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Eric Maskin: “Occidente debería haber abrazado a Rusia en los noventa”

Entrevista

El Nobel de Economía y el académico de Harvard cree que el riesgo de la estanflación aún es real

Eric Maskin Nobel de Economia.

Eric Maskin, durante su visita a Barcelona en un acto de la Barcelona School of Economics

César Rangel

En anteriores entrevistas a este diario, el académico de Harvard y premio Nobel Eric Maskin soltó algunas frases que, leídas hoy, parecen proféticas. Para que luego digan que mejor que los economistas no hagan pronósticos sobre el futuro.

Política económica

“No hay que arrojar dinero a los más pobres sino invertir en formación”

Año 2015, invasión de Crimea. Usted dijo: “No sabemos lo que Putin persigue, si es que él lo sabe. Quiere aparecer ante sus ciudadanos como gigante y recuperar el orgullo ruso de gran potencia...”

Creo que el concepto sigue siendo válido. Putin ha hecho carrera jugando primero con el sentimiento de inferioridad que sienten los rusos tras la disolución del imperio soviético, y luego llegó al poder por el caos económico de finales de los 90. En mi opinión, Occidente perdió en ese momento una gran oportunidad. Cuando cayó la Unión Soviética, seguimos pensando en Rusia como un adversario, y no solo mantuvimos la OTAN, sino que la ampliamos. Un enfoque alternativo podría haber sido abrazar a Rusia del mismo modo en que se abrazó a Alemania y a Japón tras la Segunda Guerra Mundial, e incorporar a Rusia plenamente a la comunidad de Occidente.

Pero Alemania y Japón estaban derrotados por completo.

Me doy cuenta de que no es una comparación perfecta porque es cierto que Occidente tuvo más control sobre el destino de estos países. Pero el hecho es que estos enemigos acérrimos se convirtieron en nuestros aliados más cercanos, y eso podría haber ocurrido con Rusia, y no fue así. En cambio, permitimos que alguien como Putin alcanzara el poder tratando de diferenciar a Rusia de Occidente.

Profesor, aplicando sus estudios económicos sobre las teorías de los juegos, ¿cree que ahora sería conveniente negociar un acercamiento con Putin?

En este momento es demasiado tarde para hacer algo con respecto a Putin. Pero espero que una vez que se haya ido, podamos repensar nuestra política hacia Rusia y quizás adoptar un enfoque más similar al que se adoptó hacia Alemania y Japón después de la Segunda Guerra Mundial siguiendo el mismo juego.

Más hemeroteca. Año 2008. Cito: “Si queremos recuperar la prosperidad, tenemos que reducir nuestra dependencia de los fósiles baratos...”

Claro. Putin nunca podría haber lanzado esta guerra contra Ucrania si no fuera por el combustible fósil, porque su guerra está siendo financiada por Occidente y su compra de combustible. La guerra es terrible, por supuesto, pero hay algunos aspectos brillantes en ella. Uno es la reunificación de Occidente. Estamos cooperando como no lo habíamos hecho en años, pero también el conflicto nos recuerda la importancia de hacer algo con los combustibles fósiles. Ahora, hasta donde yo sé, todavía no hemos dado pasos concretos en esa dirección, pero me imagino que llegarán.

Si usted fuera el presidente de Ucrania Zelenski ¿qué haría?

Yo estaría dispuesto a hacer concesiones para conseguir que la guerra termine rápidamente y que grandes partes de Ucrania no queden reducidas a escombros. Implicaría dar a Rusia el control efectivo de ciertas partes del territorio en el este del país y reconocer que Rusia es ahora dueña de Crimea. Esto podría ser muy difícil de aceptar para los ucranianos. Sin embargo, tengo una gran creencia en la eficacia de los buenos líderes políticos, aquellos que tienen capacidad de persuadir a su electorado para que acepte cosas que de otro modo no se esperaría que hicieran. Esto fue cierto en el caso del presidente Roosevelt en la Gran Depresión y en la Segunda Guerra Mundial y fue cierto en el caso de Churchill con Inglaterra. Zelenski es un político con mucho talento y podría jugar la baza de la expansión de la OTAN. La adhesión de Finlandia podría ser una moneda de cambio para la paz. Pero esto no sucederá mientras Putin esté en el poder. Ya tiene 70 años, así que no va a estar ahí para siempre. Después habrá una gran oportunidad para hacer lo que se debería haber hecho en los años 90 y traer a Rusia a la comunidad internacional, en cuyo caso no necesitaremos a la OTAN nunca más.

