El ente público de radiodifusión PBS es la televisión líder, por delante de cadenas que pertenecen a partidos políticos. Además de tres diarios independientes tradicionales en inglés (Times of Malta, Malta Independent y Malta Today), Malta cuenta con medios digitales y blogs de información online.

El partido en el poder ejerce una fuerte influencia sobre la radiotelevisión pública y sobre la publicidad institucional para presionar a los medios privados. Los políticos suelen elegir a sus periodistas de cabecera para realizar entrevistas exclusivas, mientras que los considerados “hostiles” son ignorados, incluso dentro del propio medio -del partido de turno- en el que trabajan. El gobierno exige una “tarjeta de acceso” a los periodistas para cubrir eventos en los que participa o para asistir a conferencias de prensa.

La libertad de prensa está garantizada por la Constitución, pero el marco jurídico y regulatorio no permite a los periodistas ejercer sus derechos. Los medios independientes son discriminados en el acceso a la información: las autoridades han llegado incluso a impugnar ante los tribunales cada una de las 40 solicitudes de acceso a información pública realizadas por un medio de comunicación, mediante un nuevo tipo de “proceso mordaza” (o SLAPP)  Los familiares de la periodista Daphne Caruana Galizia, asesinada en 2017, aún deben enfrentarse a procesos póstumos por difamación.

Aunque es relativamente sencillo crear un medio, el tamaño reducido del mercado limita las fuentes de financiación para las redacciones independientes, cuya supervivencia se ve comprometida por un reparto opaco y discriminatorio de los fondos públicos. Durante la pandemia, las subvenciones han sido concedidas esencialmente a los medios de los partidos políticos.

La sociedad padece una fuerte polarización en torno a casi todos los asuntos de interés público. La cobertura de temas relativos a la migración o el aborto suele ser desdeñada e incita a la comisión de abusos contra los periodistas que la realizan. Casi ningún reportero procedente de una minoría étnica trabaja para medios tradicionales. El periodismo de investigación está garantizado por un puñado de profesionales, casi todos hombres.

Todavía no se ha hecho plena justicia sobre el asesinato de Daphne Caruana Galizia. En 2022, dos asesinos a sueldo fueron condenados a 40 años de cárcel tras declararse culpables. Con anterioridad, uno de los ejecutores y el intermediario habían sido indultados a cambio de información. Pero, el autor intelectual y otros responsables del crimen aún no han sido condenados. Aunque la investigación pública reconoce que “el Estado debe asumir la responsabilidad del asesinato por el clima de impunidad que de él se desprende”, las recomendaciones resultantes no se han aplicado.