África
Etiopía
-
Clasificación 2023
130/ 180
Puntuación: 47,7
Indicador político
111
50.25
Indicador económico
113
43.14
Indicador legislativo
89
62.64
Indicador social
146
43.64
Indicador de seguridad
146
38.82
Clasificación 2022
114/ 180
Puntuación: 50,53
Indicador político
112
50.65
Indicador económico
76
45.77
Indicador legislativo
99
63.66
Indicador social
126
57.29
Indicador de seguridad
144
35.29

Arrasado por los conflictos étnicos y una guerra civil, el país ha revertido en gran medida  los recientes avances en materia de libertad de prensa. A pesar del acuerdo de paz firmado en noviembre de 2022, el temor a las represalias persiste en los periodistas.

Panorama mediático

El panorama mediático bajo el gobierno de Abiy Ahmed, en el poder desde 2018, sigue estando muy polarizado e impregnado de una cultura de opinión que va en detrimento de la verificación de la información. No obstante, es mucho más abierto y pluralista respecto del régimen anterior, pues más de 200 medios prohibidos en el pasado se han vuelto a autorizar. La radio sigue siendo el medio más popular: Fana FM, Sheger FM y las emisoras regionales tienen grandes audiencias. Las cadenas de televisión más conocidas son Kana, EBS y Fana BC. Hay varias publicaciones de prensa escrita, cuyos lectores son principalmente las élites urbanas. The Reporter es el semanario independiente más respetado.

Contexto político

La propaganda para controlar la narrativa de la guerra existe tanto dentro del Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), como en el seno de las autoridades estatales, creando una desinformación en las redes sociales que retoman los medios. El poder ha recuperado el control de la información y para ello ha creado una plataforma de “verificación”. Bajo la apariencia de un medio, es en realidad una herramienta para transmitir la comunicación del régimen, que utiliza información no verificada y desinforma para desacreditar a las voces críticas. Lejos de promover un periodismo independiente y de calidad, la Autoridad de Regulación de los Medios (EBA) es un instrumento al servicio de las autoridades.

Marco legal

La nueva ley sobre los medios, aprobada en 2021, ofrece un marco legal más abierto y protector para los periodistas. La difamación ha sido despenalizada y se protege el secreto de las fuentes. En la práctica, se elude ampliamente esta norma, que no impide las detenciones de periodistas. En mayo de 2022, se produjo una oleada de detenciones arbitrarias contra unos quince periodistas. La ley antiterrorista, o la más reciente sobre los discursos de odio, tienen disposiciones muy vagas que conllevan fuertes penas de prisión y que pueden ser utilizadas contra los periodistas críticos.

Contexto económico

Los bajos salarios, el aumento del coste de vida y la corrupción ponen la integridad profesional de los periodistas a prueba. La concentración de medios en manos de un puñado de hombres de negocios causa problemas de independencia, mientras que el coste de creación de un medio nuevo, especialmente en el sector audiovisual, es muy disuasivo.  

Contexto sociocultural

Numerosos medios etíopes están fuertemente marcados por consideraciones étnicas, regionalistas y políticas, que van en detrimento de una información independiente, plural y equilibrada. La autocensura está muy extendida y no exime a los periodistas.  

Seguridad

El recrudecimiento de los ataques contra los periodistas, constatado desde el inicio de la guerra en Tigray, a finales de 2020, continúa. Varios reporteros han sido asesinados en circunstancias poco claras. Numerosos periodistas, cuya cobertura del conflicto no estaba alineada con la comunicación gubernamental, han sido detenidos bajo acusaciones muy graves como “exaltación del terrorismo”. Algunos fueron condenados a muerte, y otros, perseguidos por las autoridades federales, se vieron obligados a exiliarse o buscar auxilio. El corresponsal del New York Times ha sido expulsado del país. Ciertos medios, como el mensual Addis Standardm, han sido suspendidos de forma arbitraria. El sitio web Awlo Media Center anunció el cese de su actividad a causa de las amenazas y la represión. La hostilidad hacia los medios de comunicación extranjeros quedó patente a principios de 2023 con la suspensión de cerca de quince canales extranjeros, a los que las autoridades acusaban de trabajar sin licencia.