En la mesa redonda en la que participó como miembro del comité científico en la Barcelona School of Economics (BSE) debatieron sobre globalización y desigualdad. ¿Ha terminado la larga fase de apertura de la economía?

No, no creo que la globalización se haya acabado y con franqueza espero que no. En general ha sido una fuerza extremadamente beneficiosa para el mundo. Pienso en lo que ha sucedido en India o en China: es como un milagro económico, han podido crecer rápidamente y sacar a cientos de millones de personas de la pobreza. Pero la globalización también tiene sus inconvenientes. Y uno de los más destacados es la desigualdad. Afecta de especial manera a las personas no cualificadas. Y eso es lamentable, pero quizás lo más grave es que es una amenaza para la estabilidad de la sociedad, cuando empieza a deshacerse y a desmoronarse. El auge del populismo de derechas está muy ligado a la desigualdad.

¿Cómo se debe intervenir?

La clave está en la educación y la formación de habilidades. Sí, se puede intentar hacer alguna redistribución, se puede gravar a los ricos y dárselo a los pobres. Pero así no se llega al problema esencial, que es que hay demasiada gente que, en el estado actual de las cosas, no tiene recursos para mantenerse y que su vida sea satisfactoria. Así que la respuesta no es arrojarles dinero, sino darles las habilidades que necesitan para contribuir de forma productiva a la sociedad. Y eso es posible.

¿No es lo que intentó hacer Joe Biden con el programa ‘Build Back Better’?

El presidente de EE.UU. estaba tratando de aprobar una inversión de este tipo el año pasado. Había una gran cantidad de dinero para invertir en colegios comunitarios, que son una forma de dar a las personas formación profesional, para ser electricistas o fontaneros, o mecánicos de coches. Y todas estas habilidades son muy valoradas, pero la gente no siempre puede permitirse adquirirlas por sí mismas. Necesitan ayuda. Desgraciadamente, el programa Build Back Better no salió adelante. Y creo que el problema fue que había demasiados otros programas que se agruparon en este enorme paquete de gastos de 2 billones de dólares.

Hay mucho debate sobre la necesidad de subir impuestos para equilibrar las finanzas públicas. ¿Qué opina?

Si no tuviéramos una inflación elevada, entonces diría que sí, que podríamos subir los impuestos. Pero el problema es que para detener la inflación puede ser necesario tomar medidas que pongan a la economía en recesión y entonces no conviene subir los impuestos. Es contraproducente.

A principios de los ochenta el presidente de la Reserva Federal Paul Volcker subió tipos hasta el 20% para frenar la inflación.

Tuvo mucho éxito en deshacerse de la inflación, que era mucho más alta que hoy simplemente aumentando los tipos de interés. Pero, por supuesto, también causó una recesión. Es probable que hoy la inflación no sea tan mala como para que tengamos el mismo riesgo de una profunda recesión que en los años 80.

Pero ¿hay un riesgo de estanflación?

Sí, y es real. Y por eso tenemos que hacer algo con la inflación ahora. Creo que los bancos centrales, la Reserva Federal en EE.UU., el Banco Central Europeo, etcétera tienen que tomarse en serio este problema y resolverlo rápidamente para hacer posible todas las demás cosas de las que estamos hablando, como las inversiones en capital humano.

En cambio lo que está aumentando son las inversiones en defensa y gasto militar.

Eso, de nuevo, me hace lamentar la política de Occidente hacia Rusia de hace años. Si Rusia estuviera de nuestro lado ahora –y debería haberlo estado– compartiríamos mucho en común con los rusos. Durante muchos años estuve estrechamente relacionado con la universidad rusa, la Escuela Superior de Economía, que tiene varios campus. El más grande está en Moscú. Es un centro que se creó tras la caída de la Unión Soviética para formar a los futuros líderes de Rusia. Y realizó un magnífico trabajo. Fue una universidad de gran éxito, con fuertes vínculos con Occidente. A sus graduados les fue bien en los negocios, aunque no tan bien en el gobierno debido a la forma en que está organizado en Rusia. Y ahora, debido a este conflicto, la universidad es un caos. Es terrible. Nos quejamos de lo que la guerra está haciendo a Occidente y a Ucrania, pero también es una tragedia para Rusia, porque hay muchos rusos bien educados que están imaginando una Rusia mucho más próspera, mucho más parecida a Occidente. Esto podría haber sucedido. Y es también nuestro fracaso histórico.

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