Tras el cierre en 2023 del periódico más antiguo por motivos económicos, el Liechtensteiner Vaterland ha pasado a ser el único diario del país. Liechtensntein sólo cuenta con una emisora de radio, Radio Liechtenstein, dependiente desde 2003 de la autoridad reguladora Liechtensteinische Rundfunk (LRF), y tiene una audiencia de unas 50 000 personas. El Estado cuenta también con una cadena de televisión, 1FLTV, lanzada en 2008 y propiedad de una empresa austriaca. Para diversificar esta limitación de las fuentes de información, la población tiene acceso a los medios de países vecinos, como Alemania, Suiza y Austria.

Aunque la situación parece mejorar, los vínculos de los medios con los políticos son estrechos, en detrimento de su independencia. Así, los dos diarios del país son propiedad de los dos principales partidos en el poder (VU/FBP). En 2021, y por primera vez, el partido ecologista de izquierda Freie Liste (Lista Libre), hasta ahora comprometido con la defensa de la libertad de prensa, arremetió contra los periodistas después de que los dos diarios nacionales publicaran una investigación sobre la formación. 

Los partidos políticos, particularmente los dos que están en el poder, ejercen una influencia perceptible en los periódicos, y sus periodistas pueden tender a autocensurarse. Esta tendencia también es preocupante en la radiotelevisión pública. La práctica totalidad de periodistas que trabajan en ella se han formado solo internamente y no es casual que el VU y el FBP reciban un trato benevolente.

El principal problema de la prensa del país es el limitado mercado publicitario, que reduce la oferta mediática y no permite que otros medios sean rentables. Existe una fuerte dependencia entre los poderes económicos y los periódicos. Sin embargo, no se ha hecho ningún esfuerzo real para ayudar públicamente a los medios, fomentando así un periodismo más independiente e investigaciones de mayor calidad.  

Al igual que muchos otros países, Lichteinstein se enfrenta al retroceso del interés de la población por la información y a una creciente desconfianza hacia los medios tradicionales. En 2021, los grupos de ideología extremista han gozado de una mayor visibilidad en el contexto de la pandemia de Covid-19, influyendo en el discurso contra los medios.   

En el contexto de la pandemia de Covid-19, los intentos de injerencia por parte de determinados sectores de la sociedad han aumentado significativamente, y los medios y periodistas han sido objeto de amenazas o difamaciones. En las manifestaciones contra las medidas sanitarias llevadas a cabo en el país, los reporteros y los medios sufrieron ataques verbales sin precedentes.