tiene lugar a lo largo de toda la gestación y de una manera progresiva. En este tipo de casos, lo único que se puede hacer es adelantar el parto siempre que sea posible y tanto la salud de la madre como del bebé esté controlada. También se puede dar el caso de permitir que el bebé siga madurando hasta alcanzar un desarrollo y tamaño óptimos para su nacimiento.
