Declaración sobre la violencia de género en la región de Tigré en Etiopía

22 de marzo de 2021
Declaración

En el marco de un empeoramiento de la situación humanitaria en la región de Tigré en Etiopía siguen saliendo a la luz informes de ataques indiscriminados y selectivos contra civiles, incluidas violaciones y otras formas horribles de violencia sexual. Esto tiene que acabar.

Hacemos un llamamiento a todas las partes del conflicto, sean o no Estados, para que cumplan sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos; velen por que sus fuerzas armadas respeten y protejan a la población civil, en particular a las mujeres y los niños, de cualquier abuso de derechos humanos; condenen explícitamente toda violencia sexual, y tomen medidas para llevar a los perpetradores ante la justicia cuando se produzcan abusos.

Mujeres y niños de zonas afectadas están notificando problemas importantes para acceder a servicios de salud, bienestar social y justicia. Las evaluaciones de algunos establecimientos de salud de la región, como los de Mekelle, Adigrat y Shire, muestran problemas de seguridad, así como de personal, prestación de servicios y suministros. Las evaluaciones iniciales de 106 establecimientos en Tigré, realizadas entre diciembre de 2020 y marzo de 2021, muestran que casi un 70% de esos establecimientos habían sido saqueados, un 30% dañados y solo un 13% eran funcionales. Los servicios de salud también funcionan peor porque muchos trabajadores sanitarios se han desplazado a otros lugares y por el impago de salarios. En otras evaluaciones sobre la disponibilidad de servicios de salud realizadas en más de dos tercios de un total de 264 establecimientos en la región se han registrado interrupciones importantes y generalizadas de esos servicios. Se ha podido observar la prestación de servicios de vacunación infantil en solo un 28% de los establecimientos en funcionamiento, y de servicios integrales de nutrición en aproximadamente un 29%.

Solo un establecimiento de salud proporciona toda la gama de servicios para el tratamiento clínico de los sobrevivientes de violaciones, y menos de la mitad de los establecimientos de salud ofrecen disponibilidad absoluta de anticonceptivos de emergencia. El no poder acceder directamente a servicios de atención de salud provoca miedo cuando se necesitan esos servicios, especialmente entre las mujeres y los niños, los cuales ya padecen desplazamientos forzados y amenazas frecuentes y graves. Además, muchos civiles desplazados se refugian en edificios inacabados o dañados, y la mayoría de los centros colectivos no cuentan con espacios o letrinas separados para mujeres y hombres, niñas y niños, lo que aumenta el riesgo de violencia de género y la propagación de ciertas enfermedades infecciosas.

Para responder al terrible sufrimiento humano que está produciendo este conflicto, y para prevenir que se produzca más, se requerirán medidas concertadas a todos los niveles.

En primer lugar, es fundamental que se inicie una investigación independiente sobre la violencia sexual relacionada con el conflicto en Tigré, con la participación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

El acceso humanitario es esencial. El personal humanitario debe poder llegar a todas las regiones de Etiopía afectadas por el conflicto y la violencia. Entre ellas, a las principales ciudades y zonas rurales de Tigré, así como de Benishangul-Gumau, Oromía, la Región de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur (SNNP, por sus siglas en inglés) y Amara, y de las regiones que acogen a miles de desplazados internos.

A pesar de los acontecimientos recientes, queda mucho por hacer para conseguir llevar personal de ayuda y suministros a Tigré. Si se les da el acceso y los recursos que necesitan, los organismos de ayuda podrán realizar las intervenciones de prevención y respuesta que tan desesperadamente se necesitan para salvar y transformar vidas, incluida la prestación de servicios y suministros de salud, el tratamiento de casos de violencia de género, la entrega de kits de higiene femenina, el tratamiento posterior a una violación y la habilitación de espacios seguros para mujeres y niños. Como muchas personas han sufrido un trauma profundo, también se requiere apoyo en salud mental y para necesidades psicosociales.

Solo mediante un esfuerzo concertado e integral, plenamente basado en el respeto de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, podrá la respuesta humanitaria en Tigré estar a la altura de la gravísima situación humanitaria, especialmente la que sufren mujeres y niños. 

Signatarios

Sr. Mark Lowcock, Coordinador del Socorro de Emergencia y Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios (OCHA)

Sr. Ignacio Packer, Director Ejecutivo del International Council of Voluntary Agencies (ICVA)

Sr. Samuel Worthington, Director General de InterAction

Sr. Antonio Vitorino, Director General de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)

Sra. Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH)

Sr. Achim Steiner, Administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)

Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)

Sr. Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)

Sra. Maimunah Mohammed Sharif, Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat)

Sra. Henrietta H. Fore, Directora Ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)

Sra. Cecilia Jiménez-Damary, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de los desplazados internos

Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS)